Fortalecimiento y extensión del Fondo de Garantía, herramienta para ayudar a resistir en medio de la crisis

Los Fondos de Garantía son constituidos para generar el concepto de adicionalidad (acceso a créditos o a más créditos). La vigencia de este instrumento reduce el riesgo que representa para las entidades financieras prestar recursos a segmentos considerados de alto riesgo y más aún en momentos de crisis. Tal como es el escenario actual y en el que las mipymes de América Latina están sufriendo el coletazo de la inactividad por la crisis sanitaria. De hecho con el paso de las semanas, muchas no han resistido los costos de mantener una estructura, e incluso el pago de deudas no ha podido ser cubierto.

Fortalecimiento y extensión del Fondo de Garantía
Fortalecimiento y extensión del Fondo de Garantía

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En lo que va de esta crisis sanitaria, varias micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) no han resistido los costos de mantener una estructura, en la que la nómina salarial, el compromiso con proveedores e incluso el pago de deudas no han podido ser mínimamente cubiertos. En consecuencia, también miles de personas se están quedado sin trabajo.

En Paraguay, al igual que en otras naciones latinoamericanas, se han aplicado moratorias impositivas, de servicios públicos y hasta subsidios laborales, pero no han sido suficientes para compensar la carga de muchos sectores económicos.

A modo de evitar que la economía siga sufriendo el cierre de más empresas, varios gobiernos de América Latina han dado a conocer una serie de salvatajes financieros. Los créditos blandos (plazos y tasas flexibles), mediante el fortalecimiento de los Fondos de Garantías para mipymes, han sido una de las principales políticas empujadas por los estados. Sin embargo, la aversión al riesgo de las entidades financieras se ha configurado en uno de los tantos desafíos aún por sortear para el financiamiento de las mipymes en plena crisis por la pandemia.

En Chile, el Gobierno presentó el programa de créditos especiales covid-19 para el rescate del 95% de las micro, pequeñas y medianas empresas del país afectadas por la crisis sanitaria. El plan comprende una garantía estatal de US$ 3.000 millones. Los montos de la línea de crédito covid-19 para capital de trabajo podrán llegar hasta el equivalente a tres meses de ventas de la empresa en un periodo normal, definido entre octubre de 2018 y setiembre de 2019.

Además, la línea de crédito tendrá 6 meses de gracia, a un plazo de entre 24 y 48 meses. Así también, los préstamos tendrán una tasa de interés máxima real, que en las condiciones actuales será 0, e incluso podría ser negativa, según la evolución de la inflación. Para las empresas que suscriban la línea de crédito covid-19, quedó dispuesto que los bancos deberán postergar cualquier amortización de otros créditos preexistentes por al menos 6 meses. Esto, a fin de aliviar la carga financiera de las empresas.

En Argentina, la política de salvataje a las mipymes también comenzó a implementarse pocas semanas después de la crisis sanitaria. El tesoro dispuso el fondeo de $ 35.000 millones al FOGAR (Fondo de Garantías Argentino), para garantizar los préstamos bancarios a las pymes. Estos recursos permitirían el apalancamiento de alrededor de $ 90.000 millones de préstamos. La línea especial de crédito a micro, pequeñas y medianas empresas contempla una tasa de interés anual máxima del 24%, con un mes de gracia y plazo de pago de 90 días. Con la presentación de la planilla de empleados y nómina salarial, las mipymes podrán acceder a un crédito para el 100% de cobertura de la nómina.

La contragarantía se limita al tipo personal, a sola firma, no una garantía real, como una hipoteca sobre alguna propiedad o activo de la empresa. Para el caso de las grandes empresas, el Fondo de Garantías Argentino cubrirá hasta el 25% de la nómina salarial. En ambos casos, el crédito abarca solo un mes del pago de salarios.

Paraguay: medidas para enfrentar efectos de cuarentena

Solo días después de confirmarse el primer caso de coronavirus (covid-19) en Paraguay, el gobierno dio a conocer las primeras medidas económicas para mitigar el impacto de la pandemia en el país.

Semanas después, el Poder Ejecutivo presentó un proyecto de Ley de Emergencia Económica. El mismo, aprobado casi a libro cerrado por el Congreso Nacional, declaró estado de emergencia en todo el territorio de la República del Paraguay ante la pandemia, y se establecieron medidas administrativas, fiscales y financieras por el presente ejercicio fiscal.

La normativa tiene por objetivo mitigar o disminuir las consecuencias de la pandemia del covid-19, fortalecer el sistema de salud, proteger el empleo y evitar el corte de la cadena de pagos. De hecho, varias medidas ya fueron implementadas con cierta lentitud y en proceso, como el fortalecimiento del sistema sanitario, la asistencia social y laboral, entre otras acciones.

Sin embargo, el apoyo crediticio para los sectores económicos solo cobró forma esta semana, luego de que varios gremios empresariales levantaran su voz de preocupación ante el cierre de empresas y negocios que no pudieron sostener sus costos en medio de la inactividad por la cuarentena. Además, de la constante posibilidad de que otras mipymes deban inevitablemente dar por terminadas sus actividades ante la falta de asistencia.

La Ley de Emergencia contempla la atención a las mipymes, al sector agrícola, comercial y de servicios mediante la capitalización de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), el Fondo de Garantía de las mipymes y el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH).

Pero la implementación pudo concretarse a casi 15 días de la promulgación de la Ley de Emergencia y cuando unas 2.100 empresas, principalmente mipymes, solicitaron al Ministerio del Trabajo la suspensión de sus actividades, afectando a unos 43.000 trabajadores. De esta manera, los ingresos familiares se ven fuertemente impactados debido a que los empleados solo recibirán una parte de su salario por el plazo de 90 días.

Fondo de garantías y fideicomiso

En la semana, el Ministerio de Hacienda (MH) y el Banco Central del Paraguay (BCP) dieron a conocer los detalles de dos herramientas financieras contempladas en Ley de Emergencia, la figura del fideicomiso y el fortalecimiento del Fondo de Garantía para mipymes. La primera se trata de la constitución de un fideicomiso que brindará apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas.

El mismo será administrado por la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), en carácter de fiduciaria. Para ello, el MH, el BCP y AFD acordaron destinar recursos por aproximadamente G. 650.000.000.000, unos US$ 100.000.000. Este dinero se suma a la capitalización complementaria del 20% de utilidades del ejercicio 2019, que aportará el Banco Nacional de Fomento (BNF) y que asciende a G. 60.000.000.000. Con estos recursos disponibles se estima una asistencia crediticia a favor de aproximadamente 40.000 microempresas.

De acuerdo a explicaciones de las autoridades, el nuevo instrumento apunta a dotar de liquidez a diversos sectores de la economía, buscando el mantenimiento del empleo y la cadena de pagos. La herramienta abre nuevas líneas de créditos, operaciones de descuentos o compra de cartera de créditos con retroventa, entre otros, y está dirigida a entidades bancarias, empresas financieras, cooperativas, empresas financieras no bancarias y otras firmas crediticias. Con respecto a la segunda herramienta, el Fondo de Garantía para las micro, pequeñas y medianas empresas (FOGAPY), creado en el 2016, será fortalecido con alrededor de G. 650.000.000.000, unos US$ 100.000.000. Con el fondo de garantías en funcionamiento se podrá dar cobertura a unos G. 3,250 billones, aproximadamente US$ 500.000.000 de nuevas operaciones crediticias del sector financiero y cooperativo destinadas a favor de unas 90.000 mipymes del país.

Testimonios

Para conocer de primera mano la opinión de los sectores vinculados a las nuevas herramientas financieras implementadas por el gobierno, en esta edición se recogieron testimonios de varios referentes.

El presidente de Koga, Bruno Defelippe, destacó la medida anunciada por el gobierno de apoyo a las mipymes. Sin embargo, habló de la necesidad de ampliar el fondo de garantía con más recursos y asistencia a otras categorías como cuentapropistas y profesionales independientes.

Esto, considerando la alta demanda que se presenta por los créditos blandos y con cuyos recursos las empresas buscarán compensar la caída de sus ingresos durante esta cuarentena. Planteó que el fondeo del instrumento de garantía provenga del ahorro fiscal, que podrá ser posible si el Estado aplica una política de severa austeridad en el componente del gasto. Además, Defelippe expresó su preocupación sobre la situación de los emprendedores y mipymes del país.

Recordó que hace un mes habían realizado una encuesta sobre el tiempo que las micro, pequeñas y medianas empresas podrán hacer frente a la crisis, y el 60% había respondido que su capacidad de resistencia no iba a más de 30 días. “Hoy 60% de las mipymes están a punto de cerrar o al menos suspender actividades. Si se considera que el 60% de la Población Económicamente Activa (PEA) es empleada por estas empresas, con esta crisis se encuentran en riesgo alrededor de un millón de empleos. Las firmas no tienen otra opción que cortar personal ante la falta de asistencia”, agregó.

Sector productivo

En otro orden, desde el sector productivo coincidieron en la importancia de la implementación de las herramientas financieras presentadas por el gobierno. Pero señalaron que la gran incógnita es si los instrumentos para apalancar los préstamos a MIPYMES son realmente suficientes, considerando la demanda que ya existe en el sector. El presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, sostuvo que a la incertidumbre actual se suma lo que vendrá tras la cuarentena, es decir, con qué velocidad se podrá dar la reactivación económica y si las empresas se encuentran preparadas para ese eventual escenario.

Cristaldo insistió en la necesidad de diseñar herramientas que den soporte a la mayor cantidad de mipymes, que hoy están en riesgo de cerrar, debido a que su funcionamiento es insostenible en esta crisis sanitaria. “Ojalá los instrumentos financieros puestos a consideración de las mipymes se amplíen para que ayude a superar la tormenta y luego apalancar la reactivación económica del país. El fondeo podría darse a través de una reingeniería del gasto, buscar en las multilaterales, pero no se puede hablar de aumentar impuestos cuando las empresas están tratando de superar la crisis. Acá se necesita apalancar el sistema para que siga funcionando, así como defender el empleo, para que el impacto sea mínimo en la tasa de desempleo”.

Para el titular de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Gustavo Volpe, es necesaria una segunda normativa de generación de asistencia a las empresas. Además, de la ampliación del fondo de garantía para las grandes compañías. Esto teniendo en cuenta que el 2019 fue un año crítico para toda la economía y durante el cual las ventas en el sector industrial cayeron incluso en 35% y actualmente muchas enfrentan una reducción de hasta el 100% en su facturación. “Esas empresas ya no tienen pulmón para seguir manteniéndose, por lo que se necesita encontrar nuevos mecanismos para asistirlas. No estamos pidiendo subsidios ni condonaciones, sino la posibilidad de acceder a créditos flexibles para la refinanciación o reestructuración de las deudas, así como a nuevos préstamos para afrontar la crisis”, agregó.

Volpe destacó la medida tomada por el BCP, consistente en la compra de carteras para dar liquidez a las entidades financieras. En ese sentido, insistió en el fortalecimiento y extensión del Fondo de Garantía para las demás categorías empresariales, que servirá para dar tranquilidad al sistema financiero.

Las opiniones reconfirman la crítica y preocupante situación existente en los actores de la estructura económica del país. Si bien, las medidas implementadas por el gobierno han sido en su mayoría acertadas, muchas de ellas han llegado con retraso, incluso tarde para muchas micro, pequeñas y medianas empresas que hoy, lamentablemente, ya no forman parte del tejido económico del país, sumando así al aumento de la tasa de desempleo, con la consecuente caída de los ingresos familiares.

Por lo tanto, es urgente ampliar las estrategias que permitan asistir a las empresas de todas las categorías que siguen resistiendo en esta crisis y proteger los miles de empleos que desde hace 30 días tienden de un hilo. Aunque no existen muchas alternativas de financiamiento para ampliar o fortalecer, por ejemplo, el Fondo de Garantía, debido a la fuerte presión con que ya cargan las cuentas fiscales, una de ellas podría ser la de buscar recursos en las entidades binacionales, principalmente en Itaipú. La estrategia diplomática, en este sentido, será clave, ya que, dependiendo de su éxito, Paraguay podría conseguir los fondos que aseguren el presente y futuro de miles de sectores económicos del país.

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