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A los catorce años de edad, y luego de la muerte de Francesca Calandri, su madre –víctima, probablemente, de la peste, que hacía estragos en Europa–, y después, también, del segundo matrimonio de su padre, el pintor y rico comerciante de telas Piero di Luca Nelli, la joven florentina Pulisena Margherita Nelli, miembro de la antigua familia florentina de los Nelli, hizo los votos, tomó el velo de novicia e ingresó, en el año 1538, con el nombre de Sor Plautilla, al convento dominico de Santa Catalina de Siena, del que sería tres veces priora –la primera vez, de 1563 a 1565; la segunda, de 1571 a 1573; y la tercera y última, de 1583 a 1585–. Sor Plautilla sería también el nombre con que firmaría sus obras, las de la primera pintora conocida del Renacimiento en Florencia.
Según algunas fuentes, Sor Plautilla Nelli no tuvo más instrucción en pintura que el análisis y la copia de las obras de los grandes artistas del Renacimiento Andrea del Sarto y el dominico Fra Bartolommeo; según otras, en cambio, estudió con Fray Paulino, que fue un discípulo, a su vez, de Fra Bartolommeo.
Lo cierto es que Sor Plautilla recibió como herencia de Fray Paulino una colección de dibujos de Fra Bartolommeo que le sirvieron como fuente de inspiración y de estudio. Y, siguiendo la técnica de este artista, habría estudiado la forma humana y realizado modelos de cera en los cuales basar sus composiciones pictóricas, un método que podía considerarse apropiado para una monja.
Sin embargo, conforme a cierta macabra tradición, se dice que lo que Sor Plautilla utilizó como modelo para pintar el cuerpo de Cristo en su famoso Compianto con Santi, o Lamentación con los Santos, no fue una figura de cera, sino el cadáver de una hermana de la orden que acababa de morir; así lo cuenta, cuando menos, Vincenzo Fortunato Marchese en su Memorie dei più insigni pittori, scultori e architetti domenicani (Florencia, 1845).
De acuerdo a algunos estudiosos, los dibujos de Sor Plautilla revelan un estudio atento de las obras de otros artistas, entre ellos Miguel Ángel, lo que indicaría que viajó a Roma. En general, entre las influencias que evidencia su obra se mencionan las de Leonardo da Vinci, Francesco di Cristofano, Rafael, Andrea del Castagno y Agnolo Bronzino.
En la segunda edición de su monumental Vidas de los más excelentes arquitectos, pintores y escultores italianos (Vite de più eccellenti architetti, pittori, et scultori italiani, da Cimabue insino a’ tempi nostri, Florencia, 1568), el pintor –recordamos en especial ese fresco del florentino Palazzo Vecchio Cronos castrando a su padre Urano–, arquitecto –el creador del también florentino Palazzo degli Uffizi– e historiador del arte aretino Giorgio Vasari (Arezzo, 1511-Florencia, 1574) dejó escrito, respecto a la notable difusión de las pinturas de la hermana Plautilla entre los miembros de la nobleza florentina, que «en las casas de los caballeros en toda Florencia, hay tantas imágenes, que sería tedioso intentar hablar de todos ellos» («per le case de’ gentiluomini di Firenze tanti quadri che troppo sarei lungo a volere di tutti ragionare»).
Pese a ello, extrañamente (¿dónde están esos «tanti quadri», a dónde fueron a parar todas esas obras cuyo número menciona Vasari? ¿Fueron atribuidas, con el correr del tiempo, a otros artistas?), y aunque se sabe que Sor Plautilla Nelli recibió muchas comisiones para realizar diversas pinturas de gran formato, así como retablos, y que también pintó miniaturas, actualmente tenemos muy pocos de sus trabajos cuya autoría se le haya podido reconocer con seguridad.
En rigor, cuatro son las obras actualmente autenticadas de la hermana Plautilla Nelli. La primera es el Compianto con Santi, la Lamentación con los Santos (circa 1569), que estuvo originalmente en su convento, el de Santa Catalina, y hoy se encuentra en el refectorio del Museo de San Marcos, en Florencia. Esta es su obra más conocida, y su restauración fue auspiciada recientemente por el Comité Florentino del National Museum of Women in the Arts. La pintura muestra con crudeza la dolorosa emoción ante la muerte de Cristo en los ojos enrojecidos y las lágrimas visibles de las figuras.
La segunda obra reconocida de Sor Plautilla Nelli es la Última Cena (circa 1550-1568), que del refectorio del monasterio de Santa Catalina pasó al refectorio del monasterio florentino de Santa María Novella, donde hoy se encuentra. La tercera (firmada: «S. Plautilla faciebat») es La Pentecoste, que se encuentra en la iglesia de San Domenico, en Perugia. Y la cuarta pintura reconocida de Sor Plautilla, cuya autoría fue confirmada en 1985 por historiador del arte y antiguo ministro de cultura de Italia Antonio Paolucci, es la Madonna e Bambino con Santa Caterina e due angeli, que se encuentra en la Galería Collegiata, en Empoli.
El convento de Santa Catalina de Siena había sido fundado en 1496 por Camilla Bartolini Rucellai (1465–1520), una dama de la nobleza convertida en monja de clausura y vehemente discípula de Girolamo Savonarola (1452-1498), dominico considerado precursor de la reforma protestante que criticó con gran dureza el lujo y la corrupción de la Iglesia y de los poderosos y que causó un enorme impacto en Florencia con sus prédicas, por las cuales posteriormente fue excomulgado y ejecutado. Las hermanas dominicas de Santa Catalina eran seguidoras de Savonarola, que sostenía que las monjas debían dedicarse a crear obras de arte, lo que probablemente le permitió a Sor Plautilla Nelli desarrollarse como artista. Se atribuye, por cierto, a Sor Plautilla un conocido retrato de Savonarola, y también existe una Vita di Frate Girolamo Savonarola escrita por Sor Petronilla Nelli, nacida Costanza Romola Nelli, hermana de la artista.
La hermana Plautilla también se dedicó a la enseñanza de la pintura. Algunas destacadas alumnas suyas fueron Maria Ruggieri, Agata Traballesi, Sor Verónica y Sor Prudenza Cambi.
Sor Plautilla Nelli murió el 7 de mayo de 1588. Una importante exhibición que incluyó obras suyas se realizó en Los Ángeles County Museum of Art, Estados Unidos, en 1976, en la muestra Women Artists 1550-1950, y la última fue Artistas italianas del Renacimiento al Barroco, en el National Museum of Woman in the Arts (NMWA), en Washington, en el 2007.
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