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Datos del Banco Mundial (BM) revelaron que la pobreza mundial había disminuido de más de 1 de cada 3 personas (38% de la población mundial) en 1990 a menos de 1 de cada 10 personas (8,4 %) en 2019.
Con la crisis sanitaria las estimaciones son menos auspiciosas. Los cálculos dan cuenta que los ingresos del 40% más pobre de la población mundial pudieron haberse reducido 4% en 2020. Por tanto, la pobreza extrema habría aumentado un 11% durante el primer año de pandemia, pasando de 648 millones a 719 millones, lo que a su vez significó un incremento de 1,2 puntos porcentuales por encima de las proyecciones para ese período.
Desde el organismo internacional recordaron que acontecimientos adversos del pasado como la crisis financiera asiática de 1997 había generado un aumento de 0,2 puntos porcentuales en la pobreza mundial, con afectaciones a determinados países o regiones. No obstante, la actual crisis económica a causa de la pandemia provocó pérdidas generalizadas de empleos e ingresos, ya que miles de personas quedaron fuera del circuito laboral, lo que a su vez impactó en sus ingresos, por ende, en el nivel de consumo en todas las regiones del mundo. De hecho, en promedio, el 23% de las personas de los países encuestados informaron que habían dejado de trabajar entre abril y junio de 2020, y el 60% que había perdido ingresos (Encuestas telefónicas de alta frecuencia durante la crisis del covid-19 Banco Mundial).
Los últimos datos dan cuenta igualmente de que la pandemia desencadenó el primer aumento de la pobreza extrema en más de dos décadas. En esta línea, el informe denominado “Tras la crisis, la catástrofe”, publicado meses atrás con motivo de las reuniones de primavera del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), en Washington DC, revela que para el cierre de 2022 alrededor de 860 millones de personas podrían vivir en situación de pobreza extrema (con menos de US$ 1,9 al día). En tanto que 827 millones padecerían desnutrición a nivel mundial.
Cálculos de Oxfam Internacional refieren que aproximadamente 263 millones de personas se sumarían al grupo que vivirán en condición de extrema vulnerabilidad, lo que equivale a las poblaciones del Reino Unido, Francia, Alemania y España juntas. El aumento de la pobreza extrema está ligado a los efectos del covid-19, así como al aumento de las desigualdades a nivel global y el incremento de los precios de los alimentos, agudizado por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, se desprende del informe del organismo.
Es de recordar que América Latina y el Caribe han sido la región más afectada social y económicamente por la pandemia. Estadísticas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revelan que la tasa de pobreza extrema habría aumentado del 13,1% de la población en 2020 al 13,8% en 2021, lo cual significó un retroceso de 27 años.
Además, el organismo regional prevé que el crecimiento anual promedio del PIB en 2022 será de un 1,8%, cuando en 2021 todavía era de un 6,3%. Por el lado de la inflación regional, la Cepal prevé un aumento del 6,6% en 2021 al 8,1% en 2022.
En esta línea, la pobreza aumentaría del 29,8% en 2018 al 33,7% en 2022, y la pobreza extrema del 10,4% en 2018 al 14,9% este año, representando un incremento en la pobreza extrema por sexto año consecutivo (Informe anual Panorama Social de América Latina 2021- Cepal).