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Muchos se preguntarán ¿qué ventajas me representa la inversión en eficiencia energética? A estos les podemos responder que invertir en medidas que mejoren la eficiencia energética tiene efectos muy positivos en todos los ámbitos. Pero siendo un poco más específico, algunos de los principales beneficios que presenta son los siguientes:
Ahorro de energía y costos: Al llevar a cabo una actividad utilizando menos recursos energéticos se ahorra energía. Además, un menor gasto de energía se traduce en una reducción en la factura energética.
Mejoras para el medioambiente: La eficiencia energética rebaja las emisiones de gases de efecto invernadero. El efecto invernadero es la subida de la temperatura de la atmósfera como resultado de la concentración (en la atmósfera) de gases, principalmente dióxido de carbono. “Si se mantiene la concentración atmosférica de los principales gases responsables del efecto invernadero, la temperatura media de la Tierra habrá ascendido 1,3 ºC en el 2020 y 3 ºC en el 2070″.
Por otro lado, con el uso responsable de la energía se consumen menos recursos, lo que contribuye a reducir la huella de carbono.
¿Qué es la huella de carbono? La huella de carbono es un indicador ambiental que refleja la cantidad de gases de efecto invernadero (GEI), expresada como CO2 equivalente, que es emitida directa o indirectamente como consecuencia de una actividad determinada.
Mejoras en el abastecimiento: La eficiencia energética nos permite optimizar el uso de recursos naturales. y crear economía de proximidad, fomentando con ello el consumo responsable.
¿Qué es el consumo responsable? El consumo responsable tiene como objetivo integrar los aspectos sociales, ambientales y éticos en las decisiones de compra. Así, los consumidores comprometidos con este modelo son personas informadas que buscan minimizar la huella ecológica con sus acciones y ejercer un efecto positivo en la sociedad.
El consumo responsable es sin duda uno de nuestros grandes aliados, pero podemos hacer aún más para tratar de reducir nuestra huella de carbono.
Frente al consumo excesivo, la compra sostenible se guía por los siguientes principios:
Reducción: el usuario trata de limitar el consumo, valorando la necesidad de algunas compras.
Eficiencia energética: además, busca productos eficientes, de bajo consumo, que puedan reutilizarse o reciclarse.
Sostenibilidad: por último, revisa que los componentes no tengan un efecto negativo en el medio ambiente, una vez finalice la vida útil del artículo.
El consumo responsable es sin duda uno de nuestros grandes aliados, pero podemos hacer aún más para tratar de reducir nuestra huella de carbono. Veamos unos consejos que podemos tratar de aplicar en nuestro día a día:
Consumir productos de proximidad y de temporada: Consumiendo productos de proximidad, también llamados de kilómetro cero, ayudamos a reducir las emisiones de CO2 derivadas del transporte y de la conservación de los alimentos en cámaras de refrigeración. Además, también estaremos contribuyendo a dar un impulso a la economía local. ¡Todos son beneficios!
Utilizar electrodomésticos de alta eficiencia energética: Los electrodomésticos de última generación cada vez son más sostenibles y eficientes.
Además, consultar el etiquetado de los aparatos que vamos a adquirir es esencial para saber si están fabricados siguiendo los estándares de sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de valor.
Consumir menos energía y ahorrar agua: Podemos tratar de ahorrar energía en casa si desenchufamos todos los aparatos eléctricos cuando no los estemos utilizando. Además, si mantenemos siempre una temperatura entre los 18 °C y los 23 °C, estaremos ahorrando en calefacción. Igualmente, podemos aprovechar al máximo la luz natural durante el día para así intentar disminuir nuestra factura de la luz.
En cuanto al agua, si cerramos el grifo mientras realizamos acciones como lavarnos las manos o cepillarnos los dientes, podremos ahorrar cientos de litros en cada hogar.
Recurrir al transporte sostenible siempre que podamos: El uso del transporte público y otras soluciones como la bicicleta o las patinetas eléctricas contribuyen a reducir la huella de carbono, a mejorar la movilidad en las ciudades y a elevar el índice de calidad de vida de los ciudadanos. Además, otras alternativas de movilidad sostenible, como el auto compartido, contribuyen a descongestionar el tráfico, ahorrando los gastos derivados de mantener un vehículo privado.
Impulsar la eficiencia energética en todos los ámbitos: La optimización de los procesos productivos y la excelencia en la operación no solo conlleva un mejor uso de la energía, y la consecuente reducción de emisiones, sino también un mejor mantenimiento de los equipos, reducción de averías, y mejora de la seguridad.
Optimizar la cadena de suministro y reparto: Hoy en día no es necesario recurrir tanto al papel y otros recursos materiales físicos gracias a los avances en los sistemas de almacenamiento en la nube y otras tecnologías de última generación que facilitan el flujo de la información y los suministros.
Fomentar la economía circular y aplicar sus principios: Los beneficios de la economía circular son muy amplios. Protege el entorno, reduciendo las emisiones de CO2 y minimizando el consumo de recursos naturales. Beneficia la economía local, fomentando modelos de producción basados por ejemplo en la logística inversa o la reutilización de residuos. Además, fomenta el empleo y estimula el desarrollo de un nuevo modelo industrial más innovador y competitivo.
Hasta aquí la entrega, el temas es tan amplio que podríamos continuar por hojas y más hojas, pero es un tema nuevo publicado con el que no queremos cansar de entrada a los lectores. Continuaremos en una próxima oportunidad.
Ahorro
Ahorro de energía, así como de costos: al llevarse a cabo una actividad utilizando menos recursos energéticos se ahorra energía.
Efectos
Revisa que los componentes no tengan un efecto negativo sobre el medio ambiente, una vez que la vida útil del artículo llegue a su término.
(*) Exdirector de la Entidad Binacional Yacyetá (EBY)