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Las distribuidoras privadas consideraban que dicha subvención permitía una “competencia desleal” de la petrolera del Estado, pues argumentaban que los usuarios solamente recurrían al ente estatal por los precios más bajos. Con la derogación de la subvención, los trabajadores de los emblemas privados también se retiraron de la zona de la planta de la petrolera estatal, situada en Villa Elisa, departamento Central, en donde se encontraban “en vigilia” hasta la promulgación de dicha normativa.
De este modo, la estatal quedó sin subsidio al diésel común y a la nafta de 93 octanos. Esta derogación se dio igualmente en medio de críticas a varios políticos beneficiados con el subsidio a los combustibles de Petropar. Durante el tratamiento de derogación de la ley, la mayoría de los diputados oficialistas y de la oposición lamentaron haber votado por la subvención a la estatal, promulgada hace unos 15 días atrás, por lo que hicieron importantes modificaciones a la ley, que había sido aprobada por los senadores la semana pasada. También se descartó el proyecto de ley que pretendía subvencionar a los emblemas privados.
Durante el estudio del proyecto de ley que terminó eliminando la subvención a los combustibles de la estatal, numerosos trabajadores de servicentros privados se movilizaron igualmente en zona del Congreso para pedir la eliminación del referido subsidio a Petropar. Hasta ahora, el Gobierno no especificó qué alternativas prepara para aplacar la consecuente suba de precios de carburantes.