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A modo de graficar, se supone 21 peldaños para la Standard & Poor’s que va desde la calificación “D” o denominada “Default” hasta AAA, que es la máxima calificación. Fitch Ratings utiliza las mismas nomenclaturas, en tanto que Moody’s Investors Service similares criterios, pero con diferencias en las calificaciones, tal como se puede ver en la tabla.
En cuanto a la clasificación de grado de inversión correspondería a los peldaños 12 a 21. Las notas van desde BBB- hasta AAA. Esta calificación refleja un alto nivel de credibilidad y confianza en la economía calificada. Por tanto, una inversión en bonos emitidos por ese gobierno se presenta con un bajo riesgo.
En los peldaños 0 a 11 se considerarían como de más riesgo, por tanto, generan mayores retornos a los inversionistas por la mayor tasa de interés cobrada al país emisor. En la jerga financiera, los bonos de emisores con calificaciones menores al grado de inversión son llamados “bonos basura”, mientras que los emitidos por gobiernos con calificación AAA figuran como los más seguros del mundo.
Como se ha mencionado, las notas asignadas a las economías provocan perspectivas positivas o negativas en los inversionistas. Así, una mejora en la calificación de riesgo o de crédito se traduce en la posibilidad de que un país pueda acceder a créditos externos bajo condiciones favorables.
Además, la buena calificación de un país no se limita al impacto que genera en el sector público, sino que también tiene implicancias positivas para el sector privado como el acceso a tasas de interés más bajas. A decir, una mejor calificación reduce el riesgo país, el cual está incluido en la tasa de interés que los bancos extranjeros cobran a las empresas y a las entidades financieras nacionales.
De esta manera, cuando disminuye el riesgo país, en general, puede reducirse la tasa de interés de préstamos en la economía.
Calificación de riesgo de Paraguay
La irrupción de la pandemia provocó un escenario excepcional para las economías del mundo. En la región de América Latina y el Caribe, la crisis sanitaria representó un mayor desafío, debido a su ya complicada condición social y económica para hacer frente a las nuevas demandas de ese año.
De hecho, la mayoría de los países tuvo que buscar financiamiento externo, lo que, en contexto de alta incertidumbre, la calificación de riesgo fue un componente más que clave para acceder a recursos de manera rápida y bajo condiciones financieras favorables, tal como ocurrió con Paraguay.
De acuerdo con un documento de análisis del Ministerio de Hacienda, en el caso de Paraguay, como país de la región Latinoamericana, ha logrado mantener por tres años consecutivos (pandemia y pospandemia) su calificación dentro del escenario en que economías de la región experimentaban reducciones crediticias y de perspectivas, resaltando que en el año 2022 sufre un cambio de perspectiva estable a positiva con la calificadora Moody’s.
De hecho, Paraguay ha tenido importantes avances durante los últimos 15 años. Desde el inicio de las evaluaciones no ha registrado rebaja alguna y las últimas calificaciones de riesgo destacan al país con BB (Standard & Poor’s); BB+ (Fitch) con tendencia Estable y Ba1 (Moody’s) con tendencia positiva.
En esa misma línea, Moody’s y Fitch Ratings ubican al Paraguay a un peldaño del grado de inversión, aún en el grado especulativo y con riesgos de incumplimiento a mediano plazo.
Por su parte, la calificadora Standard & Poor’s sitúa a nuestro país a dos escalones de la mencionada deseada calificación.
Déficit fiscal y el gran desafío para no perder la credibilidad
Desde hace años, las tres calificadoras de riesgo han coincidido en el principal componente que impide a Paraguay alcanzar el anhelado grado de inversión: su debilidad institucional, traducido a grandes desafíos en el fortalecimiento de su seguridad jurídica.
El país ha avanzado en importantes reformas, incluido el acuerdo firmado en noviembre de 2022 con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que consiste en un programa de dos años enmarcado dentro del Instrumento de Coordinación de Políticas (PCI por sus siglas en inglés Policy Coordination Instrument). El mismo tiene por fin garantizar la estabilidad macroeconómica, promover el crecimiento de la economía y mejorar la protección social.
Resultado fiscal complicó escenario
Sin embargo, el comportamiento del resultado fiscal, principalmente, de los últimos cinco años, ha complicado el escenario. La ruptura excepcional de la Ley de Responsabilidad Fiscal (establece el límite de 1,5% del Producto Interno Bruto) en 2019 debido a la crisis económica, luego en el 2020 y años siguientes a causa de la pandemia, ponen en una situación complicada el cumplimento de la convergencia total del déficit fiscal en el año 2024. Desde el Ministerio de Hacienda señalaron que “llegar al 2,3% de déficit fiscal para este 2023, así como se establece en la Ley de Presupuesto General de la Nación, parece poco probable observando la dinámica de las cuentas fiscales al mes de junio”.
Por el lado de los ingresos tributarios se registró un crecimiento de solo 3,1% acumulado al primer semestre. Las perspectivas iniciales eran crecer 8,3% en la recaudación tributaria. Esto implica que la recaudación debe repuntar a una tasa del 13% interanual en lo que resta del año.
Por otro lado, se está previendo ampliar la disponibilidad de recursos para los proyectos de inversión en ejecución, lo que se va a observar en una mayor dinámica de ejecución.
Finalmente el cumplimiento del compromiso asumido y que las calificadoras de riesgo incluyen en su apreciación como un componente clave para otorgar o no el grado de inversión al país, forma parte de uno de los principales desafíos para el entrante gobierno, cuyas autoridades han manifestado incluso que el déficit fiscal sería mayor.
No obstante, la calificación de riesgo es para el país y no es concedida a gobiernos, por lo que se deberá buscar una estrategia que resguarde la credibilidad del país, por ende, las buenas perspectivas de los inversionistas.
Efectos
Varios estudios han demostrado que las calificaciones soberanas registran efectos en países de todo el mundo.
FMI
Nuestro país ha avanzado en importantes reformas, incluido el acuerdo firmado en noviembre de 2022 con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Agencias
En la actualidad son tres las agencias de rating más importantes del mundo: Moody’s Investors Service, Standard & Poor’s y Fitch Ratings.
Mejora
Notas asignadas a las economías provocan perspectivas positivas o negativas en inversionistas. Mejora en calificación da acceso a créditos más blandos.