¿En 2024 escucharemos el réquiem por la ANDE?

Estrategia sin tácticas es el camino más lento hacia la victoria, pero las tácticas sin estrategia es el sonido que precede a la derrota. Sun Tzu (500 ac)

Vista parcial de la central hidroeléctrica binacional Itaipú. Los números, las comparaciones y conclusiones prueban que la mera observación turística de nuestro sector eléctrico es insuficiente.
Vista parcial de la central hidroeléctrica binacional Itaipú. Los números, las comparaciones y conclusiones prueban que la mera observación turística de nuestro sector eléctrico es insuficiente.Rubens Fraulini

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La semana pasada leía en el portal oficial de la ANDE la siguiente noticia marketinera, que muchos paraguaios habrán deglutido sin eructar.

“… Nuestra apuesta por la infraestructura eléctrica ha sido constante. En el año 2022, como estaba pronosticado, volvimos a superar por tercer año consecutivo el nivel de inversión. Los más de 330 millones de dólares que el año pasado fueron ejecutados por la ANDE para fortalecerse y tener mayor capacidad, reflejan el empeño por aprovechar nuestros recursos energéticos y ponerlos al servicio de las necesidades de la gente …”

Según la gráfica que adjuntamos, se puede visualizar que la inversión en infraestructura eléctrica se duplicó en la última década (333,1/162,1) = 2

INFRAESTRUCTURA ELÉCTRICA

El mismo portal agrega (Sic) “… Con las obras realizadas, Paraguay por primera vez en la historia está en condiciones de acceder y disponer de la totalidad de la energía producida y que, según el tratado, legítimamente nos corresponde. Este acceso estaba denegado por las limitaciones técnicas (¿?). Con estas obras se logra la esperada libre disponibilidad de la energía”. MAB.

Me preguntaba si mantener este nivel de inversiones es realmente sustentable, tal como es la pretensión de la actual administración de la ANDE. No haré juicio de valor al respecto, ya que la respuesta, todo lector sapiens, la puede entresacar de la lectura y comprensión de la Memoria ANDE 2022, completa y disponible en la web. Ver ANDE - MEMORIA 2022 COMPLETOS. cdr.

El éxito no es comparar lo que se ha hecho, con lo que los demás hicieron, si siempre se hizo casi lo mismo, una y otra vez, en la falsa creencia de que así lograrán la tan ansiada soberanía energética, luego de cinco décadas de inacción y ahora 2024 empezará el wintowin.

Seguiremos, por comodidad, una secuencia muy similar a la de los datos mostrados en la Memoria ANDE 2022 citada y haremos la comparación con la década (perdida). Ver Itaipú 2023, el caso de la energía paraguaya perdida - Económico - ABC Color.

Sistema interconectado nacional (SIN)

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- Consumo de EE (MWh/año – 2022/13) = 19.634.614 /12.525.160 = 1,57. O sea, el SIN creció solo 57% en toda la década, ratios por debajo de la región.

- Pérdidas totales de EE 26.9% (2013) a 26.4% (2023). Se mantuvo el porcentaje en toda la década.

- EE facturada (MWh/año – 2022/13) = 14.132.255 / 9.018.546 = 1,57. ergo, más consumo = más pérdidas.

- Cantidad de “tranfu$ibles” de distribución en media tensión (cantidad – MVA Vs. 2022/2013). (2013) De 42.564 unidades, equivalentes a 2.700 MVA, se pasó a (2022) 104.598 Un. equivalentes a 8.149 MVA. Implica que se multiplicó por 2,5 veces la cantidad, pero 3,4 veces la Potencia Instalada (MVA). Los Km de Líneas de Media Tensión se duplicaron, ya que se pasó de 34.419 Km (2013) a 71.123 Km (2022).

Ergo, aunque el consumo aumentó en la última década 57%, el número de clientes facturados aumentó solo el 23%. En el 2013 había un promedio de 30 clientes facturados por “tranfu$ible” instalado y este ratio disminuyó a la mitad en el 2022 (ratio de primer mundo). Sin embargo, el Consumo de EE por habitante (KWh/hab año) pasó de 1.375 (2013) a 1.896 (2022), o sea, subió un 38%, pero aún seguimos siendo un país en la clase Social. Ver: “Cuando dicen que la industria local creció tanto, hasta la UIP desconfía” - Económico - ABC Color.

Según la Memoria 2022, la potencia instalada en EAT/AT totaliza 15.873 MVA, casi el doble de los 8.149 MVA en MT, para un pico de la demanda de 4.270 MW (diciembre 2022), escenario pesimista, compatible con el factor de carga anual promedio (%) de 0,52. Recordemos que en el 2013 el factor de carga anual fue 0,59 y, según el Decreto PE 6092/2016 de Política Energética, para esta época (2023), dicho factor debería rondar, mínimo, 0,65 en los papeles, implica que la industria no movió el amperímetro.

El factor de carga se define como la carga promedio dividida por la carga máxima en un período de tiempo específico. Es una medida de la tasa de utilización o eficiencia del uso de energía eléctrica, un factor de carga 0,5 implicaría infraestructura (inversión) duplicada y por ende su eventual amortización.

Ergo, el problema nunca fue la INVERSIÓN, si nadie controla la calidad, ni la eficacia del gasto público. Se cumple la máxima: “Lo que no se mide no se controla”.

Sin embargo, la memoria citada en su Pág. 166 – Gastos Ejecutados – Inversión Física, menciona los 323 millones de dólares, equivalentes al 25,7% del presupuesto ejecutado de 1.256,5 millones, provienen casi en un 100% de préstamos.

Clientes totales Facturados (2013) = 1.303.774 pasó a 1.601.130 (2022), ratio 1,23%.

Importe facturado (millones de guaraníes) pasó de 2.824.995 (2013) = 668 millones de dólares a 5.362.915 (2022) = 767,5 millones de dólares, o sea, ratio 1,15.

Según la Memoria Itaipú, el dólar promedio anual (2013) US$ = G. 4.229,3 y (2022) US$ = G. 6.987,14, un ratio de 1,65, para efectos comparativos.

El importe total subsidiado (millones de guaraníes) fue de 57.969 (2022), equivalentes al 1,1% de la facturación (Ley 3480/08), y que alcanza solo al tercio del universo de los más de 900 mil hogares de bajos ingresos que consumen menos de 300 KWh/mes (aproximadamente 62% de clientes residenciales, pero demandan menos del 23% de la EE consumida).

En ese segmento de clientes no está el alto porcentaje de pérdidas totales, ya que según la ANDE el grueso de la facturación residencial (más de 60%) sale del bolsillo del 20% clientes que consumen más de 500 KWh mes (ingresos medios y altos), clientes que pagan y requieren cierta calidad del servicio.

La tarifa media nacional de EE pasó de 313 G$/KWh (2013) = 72 US$/MWh a 373 G$/KWh (2022) = 53,3 US$/MWh (pág 86). El mayor problema, aparentemente, fue la devaluación del guaraní respecto al dólar. Ahora se pretende construir un escenario similar al del 2015/2016 (Record Guinness IB), que provocó el tarifazo de marzo 2017, llamado de Rebalanceo Tarifario por los indivisos, a pesar del Record Guinness IB, la ANDE pagó el mayor costo medio histórico (32,8 US$/MWh), con rentabilidad negativa (ver cuadro Pág. 185) y duplicación del ratio de endeudamiento patrimonial.

Sin embargo, ello no explica pitagóricamente cómo obtuvieron, por ejemplo, el gráfico de la Pág. 185 (Costo y Precio de la EE Vendida), ya que mencionan que en el 2013 el costo medio ANDE era de 300,6 G$/KWh y la venta 313,1 G$/KWh, dando un markup (+) de 1,04 y para el 2022 el costo era de 411 G$/KWh y la venta 373,2 G$/KWh, dando un markup (-) de 0,9, que implicaría que la ANDE pierde guaraníes por vender su único producto, el KWh, buscando justificar la pérdida de la rentabilidad según la Ley 966/64.

En la Pág. 166 de la Memoria, - Gastos Ejecutados - Compra de EE, fue de 587 millones de dólares, equivalentes al 46,7% del presupuesto ejecutado de 1.256,5 millones de dólares; esto implica que el costo medio total ponderado resultó de 29,9 US$/MWh (208,9 G$/KWh) y no 411 G$/KWh.

La memoria aclara que los ingresos de explotación, bajo todo concepto, totalizaron 764 millones de dólares, inferiores a los Gastos de Explotación, que totalizaron 798,3 millones de dólares (Págs. 158 a 161).

Por ejemplo, por alguna extraña razao, no mencionan que la tarifa media de Itaipú para la ANDE (2013) fue de 28,3 US$/MWh (119,7 G$/KWh) aportando el 75,1% del SIN (Acaray amortizado aportó el 6,1%), o sea, el 81,2% del SIN costó menos de 120 G$/KWh; esto implica pitagóricamente que el 18,8% restante (fuente EBY) del SIN debió costar 9 (nueve) veces más que fuente IB, para que el costo medio ponderado total resulte en los 300,6 G$/KWh oficiales.

En el 2022 sucede casi lo mismo, la tarifa Media IB para la ANDE fue de 29,2 US$/Mwh (204 G$/KWh), con el 86,4% de cobertura del SIN (Acaray amortizada aportó el 3,4%), o sea, el 89,8% del SIN costó menos de 204 G$/KWh, implica que el 10,2% restante debió costar once veces más que fuente IB, para que el costo medio ponderado total resulte en los 411 G$/KWh.

Esto implicaría que la ANDE sabe muy bien el costo de la EE comprada a la EBY, aunque lo nieguen una y otra vez, pero en la Pág. 230 de la memoria 2022 dice (Sic).

“… En consecuencia, la ANDE registra contablemente la EE comprada a la EBY a un precio provisorio de 22,63 US$/MWh, surgiendo de esta forma una discrepancia en las tarifas consideradas por ambas Entidades. Actualmente la EBY continúa aplicando la tarifa establecida en la mencionada Nota Reversal (NR’92). La diferencia que surge de esta discrepancia tarifaria se contabiliza en Cuentas de Orden, siendo el saldo al 31.12.2022 de G. 4.119.822.396.045, equivalentes a US$ 561.312.764, 97 …”.

Ergo, la ANDE acepta implícitamente que la EBY le aplique de facto una tarifa inválida al contabilizarla, hecho que implica, por añadidura, una deuda tácita e ilegal, por saldos de EE comprada equivalente al 60% del monto por territorio inundado jamás medido y/o cobrado, valor “hestimado” alegremente por algunos Ángel(es) y con$ultores indivisos, proponentes del Acuerdo Cartes Macri en 940.579.282 millones de dólares.

Sin embargo, la ANDE y otros dan su acuerdo para mayores obras (Aña Cua), a pesar de que implica mayores deudas, producto quizás de algún trato apuá realizado en el Aña Cua.

Cómo se puede explicar pitagóricamente que en el periodo 1994-2022 de operación comercial de la EBY, la ANDE haya retirado solo el 7,2% de la producción y, por ende, cedido el 42,8% restante, por la que el BCP recibió, oficialmente, solo 1.663.610.600 dólares, pero ya hay un mono subyacente de US$ 561.312.765. ¿Por qué se lo oculta o se lo minimiza?

El lector sapiens sacará sus propias conclusiones y coincidirá con la definición dada por el libro del Dr. Ricardo Ramírez, quien en la pág. 22 de su libro “EL VYROREI ILUSTRADO” define (sic) a la ANDE: (Administración Nacional de Electricidad) empresa pública encargada de la distribución de EE, y cuyas autoridades se dedican muy a menudo a sugerir y/o rogar que no se utilice mucho lo que venden: La Electricidad. Es como si un carnicero proponga que no se coma asado, o que un zapatero inste a andar descalzo.

No hay más nada que explicar, la propia memoria 2022, en su Pág. 163, explica (sic) “La razón de Endeudamiento Patrimonial (REP) relaciona el Pasivo con el Patrimonio Neto y se utiliza también para medir la gestión Institucional” con el siguiente gráfico que muestra que el REP pasó del 25,4% (2013) al 86,1% (2022). Ergo, estábamos al borde del abismo y dimos un paso al frente. MAB.

Conclusión: La INVERSIÓN se duplicó, el endeudamiento se triplicó y la soberanía energética aún no llegó. 2024 es hora de evaluar Resultados, no marketing.

Solo los galácticos indivisos creen que defender los intereses binacionales en IB y/o EBY a través de la ANDE le favorecen al Paraguay. La historia demostró todo lo contrario, camino a la “copaconización”, así como murió la línea baja, morirá el monopolio correlí.

“Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” - A. Einstein.

La soberanía no se pide, se ejerce.

Inversión

Me preguntaba si mantener este nivel de inversiones es realmente sustentable, tal como es la pretensión de la actual administración de la ANDE.

Debajo

Consumo de EE (MWh/año – 2022/13) = 19.634.614 /12.525.160 = 1,57. El SIN creció solo 57% en toda la década, ratios por debajo de la región.

Facturas

Por consiguiente, aunque el consumo se incrementó en la última década 57%, el número de clientes facturados aumentó solo el 23%.

Nunca

El problema nunca fue la inversión, si nadie controla la calidad, ni la eficacia del gasto público. Se cumple la máxima: “Lo que no se mide no se controla”.

Pierde

La ANDE pierde guaraníes por vender su único producto, el KWh, buscando justificar la pérdida de su rentabilidad según la Ley 966/64.

2024

La inversión se duplicó, el endeudamiento se triplicó y la soberanía energética aún no llegó. El 2024 es para evaluar resultados y no para marketing.

(*) Ingeniero electricista y electrónico por la UNC, Argentina (1984). MADE (2000) UA, Paraguay y magíster en Economía de la Energía (2010). Gesel – UFRJ- República Federativa del Brasil.

axelbenitezayala@gmail.com – Julio 2023. Homenaje a la Docta, “Quod natura non dat, Salmantica non præstat”.

https://independent.academia.edu/AxelCidBenitezAyala

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