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Para el organismo internacional, la corrupción abarca comportamientos que van desde el soborno hasta el hurto de fondos públicos. Si bien la corrupción es una práctica registrada en todo el mundo, su incidencia es generalmente mayor en países con instituciones débiles y que frecuentemente se ven afectados por la fragilidad y los conflictos, remarca el informe del BM.
A modo de precisar conceptos y de acuerdo con información disponible en el portal digital del Poder Judicial de Paraguay, existen formas que adopta la corrupción. Por mencionar:
a) El fraude: que consiste en la utilización deshonesta de los recursos públicos y la comisión de actos ilegales para beneficio personal;
b) El abuso del poder: el poder que tiene una persona que ocupa un cargo público proviene de la investidura del cargo, el cual confiere prerrogativas especiales y el acceso privilegiado a determinados recursos como vehículos, información, etc. El uso inapropiado, ilegal y antiético de este poder constituye un acto de corrupción que se denomina abuso de poder y puede adoptar, a su vez, diversas formas tales como:
- Nepotismo: consiste en la contratación de familiares, para cargos públicos, sin mecanismos de selección apropiados; conflicto de intereses, es decir, cuando en el ejercicio de un cargo, ante determinados actos administrativos, colisionan los intereses personales con los institucionales propios del cargo.
Además, se encuentra la figura del clientelismo, que se basa en la contratación de amigos y correligionarios con el objetivo de constituir clientelas políticas leales a determinadas personas o posiciones políticas.
c) El desperdicio de los recursos públicos: se produce a raíz de prácticas, sistemas o controles ineficientes e ineficaces que imponen costos innecesarios al Estado.
En palabras de la presidenta del Consejo Económico y Social de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Lachezara Stoeva, la corrupción tiene efectos perjudiciales para el desarrollo sostenible en todos los países y su coste es abrumador.
“La corrupción se lleva más del 5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial. De los aproximadamente US$ 13 billones de gasto público mundial, hasta el 25% se pierde a causa de la corrupción”, enfatizó Stoeva.
Para la ONU, el costo de la corrupción no se limita únicamente a un aspecto financiero, sino que también contribuye a empeorar múltiples facetas colectivas. A decir, favorecer la pérdida de recursos naturales, exacerbar la pobreza y la desigualdad, erosionar la confianza y la cohesión social y socavar la estabilidad económica y política, siendo los más afectados por la corrupción las mujeres, los pobres y los grupos vulnerables.
En esta edición se centra el análisis sobre los datos extraídos y procesados del anexo del personal de ambas cámaras del Congreso Nacional, así como su impacto presupuestario.