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De acuerdo con el mensaje del Poder Ejecutivo, el proyecto de Presupuesto General de la Nación para el próximo año será el último en ser ejecutado parcialmente por este Gobierno y, a su vez, será el primero con el que trabajará la administración entrante, a partir del mes de agosto de 2023. Por todo ello, reviste particular importancia en cuanto a la necesidad de que el mismo se ajuste a criterios de razonabilidad financiera y económica, que permitan una ordenada transición.
Para la elaboración de la propuesta normativa, se consideraron una serie de variables macroeconómicas para el año 2023. De acuerdo con el proyecto de Presupuesto General de la Nación, se espera una variación del Producto Interno Bruto (PIB) real de 4,5%, así como una inflación del 4,1%.
Además, la propuesta de gastos para el próximo ejercicio prevé un tipo de cambio de G. 7.098, es decir, una depreciación de la moneda del 1,9% con respecto a la cotización promedio del dólar americano estimada para el 2022.
Por último, se estima que las importaciones registradas de bienes en dólares presenten un incremento del 5,3% en comparación con el 2022, manteniendo un nivel en torno a US$ 14.468 millones.
Con respecto a los ingresos tributarios, las proyecciones apuntan a un crecimiento de 9% con relación al 2022 y una presión tributaria en torno al 10,4% para el 2023, según versa en parte del mensaje oficial.
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Déficit y convergencia fiscal
Si bien el proyecto de Presupuesto General de la Nación para el 2023 está ajustado a lo que establece la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF), de un déficit de 1,5% del Producto Interno Bruto, se solicita la suspensión de la aplicación de lo establecido en el numeral 1 del Artículo 7° de la Ley Nº 5098/2013, «De Responsabilidad Fiscal» para, de esa manera, superar el límite hasta el 2,3% aplicado al presupuesto de la administración Central. De acuerdo con el fisco, ello permitirá el sostenimiento del sistema sanitario ampliado y la continuidad a inversiones públicas estratégicas como parte del proceso de recuperación económica del país.
Las cuentas han arrastrado déficits desde el año 2012, producto de un aumento salarial, en promedio de 38% a favor del sector público, el descalce se ha profundizado en los dos últimos años, al considerar la política contracíclica impulsada desde el Gobierno. Esto provocó un quiebre, con anuencia del Congreso Nacional, del límite de déficit establecido en la Responsabilidad Fiscal. Así, en el 2019 las finanzas públicas cerraron con un saldo negativo de 2,9% del Producto Interno Bruto; 6,1% en el año 2020, 3,6% en el 2021 y, para este año, el Ministerio de Hacienda estima un descalce de 3,0%.
Es de mencionar que la convergencia al tope de 1,5% de la regla fiscal se daría de manera gradual y para ajustarse a lo que estipula la regla fiscal en el año 2024, siempre que sean respetados los lineamientos trazados por el Ministerio de Hacienda.
Reajuste salarial, inversión y financiamiento
El proyecto de Presupuesto General de la Nación para el año 2023 contempla dos reajustes salariales. El primero está vinculado al salario mínimo legal vigente, dado que el mismo tuvo modificación en el 2022 mediante el Decreto N° 7.270/2022, el cual dispuso el reajuste en 11,4% a partir del 1 de julio de este año. Y el segundo incorpora el último tramo del reajuste salarial del 16% para el sector docente de media jornada, el cual se realizará en dos etapas, 8% en el mes de marzo y 8% a partir de julio.
Cabe destacar que, con este ajuste, se daría por finalizado el compromiso asumido en el año 2017 para alcanzar el salario básico profesional docente. El reajuste en este sentido demandará US$ 80 millones con el refuerzo del presupuesto asignado al almuerzo y merienda escolar, útiles, textos, profesionales psicólogos, entre otros, refiere el mensaje oficial del Poder Ejecutivo.
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Proyectos de infraestructura
En lo que respecta a las inversiones, para el 2023 se apunta a mantener el promedio de inyección de US$ 1.000 millones para la Administración Central, priorizando proyectos estratégicos en infraestructura vial y edilicia, reconversión urbana, vivienda, agua y saneamiento, entre otros.
Sin embargo, la dinámica de inversión está sujeta a la aprobación de la ampliación del déficit fiscal. De acuerdo con los datos oficiales, la realización de las inversiones directas representa el 90% del total asignado al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (G. 5,6 billones), a los cuales se prevé adicionar G. 1,5 billones, alrededor de US$ 212 millones.
Para el ejercicio 2023 se plantea la emisión de bonos soberanos en torno a los US$ 600 millones. Así, el crédito interno, mediante la colocación de bonos de la Tesorería General, asciende a G. 542.895 millones y externo por G. 3,347 billones.
Además de los compromisos expuestos, el proyecto de Presupuesto General de la Nación para el 2023 apunta a reforzar el financiamiento de los programas sociales vigentes en medio del gran desafío de converger al límite del déficit fiscal en el corto plazo.
Grandes desafíos
Cada año, el financiamiento del presupuesto público se enfrenta a grandes desafíos, por lo que urge, además de impulsar reformas de calidad del gasto, encontrar otras fuentes que permitan la sostenibilidad de las cuentas públicas.
El pasado 1 de setiembre, y dentro de la fecha límite establecida en la Constitución Nacional, el Ministerio de Hacienda, en representación del Poder Ejecutivo, presentó al Congreso Nacional este proyecto de Presupuesto General de la Nación para el año 2023.
En el mismo sentido, existe una clara directiva desde el Ejecutivo, que ha sido reforzada en los últimos días, acerca de que los requerimientos fuera de la propuesta sean canalizados a través del Ministerio de Hacienda.
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Y en línea al mensaje del Ministerio de Hacienda, la prudencia, la razonabilidad financiera y la sostenibilidad fiscal serán claves para seguir en el proceso de recuperación económica.
En la siguiente entrega se profundizará en la composición de los ingresos, gastos, endeudamiento y alternativas de nuevas fuentes de financiamiento.
Dólar
La propuesta de gastos para el próximo ejercicio prevé tipo de cambio de G. 7.098, es decir, una depreciación de moneda local del 1,9% con respecto al dólar.
Bonos
Para 2023, se plantea emisión de bonos soberanos por US$ 600 millones. En inversiones, se apunta a unos US$ 1.000 millones para la Administración Central.
