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Es de mencionar que la Inversión Directa (ID) es una categoría de la inversión transfronteriza relacionada con el hecho de que un inversionista residente en una economía ejerce el control o un grado significativo de influencia sobre la gestión de una empresa que es residente en otra economía, de acuerdo con el Manual de Balanza de Pagos y Posición de Inversión Internacional del Fondo Monetario Internacional (FMI).
En cuanto a los componentes, la ID contempla: el capital, que incluye los aportes iniciales o ampliaciones de capital del inversor directo en el capital de la empresa, igual o superior al 10%; la reinversión de utilidades, obtenidas por la empresa que no son remesadas al exterior (utilidades no distribuidas). Y como tercer punto, los préstamos netos, que contempla la deuda (créditos comerciales, deudas financieras y otras cuentas a cobrar/pagar) entre la Empresa de Inversión Directa (EID) y las compañías relacionadas del exterior.
El flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) mundial durante el 2022 había experimentado una caída de 12,4% con respecto al año anterior, alcanzando los US$ 1.295 miles de millones, de acuerdo con datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).
Varios factores explicarían esta retracción. A decir, la caída en las transacciones financieras realizadas por empresas multinacionales en las economías desarrolladas. En estas regiones, la IED disminuyó en 37,0% alcanzando los US$ 378.000 millones. A pesar de esta tendencia negativa, el número real de anuncios de inversión en nuevas plantas y proyectos de financiación experimentó un aumento del 5,0%.
Por otra parte, la IED en los países en desarrollo alcanzó los US$ 916.000 millones, cifra 4,0% mayor con relación al año anterior, lo que significó el 70,0% de los flujos de IED mundiales.
En lo que respecta a las perspectivas de 2023, la UNCTAD espera que los volúmenes de flujo de Inversión Extranjera Directa serían “estáticos o experimenten una ligera disminución”. Las proyecciones estarían explicadas por factores que generan incertidumbre a los inversores, como: la persistencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China, la reciente agitación del sector financiero en algunos países desarrollados, los niveles de deuda persistentemente elevados que limitan el espacio fiscal en los países en desarrollo, entre otros.
¿Cuál es la dinámica que ha tenido la IED en lo que va del año 2023? ¿Qué revelan los datos sobre el comportamiento de las inversiones en Paraguay? Estos y otros puntos son abordados en la presente entrega del suplemento económico.