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Los gobiernos se enfrentan nuevamente a importantes desafíos, principalmente los emergentes, donde los indicadores de pobreza, desigualdad, escasos si no nulos recursos disponibles han tocado cifras sin precedentes.
En la misma línea, el Gobierno de Paraguay impulsa una serie de medidas de asistencia para sectores afectados por la pandemia y desde hace semanas se suma otro grupo, los impactados por el clima.
Entre las acciones tomadas en beneficio de este último segmento figura la asistencia a más de 21.200 pequeños productores, facilidades para reprogramar créditos del sector agropecuario, medidas de apoyo de las entidades financieras públicas y las vinculadas a facilidades tributarias.
Además, desde el Gobierno presentaron el Plan Nacional de Empleo 2022 ocasión en que se destacó la creación de más de 156.000 empleos durante el 2021. Así también, se apunta a continuar bajando las tasas de desempleo, mediante la construcción de políticas públicas que permitan una capacitación acorde a lo que requiere el mercado laboral.
Cuando se empieza a analizar el impacto de la pandemia por sectores económicos durante el 2021 y las perspectivas para el presente año, el agrícola se destaca por los escenarios que enfrenta. Es de recordar que la campaña agrícola 2021/2022 arrancó en setiembre con ciertas dificultades por falta de lluvias en algunas regiones (centro-norte) aunque desde octubre el régimen de lluvia se había normalizado. La situación permitió la siembra en tiempo y forma, así como una germinación y desarrollo de los cultivos en general.
Desde el sector productivo recordaron que hasta fines de noviembre las perspectivas eran de una buena cosecha (10.500.000 toneladas). En diciembre empieza el déficit hídrico, lo que provocó un cambio radical en el estado de los cultivos reduciendo las expectativas del volumen total de cosecha.
Al respecto, Héctor Cristaldo, titular de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), sostuvo que las expectativas de rendimiento promedio a nivel nacional, inicialmente estimado en 2.850 kg/ha, cayó por debajo de los 2.000 kg/ha (evaluación de fines de diciembre).
“Este año se dio la peor combinación posible de las variables climáticas: altas temperaturas de día, bajas temperaturas debido al viento a la noche y déficit de lluvia que inciden en la calidad del producto. Los rubros también afectados son maíz de zafra, sésamo, productos frutihortícolas, mandioca, maní, etc”, precisó.
En cuanto a las medidas de apoyo por parte del Estado, Cristaldo las calificó como oportunas al inyectar certidumbre con relación a cómo manejar los compromisos de financiamiento que tienen los productores.
El objetivo de las disposiciones, en general, es permitir que la gente del campo siga trabajando pese al mal año que implica la caída de producción, y que toda la cadena siga activa y con perspectivas de siembra para la próxima campaña en busca de la recuperación.
Al igual que en la edición anterior, en esta entrega, la Consultora MF Economía/Inversiones describe y analiza el comportamiento de otros sectores económicos del país con gráficos para una mejor lectura de lo acontecido en el segundo año de pandemia.