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En la actual temporada (2019/20), el Pilcomayo fluye hacia territorio paraguayo de forma ininterrumpida desde hace ya casi ocho meses, y en principio se concentró en las inmediaciones del Fortín Gral. Díaz, abarcando una superficie de 20.000 hectáreas. Allí, “en la palangana, quedó el agua seis meses, y de ahí comenzó a salir hacia el sur con destino a Tinfunké. Hoy día está a mitad de camino en el Estero Patiño, por el cauce. Hay poca agua ahí por la sequía, y desde ahí puede alimentar por ejemplo al río Negro. Según las observaciones, avanza 200 metros por día (las aguas en el estero), que es muy poco”, describió al respecto y ante nuestra consulta el titular de la Comisión Nacional, Ing. Artur Niedhammer.
Actualmente, se podría decir que el caudal está en el medio, en el centro de lo que es todo el área del Estero Patiño, a unos 100 kilómetros del Fortín General Díaz, especificó la fuente, quien contó a principios de la última semana que estaban cayendo algunas lluvias en la zona, lo que iba a aportar más agua, aunque el principal seguirá siendo el del río Pilcomayo.
Niedhammer recorrió el pasado fin de semana parte de la cuenca del río Montelindo con el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones, Arnoldo Wiens, justamente para evaluar el avance que han tenido las aguas hacia el sureste. Resulta que parte de las aguas que desbordaron de la “palangana” formada cerca de Gral. Díaz reactivaron hace algunas semanas el río Montelindo y avanzaron rápidamente hasta cruzar el Jueves Santo la ruta Transchaco, situándose el martes último a menos de 50 kilómetros de su desembocadura en el río Paraguay, hasta donde tenía que llegar en estos días si mantenía el mismo ritmo de desplazamiento que ha mostrado hasta entonces, de acuerdo a los informes dados por el MOPC.
Estudios topográficos para el área
En todo este tema, el MOPC contrató justamente en septiembre del año pasado, licitación mediante, a la empresa Helitáctica SA, representada por el Ing. Luigi Paolo Ananda Piccollo Rojas, para un “análisis técnico de la cuenca del río Pilcomayo en territorio paraguayo”, por G. 10.350 millones (US$ 1,6 millones), de los cuales hasta febrero pasado ya recibió el 77,5%, según datos de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP).
Las referencias técnicas hablan de hacer “relevamientos topográficos, mapa base y modelos digitales del terreno”, a partir de la exploración aérea y otros estudios que abarcan unas 60.000 hectáreas en la región de mayor impacto de las aguas del Pilcomayo que ingresan al Chaco paraguayo.
El contrato con Helitáctica SA no establece un plazo para terminar el trabajo, pero consultado al respecto, el director de la Comisión Nacional ya había adelantado que el referido estudio “prácticamente se está terminando”, e incluso, sobre algunos de los resultados ya se estaba trabajando. Sobre el uso que se dará a esos estudios, Niedhammer manifestó en su momento que, en primer lugar, los mismos son necesarios para cumplir los requisitos que exige el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) a fin de seguir con los planes que está impulsando la comisión para hacer el intento de hacer llegar las aguas del Pilcomayo a algunos cauces de riachos que están secos hace muchos años, citando entre ellos al Confuso, el Negro, el He’ê y el Montelindo, que hace varias semanas, como ya se consignó, recibe agua por el propio impulso de la corriente ingresada a territorio paraguayo.
Los posibles trabajos
Al respecto, todo indica que para que las aguas puedan llegar en temporadas venideras a los demás cauces, y en este caso desde el Estero Patiño, se va a precisar de obras de ingeniería, probablemente algunos kilómetros de canales artificiales como enlace, de acuerdo a versiones extraoficiales. Es para emprender dichos trabajos que se gestionaría precisamente el permiso del Mades.
De acuerdo a los diversos informes técnicos recogidos en marzo pasado y lo que va del presente mes, sin embargo, ese tipo de tareas no está contemplado aún en las licitaciones adjudicadas en diciembre último para la “ejecución de obras para ampliación, profundización del canal de tomas de agua del río Pilcomayo, limpieza e interconexión de cañadas para la conducción de las aguas que ingresan a territorio nacional”.
Estos trabajos incluyen la embocadura, más el canal de 50 kilómetros, la cañada La Madrid y el área de General Díaz, y esta vez se agregó la posibilidad de hacer mejoras en el cauce mismo, entre el Hito 1 y la embocadura.