El problema de la deuda de Itaipú

Nuestro planeta es duramente azotado por enemigos invisibles, casi apocalípticos, países que gozaban de nuestra admiración por tener un sólido sistema de salud hoy se ven avasallados y se declaran sobrepasados en su capacidad de reacción ante esta pandemia, muestra ¿de cuánto valdría la vida humana ante un eventual recrudecimiento de este tipo de devastación?, casi nada. Esto nos hace pensar que en cualquier momento pueden existir escasez universal de alimentos, contaminación del agua, reducción de oxígeno, colapso en las comunicaciones y otras calamidades. Varios filmes de “ficción” que se basan en luchas por la sobrevivencia a causa de escasez de energía en la tierra nos hace reflexionar sobre el extraordinario bien compartido que hoy disponemos: la Itaipú Binacional.

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Proseguimos con nuestro aporte, de corte académico, sobre aspectos fundamentales del Costo del Servicio de Electricidad relativo al servicio de la deuda de Itaipú, compuesto por el monto necesario para el pago de las cargas financieras y para el pago de la amortización de los préstamos, conforme a lo establecido en el Anexo C - numeral III.2 y III.3 respectivamente.

Este componente es de notable incidencia en los estados contables de la Itaipú, en realidad toda la expectativa de revisión del Tratado se va a reconfigurar sobre este elemento. Según manifestaciones de algunos críticos, la ansiedad de avanzar en la negociación está claramente apoyada sobre los hombros de la margen paraguaya, dado que si los acontecimientos se sucedieran sin que las partes acuerden una nueva política, la reducción de la tarifa sería automática en la proporción de la cancelación de la cuota anual pagada de la deuda.

Si se pretende mantener el diseño actual de la tarifa, nuestros negociadores deberán plantear propuestas extraordinariamente atractivas a nuestra contraparte para mantener este régimen, que implica recurrir a las mejores estrategias comerciales. Finalmente, estamos flirteando con la posibilidad de diluir una oportunidad única de revolución en cuanto al impulso que se pueda dar a los pueblos o de concretar efectivamente resultados altamente relevantes para el desarrollo común. Entiendo que circunstancias atípicas permitieron un crecimiento galopante de la deuda en una determinada época de la construcción de la obra más grande del mundo.

La historia se remonta a noviembre de 1975, cuando ocurre el primer desembolso importante en cruceiros (moneda brasileña de entonces) de la Eletrobras, equivalentes a US$ 2.500 millones, disponibles entre 1975 y 1989, plazo de amortización entre 1985 y 2023, tasa de interés de 10%, más tasas de supervisión y otras, con corrección del saldo deudor por medio de los índices oficiales brasileños. Esencialmente estos recursos serían utilizados para la elaboración de proyectos, construcción de obras civiles y administración general de la entidad.

Posteriormente se incorporaron más recursos procedentes de diversos agentes financieros, brasileños y extranjeros, los cuales no detallamos debido al volumen de información y al escaso espacio, y cuyos plazos de pagos totales, incluyendo periodos de gracia se aproximaban a 15 años. Estos fondos fueron utilizados, entre otros, para expropiación de terrenos, provisión de equipos para la central, líneas de transmisión, montajes electromecánicos, equipos fabricados en el Brasil, subestación blindada a gas Sf6, parte de la subestación margen derecha, componentes de unidades generadoras, servicios de montajes electromecánicos, etc.

Aunque en principio estos recursos provinieron de agencias oficiales procedentes de distintos puntos del planeta, luego la dependencia fue exclusiva de la Eletrobras.

La entrada en operación comercial de la primera unidad generadora estaba prevista, según los primeros contratos, para 1983 y, la última, para 1989. Sin embargo, se produjo un retraso de 1,4 años, aproximadamente, en la generación efectiva, provocando demora en el ingreso inicial en concepto de comercialización del producto generado, con el consiguiente aumento considerable de deuda, especialmente los valores vencidos impagos.

En 1985 entró la primera máquina en operación, con costo unitario del servicio de electricidad de 10,00 US$/kW mes. Las tarifas aplicadas en años subsiguientes se vieron afectadas por un problema interno del vecino país, conocido como efecto del Plan Cruzado, que consistió en un congelamiento de precios en el Brasil.

Estimado lector, no hago aún juicio de valor sobre las circunstancias, porque estamos analizando hechos consumados. Desde el inicio de la operación comercial de la central y por un periodo de aproximadamente 10 años, las finanzas de la binacional se vieron afectadas por una serie de escenarios no alentadores para los intereses de la empresa, como la crisis de la deuda, primera y segunda crisis del petróleo, aplicación del Plan Real, etc., hechos que conspiraron para que el equilibrio económico-financiero de Itaipú se vea seriamente comprometido y su deuda se transforme en compromisos incontrolables.

Recordemos que los asientos contables de la empresa, tarifa, presupuestos, además de los compromisos de pagos de royalties, resarcimientos y compensaciones, utilidades de capital eran consolidados y controlados en dólares estadounidenses. Sin embargo, la mayor parte de la deuda estaba constituida por moneda brasileña que era convertida en dólares para su registro contable, repito, el saldo deudor en moneda brasileña era ajustado periódicamente mediante corrección monetaria para contrapesar los efectos de la inflación. En aquel entonces, el Gobierno brasileño controlaba la inflación interna mediante la aplicación periódica de minidevaluaciones del dólar que compensaban la corrección monetaria derivada de la inflación (IGPm).

Finalmente, a mediados del año 1994, el desequilibrio económico-financiero que la Itaipú enfrentó se agudizó peligrosamente, particularmente por la aplicación del Plan Real, que consistió en un mecanismo de combate a la hiperinflación, aplicado por el Gobierno de entonces en el vecino país.

El plan consistió en una fórmula que se utilizó en 1994 para controlar la inflación y fue la de crear una moneda con un tipo de cambio fijo respecto al dólar. Posteriormente, en 1999, el Gobierno de Fernando Henrique Cardoso decidió dejar nuevamente flotar la moneda. Cardoso era ministro de Hacienda cuando se creó el Plan Real.

De lo relatado en el párrafo precedente y sumado a la inexistencia de una política cambiaria en la época que compensara la corrección monetaria por efecto inflacionario, de manera que por un lado la inflación crezca y, por el otro, la relación cambiaria R$/US$ decrezca, impactó violentamente sobre las cuentas de Itaipú que en aquella instancia el monto de la deuda ascendía a 10.837 millones de US$ y por lo manifestado, se incrementó a US$ 15.420 millones, en el periodo de julio a diciembre de 1994, según registros contables de la entidad.

Acuerdo relevante entre partes fue logrado en 1997. Los administradores de la época de la entidad negociaron un acuerdo de equilibrio económico financiero, que consistía en el arreglo de las deudas con la Eletrobras por préstamos y financiamientos concedidos a la Itaipú (Tabla 1), así como corrección del valor nominal del Costo del Servicio de Electricidad y se fundaba en tres ejes; a) aumento tarifario, b) reducción de tasas de intereses, c) dolarización de la deuda que al cambio alcanzó la suma de US$ 16.225 millones. Esta evaluación se refiere únicamente a cuentas con Eletrobras y la premisa fue cancelar toda la deuda de la entidad en 2023. A partir de 1997, el cumplimiento de los vencimientos de las obligaciones se honra hasta la fecha en tiempo y forma.

Conclusión: La entidad fue azotada por siniestros económicos que sufrió el mercado financiero del Brasil mediante la sobrecarga de pasivos en las finanzas de la entidad, aun así, la sobreexposición a posibles impactos procedentes de perturbaciones y fluctuaciones de caudales no fue suficiente para impedir que el balance contable de esta notable empresa reencauzará el cumplimiento de sus obligaciones ante sus acreedores, en particular ante la Eletrobras, que en medio de los infortunios del mercado monetario obtuvo extraordinarias rentas.

Hoy nos encontramos en un punto de inflexión que nos permite aprender del pasado, estructurar la realidad y proyectar un futuro satisfactorio para las altas partes contratantes, obviamente que el azar, pasión sin criterios, descoordinación y puras profecías no servirán de plataforma para lograr el tan anhelado desarrollo del país de la mano de la Itaipú Binacional, material humano existe, encontrar la ecuación.

(*) Coordinador ejecutivo UC.GP – Itaipú Binacional.

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