Un mechón de cabello de Madame Lynch

Hay que leer para salir de la ignorancia. La ignorancia es la madre de muchos males del ser humano. Pues bien, una manera de matar el desconocimiento consiste en ir, por ejemplo, a sitios donde es posible hallar materiales variados de lectura. Pensando en el valor del conocimiento y en la noticia (para mí nueva) de que en la Biblioteca Nacional se encuentra un mechón del cabello de la célebre Madame Lynch, fui a hacer una nota.

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“Con la colección de documentos y libros, así como escritos de puño y letra de Juan E. O’Leary estaba un mechón de la cabellera de Madame Lynch, que es una verdadera joya histórica. El mechón, de color rubiáceo, se hallaba adherido a la participación de los funerales de Elisa Alicia Lynch. Tal descubrimiento fue un sensacional hallazgo y se dio en la época en que estaban al frente de la institución directores anteriores. Un norteamericano, buscando documentos de O’Leary, encontró esta preciosidad que hoy se halla dentro de un área protegida”, me fue contando la directora de la Biblioteca Nacional del Paraguay, Zaida Caballero.

Tal hallazgo es la participación escrita en idioma francés del funeral de Elisa Lynch en fecha de 25 de junio de 1886 por parte de sus tres hijos, Enrique Venancio López, Federico López y Carlos Honorio Solano López.

“Para los historiadores, para los reivindicadores de la historia paraguaya y también para los irlandeses, esto tiene un valor incalculable. Por eso lo tenemos muy protegido. Y cuando alguien quiere verlo, lo mostramos en la dirección, bajo estricta custodia porque puede robarse. Todavía quedan reliquias en la Biblioteca Nacional, que cumple 125 años de creación. No sé por qué el detalle del mechón de pelo. No hablé con un historiador que conoce lo que se estilaba entonces o alguien experto de la Embajada francesa. Es un tema pendiente de conversar con algún francés que pueda decirme si en esa época se acostumbraba hacer participaciones de tal naturaleza”, siguió diciendo.

- Desde el punto de vista humano, ¿qué sensación te produce Madame Lynch?

-Ella amó profundamente a Francisco Solano López. Hoy en día, no visualizo amores así, tan intensos como el de ella al Mariscal, y el del Mariscal a su vez a ella. Amó a López y, por ende, al propio país. La información que leí sobre su existencia da cuenta de que no despreció al Paraguay ni a su gente. Lo poco que me llega es su entrega al Mariscal y a los hijos que tuvo con él.

-¿Qué servicios ofrece la biblioteca?

-Internet para sus usuarios.

-¿Qué se puede hacer para que las personas lean más?

- Este es el tiempo de la juventud. Y las redes sociales no ayudan. Sin embargo, nunca es igual una pantalla a un folleto, una revista, un libro. Se siente el contacto. Es lo mismo que las personas estén dialogando vía internet con otras gentes, pero estar frente a frente, como estamos nosotras, es muy diferente porque se siente el calor humano indudablemente.

-¿Qué buscan los lectores?

-De hecho, aquí la gente acude por los periódicos. Leen algo en el periódico que les despierta la curiosidad y vienen a hacer un trabajo de investigación, como lo hicieron los abogados que publicaron un libro sobre Gastón Gadín, el parricida de Villa Morra.

-Vale decir que el periódico es una especie de detonador de lectura...

-Definitivamente. Pero el periódico antiguo es el que más interesa. Ahora que está de moda el tema del fútbol, la gente quiere saber cuándo se crearon los clubes, cómo empezaron los hinchas, quiénes fueron los primeros directivos. Hay personas que recurren a nuestro servicio para saber cómo era en una época determinada un barrio, si tenía o no un empedrado. Son muchos los usuarios que se dedican a estudiar su barrio. También viene bastante gente por la gaceta oficial y por el registro oficial, porque en esos documentos está toda nuestra historia económica, social y cultural. También las revistas de la época importan para el estudio y análisis de las genealogías. De este sitio salen muchos escritores. Lo que noto es que no todos ponen en sus trabajos que la fuente es la Biblioteca Nacional. Ahora estamos haciendo hincapié con los usuarios y solicitamos que pongan la fuente. Eso es muy importante porque es una vía para que las gentes conozcan la Biblioteca Nacional. Los libros van pasando de un lector a otro y dan la posibilidad de que otras personas se interesen por la biblioteca y vengan a este lugar.

-¿Y en cuanto a literatura?

-La colección de literatura paraguaya estaba descuidada. Ahora hay bastante material reciente y también antiguo que se está adquiriendo. Se adquiere a través del derecho del autor, de la agencia y también por compra a la secretaría de Acción de Cultura. También son muy importantes las donaciones individuales. Por ejemplo lo donado por el nieto, creo, de Justo Pastor Benítez. Rodrigo Díaz Pérez, familiar de Viriato Díaz Pérez, donó no la colección, pero sí algunos libros. Es destacable que en forma individual la ciudadanía viene a esta institución. Estoy gratamente impresionada con los materiales de lectura que se traen. Debo resaltar que las personas donan libros a la biblioteca porque la confianza que inspiramos es muy grande. La gente no es tonta y se da cuenta de la seriedad y la protección que damos a todo cuanto se va entregando.

-¿Cuáles son los desafíos para que la Biblioteca Nacional siga prosperando o creciendo?

-Esto tiene que llegar lejos. Un deseo que tengo es que cada ciudadano paraguayo pase por este recinto.

La Biblioteca Nacional tiene su inicio en la antigua Biblioteca Municipal.

La Biblioteca Nacional del Paraguay fue creada por ley el 21 de setiembre de 1887. Es una institución dependiente de la Dirección General de Archivos, Bibliotecas y Museos de la Secretaría Nacional de Cultura. Se incrementó con la donación de la Biblioteca Municipal. En 1913, se adquiere la Biblioteca Paraguaya, de Enrique Solano López, por Decreto N.º 568, por la suma de 300.000 pesos fuertes. Por ley N.º 877 del 27 de enero de 1927, se logra adquirir la Biblioteca Americana de Juan Silvano Godoy.

Zaida Caballero, la ilustre directora de la Biblioteca Nacional, cuenta en su casa con muchos libros de su propia colección. Mujer culta y disciplinada, esta dama me ha comentado que tiene textos hasta en el garaje.

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