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Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez (España). Los relojes del aeropuerto madrileño marcan casi medianoche (hora española) del 29 de diciembre pasado, y los paraguayos esperan impacientes el momento de subir al avión y partir hacia Asunción, en un vuelo marcado para la 01:55 del día 30. También se escucha a pasajeros de nacionalidad argentina y española, pero el mar de gente es dominado por los compatriotas. Las paraguayas suben el tono de su conversación al empezar a cerrarse los comercios de la terminal aérea y quedar las puertas cercanas de embarque libres de otros viajeros.
Los temas son diversos, desde las ciudades de destino en Paraguay, los viejos amores y, también, los nuevos, los años de “antigüedad” en España, las regiones en que hoy viven en el Viejo Continente, el trato que reciben de sus empleadores y, por supuesto, los ingresos económicos. Conversación sin reservas, de mujeres que ya superan los 50 o están muy cerca, con la experiencia suficiente para ocultar lo menos posible de esta nueva vida en Europa, principalmente desde el punto de vista financiero.
En el intercambio de detalles, una de ellas cuenta que le pagan 900 euros al mes (alrededor de 1.000 dólares al cambio actual), pero sin trabajar feriados y con descanso suficiente durante el día, y mucho respeto en el trato. Enfatiza este último dato. Se declara satisfecha, pese a que entre las otras de la ronda hay personas que luego revelaron que reciben hasta 1.200 euros mensuales. Al parecer casi todas residen en los respectivos lugares donde trabajan.
“Ndajekeháiete voi” (no me quejo en lo más mínimo), resalta alguien en el grupo, y a medida que pasan los minutos intercambian hasta recetas de cómo adelgazar rápidamente y los números de teléfonos en España para futuros contactos. Algunas se conocieron allí, ese día, en el aeropuerto y ya apuntaban para amigas. Gente solidaria, acostumbrada a compartir y a sobrevivir.
Esta comunidad paraguaya en España es, económicamente hablando, la más meritoria de todas las comunidades de compatriotas que viven y trabajan en el exterior, seguida de aquellas que lo hacen en Estados Unidos y Argentina.
Posiblemente estas señoras que han confesado que reciben 900 euros al mes no saben que todas juntas rinden luego al Paraguay la nada despreciable suma de por lo menos 266 millones de dólares al año, tomando un promedio a partir de las estadísticas de las remesas registradas por el Banco Central del Paraguay (BCP) entre los años 2010 y 2019. Y decimos “por lo menos”, porque cuando llega Semana Santa o las fiestas de fin de año, miles de estos compatriotas traen sus ahorros al país en sus bolsillos, sin contar todas las inversiones en regalos y otros enseres que transportan en sus múltiples maletas.
Para tener una idea, el promedio anual de ingreso por remesas del país desde España equivale a la cuarta parte (26%) de los ingresos de divisas que fueron logrados por la exportación de carne vacuna en el 2019 (US$ 1.022 millones).
Todos los detalles de este “rubro” se puede ver en la infografía que acompaña esta página, no solo los números de España, sino de todos los demás países y regiones del mundo. No se puede dejar de resaltar, mirando justamente esas cifras, el gran salto que han dado esas remesas a partir del año 2011, pues en el ejercicio anterior (2010) los envíos de dinero desde la península ibérica eran de US$ 160 millones, y al año siguiente se situaron en US$ 251 millones.
El récord de remesas desde España registradas data del 2013, cuando se llegó a los US$ 325 millones, representando dicho monto casi el 63% de todos los envíos desde el exterior de ese año (US$ 519,3 millones). Y en los últimos 10 años analizados, el promedio anual de dicho porcentaje es del 55%, lo que indica el gran valor del esfuerzo de estos compatriotas y la dimensión de la asistencia económica a sus familiares.
Por diversos motivos, las remesas desde países como Argentina y EE.UU. no se han mantenido muy regulares como las originadas en España.
Unas 13 horas después de salir de Madrid, el vuelo referido en principio llega a Asunción, las amigas que se conocieron en la “Puerta B-19” de Barajas se despiden, y cada quien busca la salida con sus maletas. Es hora de vivir la emoción del recibimiento. En un mes, tras estas vacaciones, volverán al trabajo y a la paga de 900 euros al mes, y recomenzará la rueda de remesas.
jobenitez@abc.com.py