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Por su parte, el Gobierno nombró como presidente de la compañía al multifacético economista Óscar Stark, cuyo plan aún se desconoce hasta ahora, ya que pidió un plazo de 15 días para organizar la entidad.
Lo concreto es que el año pasado la telefónica registró una pérdida de US$ 27,8 millones y, además, tiene una deuda acumulada de casi US$ 113 millones, de la que US$ 73 millones son deudas a proveedores y US$ 40 millones por “provisiones”. Hasta ahora, la estatal no informó con detalles a quiénes debe, pero su situación es insostenible, ya que tiene ingresos mensuales de unos US$ 2,7 millones, pero requiere de US$ 6,3 millones mensuales para mantenerse, según los datos oficiales.
Su satélite Hola Paraguay SA (Vox), que ofrece el servicio de telefonía móvil, está en una situación más catastrófica, pues hoy ya tiene un patrimonio neto negativo de casi US$ 14 millones y una deuda de US$ 50,8 millones, por lo que ya no es sostenible financieramente.
El economista y exministro de Hacienda César Barreto explicó que, con el desarrollo que tiene el mercado de telecomunicaciones en el país, con la presencia de tres importantes empresas operando en todos los segmentos, no se justifica la presencia del Estado a través de una empresa pública en este rubro. Señaló que, por la imposibilidad de gestionar con criterios empresariales, Copaco ha llegado a esta situación de crisis luego de años de deterioro gradual y que, a pesar de que mantiene un injustificado monopolio en telefonía fija, el desarrollo tecnológico lo dejó en obsolescencia y no puede competir en un sector altamente dinámico.
En este sentido, el profesional señaló que sería más eficiente “liberar todos los servicios” y fortalecer a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) y la Comisión Nacional de la Competencia (Conacom) como entes reguladores, para asegurar competencia tanto en calidad de servicios como en precios, en un sector altamente concentrado.
¿Qué hacer con Copaco?
Barreto explicó que los activos valiosos de Copaco deberían ser puestos a la venta vía licitación pública o licitar la incorporación de un operador privado que se encargue de reestructurarla y realizar las inversiones para fortalecer sus redes e infraestructura y competir en el mercado, principalmente en la provisión de internet y otros servicios complementarios de datos. “La reestructuración implicará una importante reducción de su fuerza laboral y otros costos operacionales”, acotó.
Por su parte, el analista económico Amílcar Ferreira señaló que el Estado es un mal administrador de empresas públicas, por lo que si se sigue manteniendo a Copaco sólo postergará su agonía. En este sentido, señaló que se debe vender la telefónica, para que el sector privado pueda operar la línea fija, que es el único servicio que hoy puede vender la estatal, ya que el sector privado logró ser más competitivo en la cobertura de internet, televisión por cable y telefonía móvil. “Creo que Copaco ya no tiene solución y la única salida es venderla, antes que su situación empeore. No se va a lograr, digamos, recuperar esa empresa con una gestión estatal. Creo que el Estado tiene que dedicarse a ser un buen regulador y en sectores donde hay inversión privada, dispuesta a invertir en servicios de calidad, que invierta, porque es más eficiente o tiene capacidad de gestionar eficientemente las empresas. El Estado, más bien, debe ser un buen regulador”, expresó.
Al mismo tiempo, el experto insistió en que no tiene sentido que un Estado siga teniendo una empresa de telefonía en estos tiempos, menos aún por cómo es administrado, ya que en la estatal continúan el prebendarismo y clientelismo, por lo que la empresa pública se llenó de empleados y aun así es ineficiente. Copaco tiene casi 3.000 funcionarios y Vox, 250, y deben movilizarse constantemente para cobrar sus sueldos.
“Quizás en el momento de su creación, en la décadas del 50 y del 60, tenía una justificación la antes Antelco, ahora Copaco, pero hoy día creo que ya es totalmente obsoleto ese modelo de empresa del Estado, o sea, el Estado empresario, porque no puede competir. Esto, porque para generar este tipo de empresas de telecomunicaciones se requiere un know-how, que debe tener profesionales especializados de alto nivel y requiere también una espalda financiera, una capacidad de inversión permanente, y todas esas condiciones no las tiene el Estado”, expresó.
Asimismo, Ferreira enfatizó que el Estado no debe destinar recursos públicos en la casi quebrada estatal, como ya lo hizo en su momento en la Industria Nacional del Cemento (INC) –donde se invirtieron US$ 80 millones de los bonos soberanos–, hasta hoy con cero resultado. Resaltó que si esto se hace, la estatal se convertiría en otro barril sin fondo, pues “sostener con impuestos una firma ineficiente no se justifica y sería un absurdo”.
Trabajadores insisten en que puede ser rentable
Por su parte, Óscar Nalerio, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Copaco (Sintraco), señaló que como gremialista no solo están obligados a defender los derechos de los trabajadores, sino que también coadyuvar para que la empresa prospere y no se extinga.
“Esperamos que Copaco SA pueda recuperarse, que no nos limiten por ser del Estado, sino que más bien nos propicien escenarios favorables para que no nos reduzcan a servicios básicos y que podamos generar verdaderas utilidades como cualquier empresa de telecomunicaciones”. Resaltó que la empresa, al ser una Sociedad Anónima, tiene varias ventajas que nunca han sido correctamente explotadas.
Respecto a cómo se recuperaría la estatal, indicó que primero Copaco tendría que realizar un saneamiento en distintos frentes. “Copaco siempre es señalada por ineficiencia, pero nadie ha estudiado los obstáculos legales, técnicos y políticos que hemos sorteado desde que somos una SA. Todos los gobiernos, desde la conversión a sociedad anónima, jamás se han ocupado de Copaco y lo preocupante sería que hoy en día se ocupen, pero para reducirla a su mínima expresión, esto sí sería la desaparición de Copaco. También se está hablando que Vox tiene dos frecuencias muy apetecibles para las operadoras multinacionales, justamente también con 3 espectros de Copaco que trabajan entrelazados con Vox”, expresó
Resaltó que, en su momento, existieron empresas interesadas en la infraestructura de Copaco, pero el monto y el modelo de negocio resultaban irrisorios. Resaltó que la explotación de esas frecuencias deben ser optimizadas con servicios que Copaco SA puede ofrecer aún, pues ya cuenta con lo más valioso, que es la frecuencia. Asimismo, indicó que también tendría que cambiar de tecnología para evitar no solo el desfase, sino también la “revictimización” como empresa, en atención a que las redes han sido objeto de atracos permanentes, ya que los materiales son apetecibles para el mercado negro de la chatarrería, refiriéndose al robo de cables.