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La doctora explicó el contexto mundial de las energías renovables y el rol de las hidroeléctricas para la transición energética, sus beneficios y debilidades, así como diversos aspectos del derecho internacional que fueron aplicados para lograr la satisfacción de necesidades e intereses entre diversos países ribereños, permitiendo en su momento tener un precedente positivo de cooperación transfronterizo de aguas en la región.
Señaló además ejemplos concretos y la necesidad de continuar con el fomento de la tecnología e innovación, y acciones que implementen los Objetivos de Desarrollo sostenible para superar diversas debilidades relacionadas con las represas.
Destacó el proceso de actualización tecnológica de Itaipú, con el cual se espera una mejora en los procesos de generación, mejora en la supervisión de equipos y sistemas, monitoreo, tiempo de respuesta y adecuación de los sistemas a tecnología actualizada. Subrayó la importancia de contar con acuerdos internacionales claros y precisos, que otorguen certeza y previsibilidad para todas las partes.
Para los países y el fortalecimiento de su matriz energética, además de diversificar la matriz con más generación de energía de fuentes renovables, es sumamente importante desarrollar infraestructura para su utilización, implementar tecnología y mejores prácticas, mejorar sistemas operativos, diseño de mercados, y modelos de negocios que beneficien a los consumidores para lograr una transición energética positiva.
Puntualizó lo destacado por los últimos informes de IRENA (Agencia Internacional de las Energías Renovables), los cuales señalan que se necesita triplicar el aumento de renovables para mantener el compromiso de los 1.5 ºC establecidos en el Acuerdo de París, y mencionó los datos que demuestran no solo mayores inversiones a nivel mundial para la transición energética sino también la reducción de costos de las energías de fuente renovable en comparación a aquellas provenientes de fuentes no renovables.
La paradoja energética de Paraguay
Debemos estar orgullosos que el Paraguay está en una posición privilegiada a nivel energético porque es uno de los pocos países en el mundo que tiene más energía de la que demanda y. sobre todo, que es una energía derivada de fuente limpia y renovable; ello gracias a sus hidroeléctricas y sus excelentes niveles de producción energética. Sin embargo –y he aquí la paradoja energética–, la matriz energética del Paraguay, elaborada por el Viceministerio de Minas y Energías en su último Balance Energético Nacional, señala que, en cuanto al consumo final de energía, ella se deriva en 80% de biomasa y derivados del petróleo, y solo 20% de hidroeléctrica.
En ese sentido, cabe resaltar la importancia estratégica de finalmente haber construido la segunda línea 500 kV para que el país pueda utilizar aquella energía renovable con la que cuenta. No obstante, se deben llevar adelante más acciones para mayor utilización de la fuente energética renovable con la que dispone el Paraguay, a través de mejoras en el acceso y confianza en la electrificación, que ya es 100% renovable, y así gradualmente disminuir las otras fuentes que además tienen un costo más elevado para los ciudadanos, todo ello, por supuesto, sin soslayar ni menoscabar la continuidad del desarrollo sostenible que nuestro país necesita.
Estuvieron presentes, además de los catedráticos académicos, y estudiantes PhD de derecho, representantes de Naciones Unidas, la Unión de Conservación del Ambiente, y empresas privadas del sector.
(*) Exintegrante del Consejo de Administración de Itaipú (2019-2023).