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Es de mencionar que el indicador, de acuerdo con la Cepal, se construye para las personas de 15 años y más, cuya condición de actividad no es de estudiante. Para cada una de ellas se calcula el ingreso personal (la suma de los montos percibidos como trabajadores asalariados o independientes; los montos percibidos por jubilaciones, pensiones y transferencias sociales; así como los montos percibidos por concepto de intereses, dividendos y otras rentas de la propiedad). Una vez calculado el ingreso personal, se construye el indicador como el porcentaje de personas cuyo ingreso es cero en cada grupo conformado por sexo y quintil de ingresos per cápita.
En la edición anterior se compartía, como parte de la primera entrega de las dos previstas, la evolución de la pobreza a nivel internacional y en Paraguay.
Al tal contexto, a escala global, las estimaciones del Banco Mundial (BM) daban cuenta que, al cierre del año 2023, alrededor de 700 millones de personas vivían en la pobreza extrema, es decir, con menos de US$ 2,15 al día. Si bien, el indicador de la pobreza global se redujo en aproximadamente 40% entre los años 2010 y 2019, la pandemia de covid-19 significó un importante retroceso traducido en una pérdida de tres años de lucha contra la pobreza.
En la región, el informe de Panorama Social de América Latina y el Caribe 2023: la inclusión laboral como eje central para el desarrollo social inclusivo de la Cepal, mostró que el porcentaje de personas en situación de pobreza disminuyó a 29% de la población de América Latina (181 millones de personas), mientras que la pobreza extrema a 11,2% (70 millones de personas).
Desde el organismo habían señalado que la región sigue sumida en una doble trampa estructural de bajo crecimiento, altos niveles de pobreza y desigualdad. Ante este escenario, sugerían que los países transiten desde la inserción laboral a la inclusión laboral, eje del desarrollo social inclusivo.