Estadísticas del sistema bancario y el acceso a productos de ahorro

El documento de la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban) contempla el análisis de la brecha de género o la diferencia en la participación de mujeres y hombres en los distintos productos financieros. Así, entre 2015 y 2022, no se observó una brecha de género significativa en el acceso de las mujeres a productos de ahorro. Sin embargo, en términos del saldo, aún persisten diferencias importantes.

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GENTILEZA

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El ahorro está conformado por la suma de ahorro programado; a la vista; y certificado de depósito de ahorro (CDA). En los gráficos se presenta la cantidad de productos (número de cuentas); el saldo acumulado de dichas cuentas; y el saldo promedio (razón entre el saldo acumulado y el número de cuentas) que mantienen las mujeres en las instituciones bancarias.

La brecha entre hombres y mujeres en lo que respecta al número total de productos de ahorro está casi cerrada. En efecto, durante 2022 la cantidad de cuentas de ahorro contratadas por mujeres representa alrededor del 94% de las asociadas a los hombres, esto es, la diferencia es de solo 6,0 puntos porcentuales. Sin embargo, para 2022, en términos del saldo acumulado, si bien la brecha se ha reducido, el monto que mantienen las mujeres en productos de ahorro se ubica 28,0 puntos porcentuales por debajo del correspondiente para los hombres. Similar comportamiento presenta el saldo promedio, aunque con una diferencia levemente inferior (24,0 puntos porcentuales).

El detalle de los datos evidencia que las mujeres para ahorrar utilizan, en su mayoría, CDA. No obstante, se puede observar que la participación del mencionado instrumento financiero ha disminuido en los últimos años desde una proporción del 70% hasta un valor alrededor del 55%.

Cabe mencionar que, si bien dicha participación se redujo desde el 2016, la merma se acentuó tras la irrupción de la pandemia del covid-19. En dicho período de gran incertidumbre, por el cierre de numerosas actividades económicas, el sector servicios que concentra aproximadamente el 70,0% de la ocupación femenina fue el más afectado.

También, la fuerte política expansiva que adoptó el Banco Central del Paraguay (BCP) para aminorar los impactos de la pandemia en la economía, a través de una importante reducción de las tasas de interés, pudo incidir en dicho comportamiento. Por tanto, pareciera que la pandemia aceleró el desplazamiento hacia instrumentos de ahorro a la vista, que facilitan su uso en caso de una coyuntura, precisa el informe.

Acceso a productos destinados al manejo de efectivo

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Para el lapso 2015-2022, en lo que respecta a los instrumentos de manejo de efectivo se observa una brecha importante en contratación de cuentas y, principalmente, en el saldo de dichas cuentas

Los productos para el manejo de efectivo son instrumentos financieros que permiten que las personas reciban sus ingresos y realicen sus pagos y/o transferencias sin necesidad de tener efectivo en su poder. Las estadísticas del BCP incluyen cuentas básicas; corrientes; y otras cuentas.

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Para productos de manejo de efectivo, la brecha de género permanece estancada, cercana al 80%. Si bien el número de cuentas contratadas por las mujeres pasó de representar el 65% de las de los hombres al 79%, cuando se analiza el monto mantenido en dichas cuentas se observa que la brecha es de 57 puntos porcentuales. En otras palabras y conforme con el estudio, las mujeres han contratado una menor cantidad de cuentas en los bancos y, además, el saldo que tienen, en promedio, es la mitad del correspondiente a los hombres.

Los datos del BCP muestran que las mujeres utilizan, fundamentalmente, cuentas corrientes. Lo anterior podría deberse a que les permite ingresar mayores montos que una cuenta básica y acceder a otros productos que ofrecen los bancos (tarjeta de crédito; seguros). De hecho, la participación del monto total mantenido en cuentas de las mujeres pasó de 65,9% a 76,3%.

Asimismo, durante el período 2018-2022 se redujo la brecha de acceso a créditos. No obstante, en cuanto al monto del endeudamiento, las diferencias permanecen considerables.

La información evidencia una mejora en el número de préstamos dirigidos a las mujeres. Al pasar de representar 71% de los destinados a los hombres a 74%. Sin embargo, al tomar en cuenta el monto de la deuda, la brecha es de 64 puntos porcentuales. Esto es, el monto de la deuda de las mujeres solo representó el 36% de la observada para los hombres. Si se considera el pasivo promedio, esa proporción es del 49%.

Para 2022, los créditos dirigidos al consumo concentraron casi el 60% de la deuda de las mujeres. Le siguen los créditos para la vivienda y servicios, con participaciones de 17% y 6%, respectivamente. Resalta que los créditos destinados al comercio al por menor perdieron participación en los últimos cinco años, al pasar de 11% a 5%.

Contribución de los bancos a la inclusión financiera

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En el proceso de avanzar en materia de inclusión financiera, los bancos han realizado importantes esfuerzos para reducir los costos y las barreras de entrada que enfrentaban las personas para acceder a los servicios financieros.

De acuerdo con el reporte de Asoban, entre 2015 y 2022, el número de ATM pasó de 1.177 a 1.369, con lo cual su presencia por cada 1.000 Km2 aumentó de 2,9 a 3,4%. Al igual que la provisión de ATM por 100.000 adultos, que alcanzó 25,6% en 2022.

Los bancos instalaron Terminales de Autoservicio (Tauser). Estos son, básicamente, ATM en las que las personas pueden gestionar depósitos; pagos; solicitudes de servicios, entre otros. Además, operan 24/7 para mayor comodidad de los usuarios.

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Adicionalmente, la reducción evidenciada en los últimos años en el número de dependencias de los bancos ha sido compensada con el progreso en la digitalización de los servicios financieros. Los bancos han invertido en la implementación de sus aplicaciones (app) y de otras formas de pago distintas a las tarjetas, como los códigos QR, que, además, se utilizan para realizar extracciones de dinero en los ATM sin necesidad de contar con tarjeta de débito y/o crédito.

Con la finalidad de garantizar el funcionamiento del sistema de pagos, los bancos han realizado alianzas con corresponsales no bancarios (CNB). Lo anterior ha permitido que las personas puedan realizar extracciones de efectivo; pagos; y depósitos en dichos establecimientos sin necesidad de dirigirse a la sucursal bancaria.

Los datos también muestran la presencia de los bancos en todos los departamentos del país, con excepción del Alto Paraguay. Tanto depósitos como ahorro se concentran en los departamentos de Central y capital. Le siguen en importancia Alto Paraná e Itapúa.

En este punto cabe destacar que, en capital; y los departamentos de Central; Alto Paraná e Itapúa representan el 8,4% de la superficie del Paraguay, pero albergan casi el 60% de la población. En tanto, el Alto Paraguay abarca el 20,2% del país y allí residen menos de 20.000 personas, que equivalen al 0,3% de la población paraguaya.

Finalmente, los bancos participan activamente en programas que favorecen el acceso de las mujeres a productos financieros. En noviembre de 2022, se creó el Fondo de Garantía para la Mujer (Fogamu) a través de un convenio entre el Fondo de Garantías del Paraguay (Fogapy) y el Fondo de Cooperación Internacional y Desarrollo (Taiwán ICDF). Este último donó US$ 5 millones para su implementación. El objetivo del Fogamu es garantizar los créditos dirigidos a mujeres propietarias de mipymes o que desean iniciar su negocio y no cuentan con el respaldo necesario para hacerlo. Los préstamos pueden destinarse a capital operativo e inversión. El monto máximo del préstamo a ser garantizado es de G. 1.600 millones, con una garantía del 80% y un plazo de hasta 10 años.

La equidad de género en la plantilla de empleados también ha sido un tema relevante para los bancos. De acuerdo con cifras de la Caja Bancaria, de las 12.815 personas que aportan mensualmente para jubilación y pensión, el 42% corresponde a mujeres y el restante a hombres.

Por tanto y de acuerdo con los datos expuestos y analizados, las mujeres han tenido una importante participación en el sistema bancario, lo que ha contribuido a ir reduciendo la brecha de género, un paso trascendental para seguir aportando al desarrollo y crecimiento del país.

5%

Los créditos destinados al comercio al por menor perdieron participación en los últimos cinco años, al pasar de 11% a 5%, tomados por mujeres el año pasado.

60%

Créditos dirigidos al consumo concentraron casi 60% de deuda de las mujeres en 2022. Le siguen para vivienda y servicios, con 17% y 6%, respectivamente.

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