Santificar lo profano: una radiografía social

El pasado jueves 11 se estrenó el largometraje nacional Santificar lo profano, realizado por El Estudio Producciones. Rodado en el barrio Ricardo Brugada («la Chacarita») en el 2015 y escrito y dirigido por el actor y director teatral Agustín Núñez. El relato, comenta su director y guionista, está basado en diversos casos reales que decidió tomar para escribir la historia de los dilemas éticos del joven seminarista Marcos (interpretado por Héctor Lozzca), que llega al barrio de la Chacarita para prestar sus servicios religiosos antes de tomar los hábitos y se ve inmerso en una inesperada travesía por una serie de intrigas y conflictos que involucran también a una joven trabajadora del lugar, Ángela (interpretada por Leticia Mancuello), y que lo obligan, finalmente, a decidir si seguirá las órdenes impuestas por la sociedad, o no. A los actores que participaron en el rodaje –en su mayoría, egresados de la escuela de arte El Estudio, dirigida también por Agustín Núñez– se sumó la colaboración de los habitantes del barrio.

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Los de abajo, desde abajo, desde la Chacarita, muestran en Santificar lo profano lo que son: sus luchas, sus sueños, sus aspiraciones, con las luces y sombras de cualquier colectivo humano. Una historia que se relata desde la denuncia social y desde la rebelión de los pequeños, de los marginados, de los descartables.

La pintura musical de Maneco Galeano en «Soy de la Chacarita» cuando dice que «no hay paisaje más bello, señor, / que el de nuestra bahía» se traduce en imágenes de indescriptible belleza, aun en sus contrastes edilicios, pintadas contra el fondo de la gran ciudad con sus estrechos pasillos, sus casitas, sus basurales, sus sombras. Agustín Núñez y su equipo no solo han sabido traducir en imagen y sonido un retrato de la ciudad sino que, sobre todo, han logrado relatar en una sencilla historia los prejuicios sociales, la exclusión, la corrupción, los vicios, la degradación, la falta de oportunidades de aquellos condenados de antemano por «ser de la Chacarita», sin omitir, en medio de la miseria y la mezquindad, los gestos de projimidad, compasión y solidaridad.

Como dice la almacenera del barrio: «Aquí, como en todas partes, hay gente buena y hay gente mala»; el trigo y la cizaña crecen juntos. En cualquier grupo social, de ricos o pobres, campesinos o citadinos, instruidos o analfabetos, prevalecerá el bien o el mal, lo mejor o lo peor que haya en las personas, dependiendo de lo que se potencie, así como de la capacidad de liderazgo para hacer frente a la corrupción y promover el bien común.

El joven seminarista Marcos encarna el ideal de una Iglesia «pobre para los pobres», como pide el papa Francisco, de una Iglesia profética, que no tema salir de su zona de confort para «ensuciarse en el barro» y, buen samaritano, con misericordia, socorrer al que esté al borde del camino, herido y golpeado, aunque sea un travestido.

Pero Marcos no solo quiere ser el pastor que rescate a una oveja perdida aislada, sino que apunta a una «salvación» comunitaria desde la organización solidaria para enfrentar las estructuras injustas que socavan la dignidad humana.

Santificar lo profano es una radiografía social que no dejará indiferente al espectador. Que, finalmente, saldrá de la sala de cine con un mensaje: que el bien triunfa donde hay compromiso con la dignidad de la persona humana, independientemente de su clase social.

Ficha técnica 

Santificar lo profano 

Drama, 2017 

72 minutos 

Director: Agustín Núñez 

Productores: Macarena Candia, Elena Coronel, René Garay 

Guion: Agustín Núñez 

Director de fotografía y montaje: Onchi Ortiz 

Asistente de posproducción y comunicación: Mafe Mieres 

Reparto: Héctor Lozzca / Leticia Mancuello / Macarena Candia / Fátima Figueredo 

Música: Rolando Chaparro 

Fotografía: Luis Armando Arteaga 

Sonido: Catriel Vildosola

* Universidad Católica de Asunción

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