El desafío de la electromovilidad

En una coyuntura en la que la crisis del petróleo vuelve a posicionarse en el escenario internacional, recalentada por la guerra ruso/ucraniana, en el ámbito local gana terreno el debate sobre la insólita matriz energética aún vigente así como sobre la posible solución: la electromovilidad. No obstante, ciertas persistentes incógnitas de esta ecuación, en el imaginario de la población paraguaya, sigue siendo una especie de sueño futurista. Con el ánimo de acercar esta opción a nuestra cotidiana realidad, ofrecemos hoy el aporte del Ing. Félix Sosa, que sin lugar a dudas enriquecerá el debate.

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Cada vez, con mayor frecuencia se observa un vehículo eléctrico circulando por la ciudad o que inclusive te desplaces con una unidad de esta naturaleza, como conductor o como pasajero. Sin embargo, los beneficios de esta tecnología en nuestro país son escasamente conocidos aún. El expositor de hoy destaca ocho.

1. Costo y desplazamiento

Un vehículo eléctrico (VE) mediano consume en promedio 17 kWh/100 km en circulación por tránsito urbano pesado; por otro lado, un vehículo convencional, en promedio, consume 12 litros/100 km en las mismas condiciones. Tomando en cuenta que la tarifa de la electricidad en el Paraguay es 479 G./kWh, IVA incluido, y que el costo de la nafta de 97 octanos de Petropar está en 8.840 G./Litro IVA incluido, por ende, recorrer 100 km en un VE cuesta G. 8.143 contra G. 106.080 de un vehículo convencional equivalente, es decir, ¡13 veces menos! A esto falta incluir el ahorro que se tiene al no precisar de cambios de aceite y filtros de aceite y combustible en los vehículos eléctricos. Cabe destacar que de acuerdo con datos de la Comisión de Integración Eléctrica Regional (CIER), la tarifa de energía eléctrica del Paraguay es la más baja de Latinoamérica, por lo que circular con vehículos eléctricos en nuestro país tiene el menor costo por kilómetro recorrido en Latinoamérica.

2. Calidad del aire

Un vehículo eléctrico es cero emisión, es decir, mientras está en movimiento no produce emisiones de gases ni partículas, lo que impacta directamente en mejorar la calidad del aire en las ciudades, pues se disminuye la contaminación local. En Paraguay existen zonas urbanas saturadas de material particulado (hollín, carbonilla, etc.), siendo el sector transporte una de las principales preocupaciones de las autoridades. Mejorando la calidad del aire, se generan beneficios directos en salud (enfermedades respiratorias), principalmente en la población infanto-juvenil y en adultos mayores. El Paraguay, debido a que su matriz de generación eléctrica es 100% renovable, es el único país en el mundo donde un VE efectivamente es cero emisión y 100% sustentable, ya que la electricidad que utiliza no emite CO2.

3. Cambio climático

La electromovilidad utiliza como fuente energética la electricidad, es decir, no ocurre combustión fósil (gasolina, diesel, alcohol, gas) y por tanto no se producen emisiones directas de CO2 mientras un vehículo eléctrico se mueve, contribuyendo así a combatir el cambio climático. Este beneficio se logra maximizar cuando la electricidad es generada también con tecnologías de cero emisión, como son las energías renovables de las centrales hidroeléctricas del Paraguay. Es decir, en Paraguay como la electricidad que utiliza un vehículo eléctrico proviene en su totalidad de generación con energías renovables, entonces ese vehículo eléctrico tiene un ciclo de funcionamiento cero emisión, caso único en el mundo.

4. Contaminación acústica

Los vehículos eléctricos casi no emiten ruido, esto se hace más relevante en flotas numerosas de vehículos, en vehículos pesados con motores diesel o en vehículos operando a velocidades por sobre los 50 km/h. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda niveles de ruido para espacios al aire libre que no superen los 55 (dB). Un estudio de monitoreo de ruido en Ciudad del Este, realizado por la Universidad Nacional del Este en el año 2013, identificó puntos de acceso público que tienen niveles de ruido por encima de los 65 (dB) e incluso superando los 70 (dB), es decir, hasta un 31% superior al nivel recomendado.

5. Eficiencia energética

Cuando logramos transportar una determinada cantidad de kilómetros a personas o carga, pero utilizando menos energía, entonces estamos haciendo eficiencia energética en el transporte. Un vehículo eléctrico gasta en torno a un quinto de la energía que un vehículo a combustión equivalente, principalmente porque las eficiencias de un motor de combustión interna no superan el 50%, mientras que las de un motor eléctrico están sobre un 95%. Además, los vehículos eléctricos tienen la ventaja de recuperar energía gracias a los sistemas de frenos regenerativos. Por lo tanto, para una misma distancia y una misma condición de carga o pasajeros transportados, esta eficiencia energética se traduce en un ahorro económico en la operación, lo cual puede llegar a impactar favorablemente en el negocio en aquellos dueños de flotas cuyo nivel de actividad anual (kilómetros recorridos) es más elevado que en el caso del uso de un vehículo particular.

6. Gestión de residuos

Los mecanismos y tecnologías de los vehículos eléctricos no requieren de lubricantes y filtros, lo que reduce el manejo de residuos peligrosos. Por otra parte, los sistemas de freno sufren menor desgaste dado que los vehículos eléctricos emplean un sistema de frenos regenerativos. Las baterías eléctricas, luego de cumplir su ciclo de vida en el vehículo (8 a 10 años), pueden seguir siendo usadas para aplicaciones estacionarias, como iluminación pública con paneles solares, estadios deportivos o unidades de respaldo (otros 10 a 15 años) y, posteriormente, pueden ser recicladas y así evitar externalidades negativas al medio ambiente una vez que termina el ciclo de vida de este componente clave en la electromovilidad.

7. Diversificación energética

Como se ha dicho previamente, el 98% de la energía que consume el sector transporte corresponde a petróleo y sus derivados, por lo tanto, electrificar el parque vehicular de Paraguay significará diversificar la matriz energética en este sector, hacerla menos dependiente de los combustibles fósiles y de la volatilidad de sus precios, dado que somos un país importador. Desde 1969, en el Paraguay las energías renovables de las centrales hidroeléctricas desplazaron a las centrales termoeléctricas convencionales en un 100%. Con el Plan Maestro de Generación 2021-2040 se espera que hasta el 2040 la participación de la generación con energías renovables continúe siendo el 100% de la matriz. Si lo anterior se cumple y si se lograse además en el 2040 tener un 100% de la flota de vehículos eléctricos livianos, de pasajeros y de carga, se estima que se evitarían cinco millones de toneladas de emisiones de CO2 al año, lo que equivale a reducir el gasto en energéticos del país en más de US$ 1.300 millones anuales en concepto de importación de combustible, equivalente a cerca del 4% del PIB del año 2020. Este gasto puede reinvertirse directamente en, por ejemplo, capital humano para la electromovilidad a su vez en investigación y desarrollo.

8. Ciudades inteligentes

La electromovilidad contribuye también al desarrollo de ciudades inteligentes o smart cities (en inglés), concepto que apunta al desarrollo urbano sostenible, dando respuesta a las necesidades de la sociedad, pero también de organizaciones y empresas, buscando la eficiencia energética y la reducción de emisiones de CO2, al mismo tiempo que el desarrollo económico y el cuidado del medioambiente. La electromovilidad, a través de la innovación, infraestructura y tecnología, puede responder a necesidades de una ciudad inteligente desde el ámbito de la movilidad, que es cero emisión, pero también para disminuir los costos de uso de energía eléctrica, pues las tecnologías de carga bidireccionales inteligentes permiten a los vehículos eléctricos acumular energía en periodos de baja demanda y con alta producción de electricidad por medio de recursos renovables y luego entregársela, según su disponibilidad, a la red en periodos de alta demanda.

También, los vehículos eléctricos aportan al desarrollo de ciudades inteligentes, pues se consideran sensores móviles que capturan datos urbanos mientras están en movimiento. Lo anterior, sumado al uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), el internet de las cosas (IOT, internet of things, en inglés), la inteligencia artificial y la conectividad permite innovar y cambiar el paradigma de movilidad, apareciendo soluciones como la conducción autónoma y semiautónoma, re-ruteos, conectividad de flotas y un gran potencial de soluciones que apunten a una movilidad más eficiente y también más segura.

A todo lo expuesto podemos agregar que el Sistema Interconectado Nacional del Paraguay, con los refuerzos que estamos ejecutando en Transmisión y Distribución de energía eléctrica, en la actualidad está preparado para soportar la carga simultánea de 75.000 vehículos eléctricos, con cargadores de 3,6 a 7 kW en domicilios particulares o 2.600 a 5.200 buses eléctricos en forma simultánea y en cualquier horario.

¡13!

Recorrer 100 kilómetros en un vehículo eléctrico cuesta G. 8.143 contra G. 106.080 de un vehículo convencional equivalente, es decir, ¡13 veces menos!

Emisión

Un vehículo eléctrico es cero emisión, mientras está en movimiento no genera emisiones de gases ni partículas, lo que impacta directamente en la calidad del aire.

(*) Presidente de la ANDE

(*) Fuentes: ANDE, Universidad Nacional del Este (UNE), Plataforma de Electromovilidad del Ministerio de Energía de Chile, BCP, Organización Mundial de la Salud (OMS) y Comisión de Integración Energética Regional (CIER).

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