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Otra razón para el endeudamiento público es la necesidad de invertir en el futuro. Así, los gobiernos pueden tomar grandes préstamos para la construcción de una nueva carretera, una central eléctrica o un sistema de trenes subterráneos de importancia.
Los costos iniciales pueden ser extremadamente altos, y entonces el reembolso se distribuye a lo largo de muchos años. Se asume que estas inversiones estimulan el crecimiento a más largo plazo, justificando el endeudamiento. Además de invertir en capital físico, los gobiernos pueden hacerlo en capital humano, como en educación y salud. Una vez más, los beneficios a largo plazo deberían superar el costo del préstamo, remarca el informe del organismo.
Endeudamiento en Paraguay
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, la deuda pública o deuda soberana está constituida por pasivos que un Estado mantiene con particulares o con otros países. Se compone de la generada internamente “deuda pública interna”, es decir, aquella contraída con personas físicas o jurídicas residentes o domiciliadas en la República del Paraguay, cuyo pago puede ser exigible dentro del territorio nacional, y de la deuda pública externa, contraída con otro Estado u organismo internacional, o con cualquier otra persona física o jurídica sin residencia o domicilio en el país, cuyo pago puede ser exigible fuera del territorio nacional.
La ley anual de Presupuesto General de la Nación autoriza al Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Hacienda, a emitir y mantener en circulación bonos de la tesorería general hasta un tope fijado en dicha normativa. La emisión y colocación de los mencionados bonos podrán realizarse en el mercado local, así como en el internacional, en guaraníes o en moneda extranjera y en forma desmaterializada. Podrán ser emitidos directamente por el Ministerio de Hacienda, a través del Banco Central del Paraguay (BCP) de un agente financiero autorizado por un contrato de servicios. Cuando la emisión y transacción de bonos del tesoro se realizan en el mercado nacional estarán sujetas a las leyes nacionales; y cuando se realizan en el mercado internacional, estarán sujetas a las leyes aplicables del Estado de Nueva York de los Estados Unidos de América y sometidas a la jurisdicción de los tribunales de dicho Estado, refiere la información alojada en la web de la cartera fiscal.
Es de recordar que hasta antes de 2012, las cuentas fiscales registraban resultados superavitarios (los ingresos superaban a los gastos). Si bien los mayores ingresos frente a los gastos permitieron al Estado generar cierto ahorro, las inversiones en obras de infraestructura acumularon importantes retrasos. Con el aumento salarial concedido en el 2011, el espacio fiscal en los siguientes años se redujo considerablemente. Así en el 2013, con la colocación de los US$ 500 millones de bonos soberanos en los mercados internacionales se generó otra alternativa de financiamiento. Es de mencionar que este tipo de título es un bono emitido por el Gobierno en el mercado internacional; su tasa se expresa por lo general como “spread” sobre un bono del tesoro del Gobierno de los Estados Unidos, y da cuenta del riesgo país.
Tras casi una década y debido al acelerado ritmo de endeudamiento, la tasa ya roza el umbral del 40% del Producto Interno Bruto (PIB). Hasta el mencionado límite, la deuda pública es considerada prudente, responsable y sostenible. Por tanto, el modelo de financiar obras públicas con deuda ha llegado al punto de agotamiento.
Composición del endeudamiento público
Los datos del Ministerio de Hacienda y procesados por la Consultora MF Economía e Inversiones muestran que la deuda pública de Paraguay antes de su incursión al sistema financiero internacional, es decir, hasta el 2012, se ubicaba en US$ 3.600 millones y tras el hecho con cierre a 2022 llegó a aproximadamente US$ 15.000 millones. El endeudamiento del país pasó de 25,6% del PIB en 2004 a 37,2% al décimo mes del año pasado.
En lo que respecta a la composición, históricamente, la deuda externa ha sido, en promedio, el 80% de la deuda pública total, el restante, la ha conformado la deuda interna.
Durante los últimos años y en medio de un escenario de factores adversos, la deuda pública del país aumentó en 85% entre el 2018 y el cierre de 2022. Así, pasó de 19,8% del PIB en 2018 a 36% el año pasado, tal como se muestra en el gráfico.
Es de considerar que el acelerado crecimiento de la deuda pública del país no ha sido el factor de presión a las finanzas públicas, sino el aumento del servicio de la deuda, es decir, las amortizaciones o pagos de capital, intereses, comisiones y otros cargos contemplados en los respectivos contratos o convenios, que son atendidos según las normas y procedimientos legales establecidos y las previsiones del presupuesto (Ministerio de Hacienda).
En efecto, el servicio de la deuda pasó de aproximadamente US$ 250 millones en 2004 a unos US$ 1.000 millones al cierre de 2022. Este importante crecimiento achica aún más el espacio fiscal, al considerar que los intereses son pagados con ingresos tributarios, componente que en un alto porcentaje ya está comprometido para el pago de los gastos rígidos.
Las condiciones financieras pocos favorables a nivel internacional impidieron al Ministerio de Hacienda salir, a inicios de este año, a los mercados internacionales para la emisión y colocación de los bonos soberanos.
Para calzar parte del Presupuesto General de la Nación (PGN) del 2023, la cartera económica recurrió nuevamente a préstamos de organismos internacionales. Además, hizo uso del apartado sobre el cambio en las transacciones basado en la conveniencia o no de los instrumentos financieros en un determinado escenario.
Así y considerando la alta demanda en el mercado doméstico, aunada a las nuevas reglas de emisión de los bonos, el fisco amplió su programa de emisión en US$ 50 millones, con lo cual se autorizaron US$ 163 millones de los US$ 565,2 millones dispuestos en el plan de gastos para operaciones en el ámbito local o internacional.
La última operación de Hacienda se realizó vía notas estructuradas respaldadas por los bonos. En palabras del viceministro de Economía, Roberto Mernes, “este tipo de transacciones innovadoras permiten a los bancos paraguayos obtener los títulos que emite el Ministerio de Hacienda en el mercado primario y negociarlos en el secundario, ejerciendo el rol de bancos custodios en nombre de inversionistas no residentes”.
En línea con lo anterior, la unidad Eaton Vance, a través de Itaú Paraguay, junto con sus filiales que componen su holding bancario, fue el primer inversionista en comprar los bonos, bajo el mencionado sistema, en una subasta de deuda pública interna realizada el pasado 6 de junio.
Este tipo de modalidad no solo permite el desarrollo del mercado local, sino que podría descomprimir la estructura de deuda pública del Paraguay, que se encuentra en un 91% en dólares y el restante en guaraníes.
Días anteriores, Hacienda finalmente colocó US$ 500 millones en los mercados financieros internacionales (la demanda fue de 6,2 veces al monto ofertado) a un plazo de 10 años, es decir vencimiento en el 2033 y a una tasa de 5,85%. Del total comercializado, US$ 430 millones serán destinados para el financiamiento de los programas presupuestados en el presente año y US$ 70 millones para la administración de pasivos del bono 2026, reduciendo así el nivel del mismo a US$ 457,1 millones, refirieron desde la cartera económica.
Como se ha descrito, presentado y analizado, es imperiosa la necesidad de afinar una política de endeudamiento que permita no solo reducir la relación deuda/PIB (considerando igualmente el compromiso de convergencia al déficit fiscal de 1,5% del PIB para el 2024) sino, sobre todo, el componente de los intereses. Esto es, además de centrarse en la calidad del gasto, buscar nuevos instrumentos de financiamiento que descompriman a las finanzas públicas.
Gasto
Se deben buscar nuevos instrumentos de financiamiento que descompriman a las finanzas públicas, además de mejorar la calidad del gasto.
Servicio
El servicio de la deuda pasó de aproximadamente US$ 250 millones en 2004, a unos US$ 1.000 millones al cierre de 2022.
Bonos
Hacienda colocó US$ 500 millones de bonos en mercados financieros externos a plazo de 10 años, es decir vencimiento en el 2033, y a una tasa de 5,85%.
Financiar
Del total vendido, US$ 430 millones serán para financiar programas presupuestados este año y US$ 70 millones para administrar pasivos de bono 2026.
Mercado
Este tipo de modalidad no solo permite desarrollar el mercado local, sino que descomprime la estructura de deuda pública del Paraguay.
80%
Históricamente, la deuda externa ha sido, en promedio, el 80% del pasivo público total, el restante la ha conformado la deuda interna.