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El desempleo aumenta acompañado de una cada vez más afectación sobre el poder adquisitivo de nuestra moneda. En realidad, más allá de lo que se pueda decir y pronosticar sobre la inflación que, por cierto, bien podría llegar a cerrar este año en dos dígitos o el déficit que ya se volvió un problema porque su financiación está relacionada con la emisión monetaria, la cuestión más importante es otra.
Lo más importante en una economía es lo que pasa con los individuos, las familias y las empresas. No es lo que le pasa al Estado ni a su caja ni al presupuesto. Este el problema de fondo sobre el cual reposan demasiados de nuestros problemas. A diferencia de lo que algunos ingenuamente creen, el intervencionismo estatal avanza en la medida en que no exista una línea de pensamiento diferente que se le oponga. Y para demostrar lo expresado tomemos dos ejemplos en nuestra región. Solo el intervencionismo estatal fue capaz de dejar a Cuba sin azúcar y a Venezuela sin petróleo.
Una vez más, reactivación
La reactivación significa salir lo más rápido posible de la significativa caída de las actividades en sus diversos aspectos, desde la producción de bienes y servicios, la comercialización, el transporte, el consumo, las compras y ventas. Son miles de empleos los que están en juego así como los mismos ingresos al fisco.
Movilizar la actividad económica no es fácil y más todavía ¡si seguimos estancados en las erróneas ideas y prácticas prevalecientes!
Se podrá llevarla a cabo de manera expeditiva, si se acierta en las causas de cómo funciona la economía y no de la forma en que debe seguir funcionando el Estado. Esta sola distinción entre economía privada y Estado es relevante para el tema que nos ocupa.
La respuesta está en la función empresarial y no el intervencionismo estatal. La causa del crecimiento y del progreso mismo está en la economía libre mediante reglas institucionales de respeto y garantía a la propiedad privada con una administración de justicia acorde con los derechos individuales a la vida, la libertad y la propiedad. No hay otro camino y si hay otros que ciertamente se pusieron en marcha pues sencillamente han fracasado y seguirán fracasando.
El crecimiento es un efecto
De manera que sabiendo la causa del crecimiento tal como lo expresé más arriba, pues lo que queda es conocer por qué seguimos estancados. Una de las razones está en creer que la economía es una cuestión supeditada a un área de conocimiento reservada a ciertas personas con criterios de buen manejo de las matemáticas y que, igualmente, no tiene relación con las cuestiones de las libertades.
La realidad es muy diferente. La economía, tal como lo dijo Ludwig Von Mises (el más grande economista del siglo XX), es la acción humana por la cual la cooperación social que llevan a cabo personas intercambiando sus propiedades y talentos se llevan a cabo dentro de un régimen constitucional de expresa salvaguarda de los derechos individuales a la vida, la libertad y la propiedad.
Una economía medida por el Producto Interno Bruto (PIB), por ejemplo, podrá crecer durante un tiempo determinado, pero si no cuenta con un fundamento sólido de instituciones liberales y republicanas, ese crecimiento se debilitará ocasionando angustias a la gente. Esto es lo que ahora está ocurriendo. De manera que eso de culpar a la contienda internacional o a los precios del petróleo no tiene sentido alguno, al menos si se toma en cuenta lo que aquí mismo hacemos en nuestro país.
Además, no se trata del crecimiento en sí mismo. De lo que se trata es que las libertades políticas y civiles son también parte de la economía de mercado. Si vemos lo que pasa con China Continental, país que logró ciertamente un crecimiento inusitado en su momento, pues ahora se encuentra con un escenario no precisamente tan halagüeño para continuar creciendo.
Innovación y creatividad
La creatividad, como sabemos, es la capacidad de crear e idear algo nuevo y original, mientras que la innovación convierte las ideas en productos, procesos y servicios nuevos y mejorados. El mercado desde luego valorará o no esa creatividad e innovación.
Es que ese es el tema de fondo. La creatividad e innovación están en el sector privado. Son los empresarios, gerentes y operadores en general los que mejor conocen y saben lo que el público podría requerir en un momento determinado. El famoso “diferenciador” por el cual se ofrece algo que el competidor no tiene es una fuerza extraordinaria que solo el mercado libre incentiva.
Tanto la creatividad como la innovación son sumamente saludables no solo para una empresa, sino también para las personas individualmente como para el país y de ahí hacia los mercados internacionales. Hacer cosas nuevas y afrontar nuevos retos son cada vez más valorados en el mundo no solo empresarial sino para el país.
Política y economía
Si hay otra razón por la que estamos estancados con visos de retroceder para luego no contar con crecimiento alguno sino con simples aumentos en la recaudación tributaria (esto es lo que más les interesa a los políticos y burócratas), la misma está en la política y la economía.
La política organiza la sociedad sobre la libertad y la República. Cualquier otro intento terminó por destruir toda sociedad y llevarla a la miseria con autoritarismo. Para entender esto es preciso de una vez por todas comprender que tanto la política y la economía no pueden ser ni analizados ni acometidos en la práctica como compartimientos estancos.
Este es el gran error que se viene cometiendo. La política y la economía están íntimamente ligadas. Desde la política se organiza la sociedad para salvaguardar al hombre libre y ciudadano de las embestidas del poder. La política, por ende, requiere de ideas claras y de liderazgo de los que ocasionalmente se encuentran en la faena de servidores públicos.
Pero eso sí, no cualquier idea ni cualquier liderazgo. Es la idea de la libertad y la República y el liderazgo para ofrecer con honestidad y eficiencia los servicios que la gente paga por vivir en la sociedad.
La economía, a su vez, es la que provee de recursos a la política para lo cual se requiere de libre comercio, tanto interno como externo, respeto a la propiedad privada, bajos impuestos; esto es, seguridad y predecibilidad mediante legislaciones que no molesten aquella creatividad e innovación expresadas más arriba.
La economía y la política merecen ser analizadas desde otra perspectiva. Las mismas son fundamentales para el logro de objetivos a largo plazo, sólidos para que el populismo no se haga cargo de la vida societaria. Sin embargo, mientras a los políticos y burócratas les siga interesando la recaudación sobre la cooperación social hecha por individuos, familias y empresas que son los que crean riqueza y la distribuyen, lo que nos pasa se irá poniendo de castaño a obscuro. El gobierno conoce de esto y no hace nada, pero la gente es la que siente en sus bolsillos lo que ocurre.
Familias
Lo más importante en una economía es lo que pasa con los individuos, familias y empresas. No es lo que le pasa al Estado ni a su caja ni al presupuesto.
Caída
Reactivación significa salir lo más rápido que se pueda de la caída de actividades, desde la producción de bienes y servicios, venta, transporte, etc.
(*) Catedrático de materias jurídicas y económicas en UniNorte. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”; “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la Libertad y la República”.