Datos de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA) revelan que del total de importaciones de vehículos automotores entre 2016 y 2019, en promedio el 69,4% correspondió a unidades usadas y el restante a vehículos nuevos. En otras palabras, en el país, el mayor peso dentro del mercado automotor se encuentra en el sector que importa autos usados. Sin embargo, el impacto sobre la economía paraguaya es exiguo si se considera, por ejemplo, los niveles de empleabilidad, sus efectos en toda la cadena, así como su participación en los ingresos tributarios.
Cabe señalar que cifras de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) dan cuenta que la mayor parte de las empresas importadoras de autos nuevos figuran en el listado de los 500 mayores contribuyentes al fisco. En efecto, durante el año 2017, dichas empresas representaron el 1,6% de la recaudación total de la SET de ese año (G. 208.263 millones) y 1,9% en el año 2018 (G. 259.182 millones). Durante el año 2018, las estadísticas de la SET muestran que ocho empresas aparecen entre los cien primeros contribuyentes. Si se considera la totalidad de las empresas representantes de marca, durante 2018 las mismas pagaron por concepto de IVA e impuesto a la renta G. 275.520 millones, y G. 1.038.745 millones por concepto de aranceles a las importaciones, de acuerdo a información suministrada por la Dirección Nacional de Aduanas y la SET. Contrariamente, las principales casas importadores de vehículos usados no aparecen en el ranking de los 500 principales aportantes del fisco.
En lo que respecta al mercado laboral, el sector automotor de automóviles nuevos emplea de forma directa a aproximadamente 8.500 personas. Estos trabajadores se encuentran inscriptos en el Instituto de Previsión Social (IPS), con un pago anual, durante 2018, de G. 91.691 millones, conforme a datos de la entidad previsional. El sector de autos usados emplea a entre 3.000 y 5.000, pero una de las mayores importadoras de vehículos usados en Paraguay tiene dos empleados inscriptos en IPS, de acuerdo a informaciones periodísticas.
En cuanto a la presencia en el mercado, las empresas representantes de marcas están con locales en más de 300 localidades en el país, que incluyen servicio de venta y post-venta (talleres autorizados), mientras que los importadores de automóviles usados no cuentan con talleres de su propiedad. La situación se hace más compleja debido a que la antigüedad del vehículo, en muchos casos, supera los diez años.
Al respecto, en Paraguay se encuentra vigente la Ley Nº 4.333, que prohibe la importación de vehículos usados de cualquier procedencia y modelo con antigüedad mayor a 10 años, contados a partir de su fabricación hasta su despacho al lugar de origen. Sin embargo, las empresas importadoras de vehículos usados vienen accionando judicialmente contra la mencionada normativa. En varios casos, han encontrado respuesta favorable, y en otros, no como el pasado mes de setiembre cuando la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia rechazó la acción de inconstitucionalidad del grupo de cinco importadoras, que pretendían seguir trayendo al país vehículos usados con más de 10 años de antigüedad.
Paraguay aún tiene por delante la discusión de un acuerdo sobre industria automotriz con dos de los mayores productores de automotores de América Latina (Brasil y Argentina). De hecho, los principales elementos discordantes de la negociación automotriz con Brasil y Argentina, es la diferencia que existe con respecto a la importación de autos usados, que Paraguay busca excluir del acuerdo y que los mencionados países persiguen eliminar en un plazo máximo de 7 años.
Cabe señalar que esta situación también se observó en otros países de la región, como Perú y Bolivia, pero fue regulada hasta lograr la eliminación total de las importaciones de usados en Perú y parcial en Bolivia.
Industria maquiladora y su potencial
Datos del Banco Central del Paraguay (BCP), durante los primeros nueve meses de 2019, muestran que las exportaciones del país registraron un retroceso de 15,3%, hasta ubicarse en US$ 5.987 millones. Destaca que sólo el rubro de manufacturas de origen industrial registró un incremento interanual de 1,6%. En efecto, las ventas al exterior de bienes de origen industrial, que concentran el 12,8% de las exportaciones totales, se situaron en US$ 764 millones. Cabe mencionar que dentro de este grupo se encuentran las empresas bajo Régimen de Maquila y que han recibido estímulos fiscales de la Ley 60/90.
En tal sentido, Paraguay tiene una incipiente industria maquiladora, que en gran medida se especializó en el ensamblaje de autopartes, para ser exportadas, principalmente, a países del Mercosur (Brasil y Argentina). La vigencia de este régimen con el bloque regional es hasta el cierre del año 2023.
En cuanto a los principales productos de exportación se destacan los cables para bujías de encendido, con una participación de 46,3% sobre el total de envíos al resto del mundo. Los principales compradores de este producto son Brasil, Argentina y Estados Unidos, países donde se ubican numerosas ensambladoras de vehículos.
Además, entre enero y julio de 2019, según información suministrada por el Ministerio de Industria y Comercio, se aprobaron tres proyectos, pertenecientes al sector automotor, bajo el régimen de maquila, que involucran nuevos componentes para los automóviles, como bombas, tableros y volantes. La inversión planificada es de US$ 1,9 millones, y se estima la contratación de 82 personas. Las empresas se ubicarán en los departamentos de Alto Paraná y Central.
Cadenas de valor del sector automotriz
Como se describía anteriormente, las cadenas de valor se estructuran con la producción, el empleo y el comercio. Para el rubro de vehículos nuevos, la cadena de valor del área automotriz se inicia con la industria de la maquila, con cerca del 50% de las exportaciones conformadas por hilos, cables y demás conductores aislados para electricidad, que se envían a países como Brasil, Argentina y Estados Unidos.
Por su parte, las unidades cero kilómetros adquiridas en el exterior se transportan al país de manera fluvial o terrestre. Una vez que son nacionalizadas se pagan los tributos correspondientes por concepto de aranceles y los vehículos son trasladados a las oficinas de venta.
Los compradores que requieren financiamiento para adquirir la unidad, acuden a los bancos para solicitar el crédito. Cuando se materializa la venta de la unidad se paga el IVA correspondiente.
Asimismo, los distribuidores de la marca también adquieren piezas (repuestos) en el exterior para garantizar las reparaciones de los vehículos, ya sean recomendadas por los fabricantes de acuerdo al kilometraje del vehículo, o durante el período de garantía. Esto puede abarcar el servicio de cambio de aceite, filtros, correa de tiempo, entre otros. Estos procedimientos se ejecutan en la red de talleres autorizados por el representante de las respectivas marcas en el país.
Para el rubro de vehículos usados, dado que la industria de maquila no está asociada a esta cadena de valor de la actividad automotriz, la misma se inicia con el transporte de los autos, pero en este caso se realiza únicamente de manera terrestre. Las unidades son nacionalizadas, pero el pago de aranceles es inferior al caso anterior, no sólo porque el valor del automóvil es menor sino también porque en muchos casos, declaran un precio menor (subfacturación de importaciones). Posteriormente, los vehículos son trasladados a las oficinas de venta.
Los compradores no disponen de financiamiento a través de bancos para este tipo de vehículos. Al momento de la venta de la unidad se paga el IVA correspondiente, que también es menor que el caso anterior.
Finalmente, Paraguay debe fortalecer su posición de proveedor de insumos para ensamblaje de automóviles. El país posee una posición privilegiada, ya que sus vecinos, Brasil y Argentina tienen industrias automotrices de gran importancia, por lo que podría asegurar mercados cautivos para sus productos.
El país enfrenta un considerable desafío, que está asociado al avance en la escalera de calidad de los productos, lo cual se refiere a incorporar valor agregado y conocimiento a los bienes que se exportan. Esto ayudará a desconcentrar los envíos al exterior en forma de materias primas, afectadas por la variabilidad en el precio internacional del producto y por factores climáticos.
Si bien este proyecto es de largo plazo, a partir del know how actual (conocimiento, experiencias, habilidades, entre otros) se pueden comenzar a identificar los conglomerados que se quieren construir, con la participación del sector privado local o extranjero, implementar políticas públicas adecuadas y formar el capital humano con la experticia necesaria para adoptar nuevas tecnologías.
Cabe resaltar el punto hecho por Gereffi, Humphrey y Sturgeon, 2005, las economías emergentes podrán involucrarse y competir en etapas de mayor complejidad productiva, apropiarse de mayor valor agregado, incrementar flujos de inversión productiva y ubicarse en posiciones de mayor competitividad en las Cadenas Globales de Valor. Para ello habrán de contar con un apoyo institucional local, regional y nacional que los acompañe con incentivos educativos, fiscales y proteccionistas que apoyen la consolidación de este ascenso industrial empresarial. En este sentido, desde la propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aseguran pueden beneficiarse de las cadenas globales de valor y todos nos beneficiaremos más si los gobiernos toman pasos para mejorar este nuevo ambiente de negocios. Fomentar el desarrollo y la participación en las cadenas globales de valor es el camino a mayor empleo y crecimiento sostenible.
En tal sentido, Paraguay no es la excepción, considerando que se encuentra actualmente ante la gran oportunidad de que el sector automotriz pueda anclarse a las cadenas de valor de la región. Concretar este paso, redituaría en beneficios para el desarrollo y crecimiento de toda la economía.
Datos de Aduanas revelan que del total de importaciones de vehículos automotores entre 2016 y 2019, en promedio el 69,4% correspondió a unidades usadas y el restante a vehículos nuevos. Sin embargo, el impacto sobre la economía paraguaya es exiguo si se considera los niveles de empleabilidad y su aporte al fisco.
En el mercado laboral, el sector de automóviles nuevos emplea de forma directa a 8.500 personas. Estos trabajadores se encuentran inscriptos en el Instituto de Previsión Social (IPS), con un pago anual, durante 2018, de G. 91.691 millones, conforme a datos oficiales.
Cifras de la SET dan cuenta que la mayor parte de las empresas importadoras de autos nuevos figuran en el listado de los 500 mayores contribuyentes al fisco. Durante el 2017, dichas empresas representaron el 1,6% de la recaudación total de la SET (G. 208.263 millones) y 1,9% en el año 2018 (G. 259.182 millones).
300
Localidades en todo el país tienen presencia el rubro de automóviles nuevos, que incluyen servicio de venta y post-venta (talleres autorizados)
Maquila
Los productos que se exportan generalmente son cables para bujías de encendido, con una participación de 46,3% sobre el total de envíos al resto del mundo.
50%
De las exportaciones del sector, conformadas por hilos, cables y otros conductores aislados para electricidad, se envía a Brasil, Argentina y Estados Unidos.
Tres
Nuevos proyectos del sector automotor, bajo el régimen de maquila se aprobaron este año. Estos involucran bombas, tableros y volantes.
10 años
Se encuentra vigente la Ley Nº 4.333, que prohibe la importación de autos usados de cualquier procedencia y modelo con antigüedad mayor a 10 años.
Ocasión
Paraguay se encuentra actualmente ante la gran oportunidad de que el sector automotor pueda anclarse a las cadenas de valor de la región.