Cargando...
Durante la pandemia, el informe fue pieza fundamental para medir el impacto de la crisis sanitaria, pero, sobre todo, se constituyó en la principal herramienta del Estado para buscar la mejor focalización de la asistencia a los sectores afectados por la crisis sanitaria.
De hecho, varias de las contingencias económicas y financieras impulsadas por el Gobierno se centraron en mitigar los efectos en las actividades comerciales y de servicios, rubros de concentración social.
De acuerdo con la clasificación de la población por situación en la fuerza de trabajo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) realiza un desprendimiento del grupo central, la población total de Paraguay, que al 2021 fue de 7.307.629 personas. De este grupo, 5.231.424 conformaban la población de 15 y más años de edad y 2.076.205 personas eran menores a la mencionada franja.
Antes de profundizar en los datos es de recordar que la Fuerza de Trabajo (FT) está conformada por las personas de 15 y más años de edad, que en los siete días anteriores a la jornada de la entrevista realizaron alguna actividad económica por lo menos por una hora (Población Ocupada) y por las que no trabajaron ni una hora en una actividad económica estaban disponibles para trabajar y buscaron activamente trabajo (Población Desocupada).
De acuerdo con el informe del INE, en el país 3.770.282 personas formaban parte de la FT y 1.461.142 estaban fuera de ella entre los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2021.
Dentro de la considerada fuerza de trabajo, llamada Población Económicamente Activa (PEA) antes de la 19ª Conferencia Internacional de Estadísticos del Trabajo - CIET, se agrupa a la población ocupada y desocupada, que en el cuarto trimestre de 2021 aglutinó a 3.513.422 y 256.860 trabajadores, respectivamente. Dentro de los ocupados, la población subempleada por insuficiencia de tiempo de trabajo albergó a 173.443 personas, mientras que la combinación de la subocupación y desocupación reunió a 430.303 hombres y mujeres del país.
Composición del mercado laboral: ocupados, desempleados y subocupados
Desde los primeros registros del INE de 2017, la población ocupada fue en claro crecimiento hasta la disrupción provocada por la pandemia. Así, en el segundo trimestre de 2020, período más complicado de la crisis sanitaria, la ocupación cayó a un mínimo histórico de 3.133.000 personas que trabajaron con o sin remuneración por lo menos una hora en el período de referencia o que, aunque no hubieran trabajado, tenían empleo del cual estuvieron ausentes por motivos circunstanciales (enfermedad, licencia, vacaciones, paro, beca, etc.).
Para los siguientes trimestres se observa un proceso de recuperación con una leve caída en el segundo trimestre de 2021. La reconducción coincidió con la campaña de vacunación y reapertura gradual de la economía.
Al considerar el promedio móvil de 3 meses -herramienta que permite observar la tendencia de movimiento de la variable excluyendo los picos- se registra una sostenida caída a lo largo de casi todo el 2020 y, luego una tendencia constante y prácticamente lineal del aumento de la ocupación durante todo el 2021.
El progresivo y firme incremento de ocupados en el país se mantuvo durante el 2021. En el último trimestre, la cantidad de 3.513.442 personas ocupadas superó a los niveles históricos. En el comparativo interanual, los datos del INE muestran que alrededor de 60.000 personas más ingresaron dentro de la población ocupada y en el intertrimestral, es decir, entre el tercer y cuarto trimestre de 2021, más de 100.000 trabajadores.
Si bien uno de los factores que inciden en el crecimiento de la tasa de ocupación se vincula al cambio de la estructura demográfica y al crecimiento de la población, la recuperación actual de la población ocupada está explicada, como se mencionaba, principalmente, por un repunte de la actividad económica.
En cuanto a la población desempleada, los antecedentes muestran importantes caídas en determinados periodos económicos. En la primera ola de la pandemia, el INE registró a 256.882 personas fuera del mercado laboral. Pero, la mayor cantidad de personas desempleadas se había dado en el segundo trimestre del 2021 con 318.984 personas sin empleo. Al comparar el cuarto trimestre de 2021 con el mismo periodo, pero del 2020, se observa una reducción de aproximadamente 10.000 personas dentro de la población desempleada y un aumento de alrededor de 14.000 trabajadores fuera del circuito laboral.
De esta manera, entre los meses de octubre, noviembre y diciembre del año pasado, 256.860 personas de la fuerza de trabajo estaban sin empleo en los últimos siete días y disponibles para trabajar de inmediato. Además, habían tomado medidas concretas durante los últimos siete días para buscar un empleo asalariado o un trabajo independiente.
Un dato revelador y de gran importancia es el vinculado a la población subocupada, es decir, personas que trabajaron menos de un total de 30 horas por semana en su ocupación principal y en otras (si las tiene). Además, desean trabajar más horas por semana y están disponibles para hacerlo. En tal sentido, desde el inicio de la crisis sanitaria, los datos del INE muestran un crecimiento hasta el tercer trimestre de 2020. De hecho fue el mayor pico registrado con más de 300.000 trabajadores. Se observa una desescalada hasta el primer trimestre del 2021 con un nuevo aumento durante los meses de abril, mayo y junio del mismo periodo. Desde entonces, la cantidad de personas subocupadas reporta un descenso hasta ubicarse en 159.800 al cierre de 2021. En el comparativo interanual (cuarto trimestre 2020/2021) se verifica una reducción de aproximadamente 74.000 personas en la categoría en análisis y de casi 20.000 en el intertrimestral.
El comportamiento descripto refleja el proceso de recuperación económica, por ende, de mayor absorción de mano de obra en los últimos tres trimestres del 2021. Incluso la tasa de subocupación es la menor registrada desde los primeros datos.
En este punto es de recordar que, durante los meses más críticos de la pandemia, miles de personas quedaron fuera del circuito laboral, por lo que debieron buscar otras alternativas de empleo para seguir generando, en parte, recursos. Con la reapertura económica, muchas de estas personas retomaron sus actividades.
Así, al cuarto trimestre del 2021, Paraguay reportó un poco más de 416.000 personas entre desempleadas y subocupadas, lo cual representa alrededor del 12% de la fuerza de trabajo en el país.
Dinámica de las categorías ocupacionales
El INE clasifica dentro de las categorías ocupacionales a tres grupos de trabajadores: los asalariados, independientes y empleados domésticos. Dentro del primero y conforme con los datos interanuales en el 2019 el empleado/obrero público reportaba un crecimiento del 3%, pero en los años de la pandemia 2020 y 2021, se verifica una leve reducción con la que al cierre del año pasado totalizaban 333.125 funcionarios. Esto podría estar vinculado a los contratos temporales, sobre todo en dependencias vinculadas a la prestación de servicios sanitarios.
Para el caso del empleado/obrero privado, de un aumento registrado en 2019, el 2020 carga con una caída del 4% para luego repuntar en el 2021 con un crecimiento del 5%, es decir, de 1.337.708 trabajadores pasó a 1.401.965 sumando más de 64.000 nuevos empleados. Estos datos explican la importante cantidad de empleados que vieron destruirse sus empleos durante el primer año de la pandemia, pero que comenzaron un proceso de reinserción, en parte del segundo año de la crisis sanitaria.
Al observar el grupo de trabajadores independientes, el comportamiento muestra situaciones particulares. De un estancamiento en 2019 para el grupo del empleador/patrón, durante los años 2020 y 2021 se verifica una reducción de 9% y 4%, respectivamente. Así, de 168.572 personas en la mencionada categoría, al 2021 quedaron 161.594 o alrededor de 7.000 empleadores menos. Pese a que aún el escenario es negativo al cierre del año pasado, la cifra refleja la recuperación de los negocios y empresas. En tanto que, en el caso del trabajador por cuenta propia, los datos oficiales del INE muestran un moderado crecimiento en los últimos tres años, con un incremento del 1% al cuarto trimestre de 2021, quedando en 1.128.581 cuentapropistas al cierre del año pasado.
Esta caída se explicaría por la reinserción laboral de miles de trabajadores que habían quedado fuera del mercado en el auge de la pandemia y que ante tal situación habían emprendido negocios familiares para generar nuevos ingresos. Mismo comportamiento se observa en la condición de trabajador familiar no remunerado. El 2020, también reportó la mayor cantidad de personas dentro de este grupo con un incremento del 9%, pero al 2021 se muestra una leve reducción (-1%), agrupando a 256.426 personas.
Sobre el particular caso de los trabajadores familiares no remunerados, se observó una migración corta pero masiva hacia zonas rurales y semirrurales. De esta manera, el campo se convirtió en un seguro de desempleo para los trabajadores que perdieron sus empleos, encontrando provisión y sustento en sus comunidades de origen. Ello, al recordar que los sectores más impactados por la pandemia habían sido los de comercio y servicios.
Esta dinámica se revirtió en el año 2021 con la disminución de las restricciones sanitarias y una recuperación gradual de las actividades económicas. A medida que las fábricas, industrias y comercios en general comenzaron el proceso de reactivación, miles de desempleados vieron igualmente la recuperación de sus puestos de trabajo.
Finalmente, los datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística muestran que los niveles de empleo en Paraguay se encuentran en proceso de recomposición. Por tanto, el acompañamiento del Estado es clave en el nuevo escenario generado por la pandemia.
Las estrategias y herramientas que se impulsen acompañarán el desarrollo y crecimiento de todos los sectores del país en el corto, mediano y largo plazo.
Paraguay
En Paraguay los indicadores del empleo también sufrieron importantes reconfiguraciones desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020.
Brecha
La OIT lanzó una clara advertencia de profundización de la brecha entre los mercados laborales de países industrializados y las naciones en desarrollo.
Impulsar
Las estrategias y herramientas que se impulsen acompañarán el desarrollo y crecimiento de todos los sectores del país en el corto, mediano y largo plazo.
Negocios
Pese a que aún el escenario es negativo al cierre del año pasado, la cifra refleja la recuperación de los negocios y empresas, y por ende de los empleos.
Impacto
El mercado laboral ha sufrido desde el 2020 el impacto, primero; las secuelas, después, de los confinamientos y las medidas restrictivas.
OIT
Si no hubiera habido pandemia, OIT dice que se habrían creado unos 30 millones de nuevos puestos de trabajo en 2020 en todo el mundo.