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A todo ello, se sumó, el 24 de febrero del corriente año, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que impactó en la cotización de los commodities, traduciéndose en una disparada de los precios de alimentos y de recursos energéticos a escala global.
La amenaza al crecimiento económico activó la alerta y los diferentes gobiernos de la región comenzaron a desplegar planes y paquetes para dar soporte al proceso de reactivación de la actividad económica.
En Brasil, el gobierno adoptó medidas para refinanciar la deuda pública nacional. De los US$ 845.614 millones en concepto de gastos públicos para el 2022, el 39% ha sido para el refinanciamiento de la deuda pública. Además, el Congreso Nacional aprobó en las últimas semanas una ley que reduce los impuestos sobre el combustible, la energía, el transporte y los servicios de telecomunicación en un intento de frenar la inflación.
En Argentina, ante la creciente inflación superando el 60%, el Banco Central de la República Argentina elevó la tasa de interés al 52%. Como parte de su política contra la inflación y la escalada del dólar, el Gobierno ha apostado a la segmentación de tarifas de energía y gas para reducir los subsidios, mejorando así el impacto distributivo de la asignación para pago a los hogares. Es de recordar que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) permitirá a la Argentina posponer sus vencimientos con el organismo y fortalecer sus reservas al corto plazo.
Chile, por su parte, cuenta con una de las tasas de vacunación más altas de la región. Esto propulsó a una rápida normalización de la actividad económica en el país. De hecho, en el 2021, tuvo un crecimiento de 11,87% en su Producto Interno Bruto (PIB).
“Chile Apoya” es un plan gubernamental para la recuperación de la actividad económica, que implicará el desembolso de US$ 3.700 millones. De ese total, el 37% será destinado para la generación de empleos y ayuda a sectores más rezagados de la población, el 36% a ayuda directa a familias y el 26% enfocado en promover a pequeñas y medianas empresas.
Tras una recesión mundial en el 2020 provocada por la pandemia y un 2021 con el efecto “rebote”, es decir, de reactivación económica, el 2022 enfrenta a los países a múltiples desafíos, producto, en gran medida, a cuestiones exógenas, aunque para el caso de Paraguay, el componente climático ya había definido el comportamiento poco favorable de la economía para este año.
En la presente edición, la Consultora MF Economía e Inversiones presenta el paquete de medidas y acciones económicas impulsado por el Gobierno, los alcances y las perspectivas del mismo.