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–¿Cómo está la región en el tema eléctrico, y en ese contexto, cómo ven a Paraguay?
–En el mercado eléctrico, en particular, América Latina, aunque siempre es difícil hablar como tal, como región, porque la realidad es muy diversa, yo diría que comparte tres o cuatro características que son esenciales y que le dan un sello respecto a otras regiones del mundo.
–¿Cuáles son esas características?
–Primero, es una región muy diversa en términos de recursos energéticos que tenemos. Si uno mira nuestra distinta composición de dotación de recursos energéticos, tenemos prácticamente todos en América Latina, localizados en distintas realidades nacionales. En segundo lugar, además de ser una región muy diversa en materia de recursos energéticos, son los países complementarios entre ellos. Eso también es un elemento interesante desde la perspectiva de las opciones, posibilidades, de la viabilidad de la integración energética. En la medida que tengo diversidad y tengo complementariedad, tiene que concurrir la voluntad política obviamente, pero existe conceptualmente un espacio importante de integración.
–En ese contexto, ¿cómo está Paraguay?
–En el mercado eléctrico, justamente, a nivel de desarrollo de proyectos subregionales eléctricos, ha habido un avance interesante históricamente en América Latina. No solo en conectividad eléctrica de transmisión, sino que en el Cono Sur, en particular, y en eso Paraguay ha sido históricamente protagonista, así como también en capacidad de recursos de generación eléctrico compartidos, como es el caso del Cono Sur. Y el tercer aspecto que diferencia y que marca un sello muy relevante en América Latina es que es la región más verde del mundo, en términos de penetración de energías renovables en el mercado eléctrico en particular.
El mundo hoy día, si uno lo toma como tal, en materia de generación eléctrica, el 40% de las generaciones eléctricas es en base a fuentes renovables y limpias. En cambio, en América Latina es el 60%. Y en eso ha sido históricamente. En este 60%, hay una tecnología muy fundamental: la hidroelectricidad.
En ese punto, obviamente Paraguay también ha tenido un rol destacado por cuanto, dentro de la realidad diversa de América Latina, es de los países que está siempre cerca del 100% de la generación renovable, como consecuencia de su recurso hídrico en particular. Eso nos permite imaginarnos desarrollos interesantes en el futuro, porque hoy ser una región con esta penetración de fuentes limpias te permite ser competitivo en el mundo también.
–¿Hay un gran potencial que Paraguay debe aprovechar?
–En ese contexto, Paraguay, efectivamente hoy está viviendo un momento muy interesante, muy importante, muy expectante a propósito de estos 50 años de Itaipú y sus posibilidades. Veremos cómo lo aborda el nuevo gobierno, de conversar con sus socios respecto a las condiciones comerciales. Es interesante para nosotros, que Olade también está cumpliendo 50 años, por lo tanto este hito marca un momento importante.
–¿Cómo explotar toda esa potencialidad?
–Claramente este es un recurso, desde el punto de vista del desarrollo económico de Paraguay, que le da un espacio enorme de posibilidades en el futuro para crecer, desarrollarse, desarrollar industrias, desarrollar una economía basada en esta matriz limpia que la distingue respecto a muchos otros países de América Latina. Hoy los inversionistas miran dónde están los países competitivos, entendiendo entre varias posibilidades la de proveer energía limpia, y en ese contexto Paraguay tiene un espacio de desarrollo y crecimiento económico.
En el futuro cercano, lo que uno podría esperar, a propósito del movimiento de la inversión y la localización, el power short. Es decir, que estas inversiones se localicen justamente allí, donde están las ventajas comparativas de energía verde. Creo que en esa tendencia del power short, que lo vemos crecientemente en muchos países, en la actividad económica de servicio, donde la electricidad es fundamental, como los call centers, etc., se van donde están estos países que tienen esta ventaja de energía verde. En ese contexto, el power short del Paraguay tiene una oportunidad muy importante.
–¿Cuáles son esos desarrollos? Porque acá hay muchos interesados en el hidrógeno verde, datacenters, criptominerías, pero ocupan a poca gente.
–Muchas veces, uno todavía, desde el punto de vista analítico, entiende que industrialización es básicamente desarrollar industrias tradicionales en materia de producción de manufactura o de bienes. Pero hoy en día, probablemente, donde hay un desarrollo de valor agregado más significativo, desde la perspectiva de los encadenamientos, es en el segmento de los servicios. Entonces, es interesante siempre tener en cuenta que cuando hablamos de industrialización o desarrollo económico o avanzar en materia de desarrollo productivo, estamos hablando de bienes, pero también de servicios. Y ahí hay sectores de servicios para los que la electricidad es un insumo central para su desarrollo.
Ahora, respecto del mercado energético propiamente, este está viviendo su proceso de transformación profundo, a propósito de la opción creciente de América Latina, nuevamente, de ser un protagonista en la producción de nuevo combustible, que el hidrógeno verde es uno de ellos, pero pudieran ser también los e-fuel (biocombustible, combustible verde o sintético), en general, producidos incluso en algunos casos a partir de hidrógeno verde.
En definitiva, la búsqueda de producción de combustibles sin huella o con huella más baja, y en ese sentido, el dato central es que tienes la posibilidad de avanzar en eso, y la condición habilitante para que eso sea es la medida en que tengas una matriz limpia, porque es la electricidad la que permite desarrollar estos sectores nuevos y, en consecuencia, si esa electricidad ya no tiene huella o tiene huella más baja, es la que te permite imaginarte desarrollar esa nueva frontera tecnológica. En eso América Latina nuevamente tiene esta oportunidad por esa primera respuesta que te había dado el 60%, y Paraguay nuevamente tiene mayores opciones como consecuencia de su realidad en su matriz de generación eléctrica.
–¿La electromovilidad, cómo se está dando a nivel regional y cuál cree que puede ser la oportunidad para Paraguay?
–Respecto a la movilidad sostenible en general, dentro de la cual la movilidad eléctrica es una opción tecnológica, hay muchas cosas que están sucediendo en la región y en el mundo. Y digo esto último porque varias de esas cosas son datos que nosotros, como región, más bien tomamos externamente. Por ejemplo, el punto referido a la electromovilidad, de cuando va a haber paridad de precios entre los vehículos tradicionales y los eléctricos. Entendiendo que hoy ya es buen negocio tener un vehículo eléctrico si uno hace el análisis del ciclo de vida del vehículo. Lo que sucede es que la gran barrera de entrada sigue siendo la inversión inicial que hay que hacer en esos vehículos eléctricos. Pero en algún punto, las baterías de litio en particular, probablemente, bajarán y ya se llegará a alcanzar a la paridad de precios, dato que nosotros cómo vamos a tomar, no tenemos un protagonismo industrial en ese sector en particular. Esa transformación, ya sea en movilidad eléctrica o en movilidad sostenible con otros combustibles, como pueden ser biocombustibles o gas natural, es inevitable. Digo gas natural porque es un hidrocarburo, pero va a estar por un tiempo acompañando también este proceso de transformación, porque tiene menor huella que otros hidrocarburos.
–¿Lo que dice es que la movilidad eléctrica se va a dar de todas formas en nuestros países?
–Lo que digo es que en América Latina, en el Paraguay, y en todos nuestros países es inevitable porque tenemos compromisos internacionales. América Latina aporta el 3,5% de todas las emisiones en el sector de energía en el mundo. Pero tampoco somos marginales en ese sentido. Incluso aportamos 3,4%, siendo la región 5% del PIB del mundo. O sea, relativamente aportamos menos de lo que aportamos al crecimiento, lo que da cuenta de esta matriz eléctrica más limpia. Pero lo que quiero decir es que los países en general, hacia el 2040, 2050 han comprometido metas, particularmente la carbono-neutralidad. Y para llegar a ese punto hay que cambiar el mercado eléctrico, pero hay que cambiar este otro segmento que es el transporte.
Es inevitable que en otros países tendrán que seguir avanzando en esa senda. Y, nuevamente, el Paraguay tiene esta ventaja de su matriz limpia que le permite imaginarse una transformación, por ejemplo, en materia de movilidad eléctrica coherente con ese objetivo de la carbono-neutralidad y de un modelo más sustentable.
Hay países que hoy día tú cambias un vehículo eléctrico por uno tradicional y ese vehículo eléctrico sigue emitiendo un tercio o dos tercios de lo anterior, porque la matriz no ha sido limpia todavía. No es que el vehículo emita sino que la electricidad que tú cargas en ese vehículo sigue teniendo una huella. Entonces lo que hay que resolver es este tema, cosa que el Paraguay ha avanzado de manera importante.
50 años
Paraguay, efectivamente, está viviendo un momento muy interesante, muy importante, muy expectante a propósito de estos 50 años de Itaipú y sus posibilidades.
Servicios
Hoy en día, probablemente donde hay un desarrollo de valor agregado más significativo, desde la perspectiva de los encadenamientos, es en el segmento de los servicios.
(*) Secretario ejecutivo de Olade por el periodo 2023-2026.