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Ante los mencionados hechos, en julio pasado el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó un crecimiento de la economía mundial de 3,2% para 2019 (0,1 puntos porcentuales menos a su proyección de abril pasado), con un repunte a 3,5% en 2020. El Banco Mundial, en junio, se mantuvo más conservador y ubica sus previsiones en 2,6%, con un leve aumento de 2,7% para 2020.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) se sumó a la reducción de las previsiones económicas, proyectando una expansión de 1,2% en 2019, frente al 1,1% inicial. El mismo pronóstico se espera para el próximo año.
Para América Latina y el Caribe, las previsiones de expansión del Producto Interno Bruto (PIB) siguen la misma línea. De acuerdo al pronóstico del FMI, el crecimiento económico en esta región se ubicaría en 0,6% en el presente año, con una recuperación de 2,3% en 2020.
El informe del organismo internacional menciona, además, que la débil actividad económica obedeció, en gran medida, a las condiciones meteorológicas adversas que impactaron en países como Chile y Paraguay. Estos factores redujeron la producción minera en Chile y la agrícola en Paraguay.
En Brasil, la actividad minera se moderó tras el desastre de la represa de Brumadinho, y en México, el crecimiento se desaceleró debido a una subejecución del presupuesto, huelgas de trabajadores y escasez de combustible.
Además, la elevada incertidumbre en torno a las políticas económicas en algunas economías importantes de la región también ha contribuido al poco arranque del crecimiento.
En Brasil, las inquietudes acerca del cronograma y el alcance de las tan necesarias reformas de las pensiones han mantenido la incertidumbre de las políticas económicas en niveles superiores a los promedios históricos.
La Red Latinoamericana de Consultoras Económicas (LAECO), que reúne a las principales firmas de consultoría económica independiente de la región, proyecta un crecimiento de -0,1% del Producto Interno Bruto latinoamericano para el año 2019, reduciendo 1,1 puntos porcentuales de la última estimación realizada en marzo. Este desempeño sería incluso inferior al registrado el año pasado, cuando la región creció sólo 0,4%.
El virtual estancamiento produce serios desafíos, ya que aminora la creación de empleo y afecta al ingreso per cápita de los habitantes de la región. En 2019, se repetirían las recesiones en Argentina y Venezuela, a las que también se sumarían el freno de la expansión en Brasil, México, Ecuador y Uruguay. Las perspectivas de crecimiento del resto de países integrantes no compensarán la pérdida de dinamismo.
En esta edición, MF Economía analiza los ejes de la situación económica de Paraguay, los factores que llevaron a una recesión económica al país y los desafíos para el cierre de 2019 y para los inicios de 2020.