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Los de abajo, desde abajo, desde la Chacarita, muestran en Santificar lo profano lo que son: sus luchas, sus sueños, sus aspiraciones, con las luces y sombras de cualquier colectivo humano. Una historia que se relata desde la denuncia social y desde la rebelión de los pequeños, de los marginados, de los descartables.
La pintura musical de Maneco Galeano en «Soy de la Chacarita» cuando dice que «no hay paisaje más bello, señor, / que el de nuestra bahía» se traduce en imágenes de indescriptible belleza, aun en sus contrastes edilicios, pintadas contra el fondo de la gran ciudad con sus estrechos pasillos, sus casitas, sus basurales, sus sombras. Agustín Núñez y su equipo no solo han sabido traducir en imagen y sonido un retrato de la ciudad sino que, sobre todo, han logrado relatar en una sencilla historia los prejuicios sociales, la exclusión, la corrupción, los vicios, la degradación, la falta de oportunidades de aquellos condenados de antemano por «ser de la Chacarita», sin omitir, en medio de la miseria y la mezquindad, los gestos de projimidad, compasión y solidaridad.
Como dice la almacenera del barrio: «Aquí, como en todas partes, hay gente buena y hay gente mala»; el trigo y la cizaña crecen juntos. En cualquier grupo social, de ricos o pobres, campesinos o citadinos, instruidos o analfabetos, prevalecerá el bien o el mal, lo mejor o lo peor que haya en las personas, dependiendo de lo que se potencie, así como de la capacidad de liderazgo para hacer frente a la corrupción y promover el bien común.
El joven seminarista Marcos encarna el ideal de una Iglesia «pobre para los pobres», como pide el papa Francisco, de una Iglesia profética, que no tema salir de su zona de confort para «ensuciarse en el barro» y, buen samaritano, con misericordia, socorrer al que esté al borde del camino, herido y golpeado, aunque sea un travestido.
Pero Marcos no solo quiere ser el pastor que rescate a una oveja perdida aislada, sino que apunta a una «salvación» comunitaria desde la organización solidaria para enfrentar las estructuras injustas que socavan la dignidad humana.
Santificar lo profano es una radiografía social que no dejará indiferente al espectador. Que, finalmente, saldrá de la sala de cine con un mensaje: que el bien triunfa donde hay compromiso con la dignidad de la persona humana, independientemente de su clase social.
Ficha técnica
Santificar lo profano
Drama, 2017
72 minutos
Director: Agustín Núñez
Productores: Macarena Candia, Elena Coronel, René Garay
Guion: Agustín Núñez
Director de fotografía y montaje: Onchi Ortiz
Asistente de posproducción y comunicación: Mafe Mieres
Reparto: Héctor Lozzca / Leticia Mancuello / Macarena Candia / Fátima Figueredo
Música: Rolando Chaparro
Fotografía: Luis Armando Arteaga
Sonido: Catriel Vildosola
* Universidad Católica de Asunción