Obra poética de Gladys Carmagnola

De lodo, miel y lágrimas es el título del poemario de la gran poetisa paraguaya Gladys Carmagnola. El texto ha sido publicado por Arandurá Editorial. El meritorio libro fue finalista en el XXIII Premio Mundial “Fernando Rielo” de Poesía Mística.

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Fueron Josefina Plá y José Luis Appleyard quienes la alentaron a publicar sus obras.

Ha obtenido entre los numerosos homenajes, honores, premios nacionales e internacionales, el Premio Alma Mater (al testimonio de servicio de su tarea en pos de la universidad) otorgado por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción por eminentes servicios.

UN POEMA DE SU AUTORÍA

Hoy, llegada ya la hora
de no requerir con ruego y lágrimas
–por saberte conmigo–

me es preciso admitir que a la distancia
todavía recuerdo claramente algunas pocas
de mis deudas impagas.

El recuento ha de ser de viva voz;
en voz.

Y debo repetir indefinidamente
Gracias. Gracias.

Sabes que creo que el debe y el haber cuentan muy poco
–a veces siento que no dicen nada–
cuando hablamos de cuentas por pagar
compromisos del alma.

¿Algún fogón con leña en nuestra casa?
¿Quizá un lugar donde extendió una manta
eso que aún llamamos
esperanza?
¿O haber intuido hace ya tiempo
en el perdido valle de la infancia
la forma de Tu rostro, el timbre de Tu voz,
la aproximada magnitud de la distancia
entre la exigua forma de arcilla que tenemos
y la iluminación sin fin de Tus pisadas?
¿O es acaso Tu afán, Tu permanencia
en restañar mis alas
–en restañar entera esta porción de lodo
con un poco de miel, o convertirme en algo
más que lodo, miel y lágrimas–?

OPINIONES SOBRE SU QUEHACER LITERARIO

Refiriéndose a la obra de la inspirada poetisa Gladys Carmagnola, la gran poeta, dramaturga, narradora, ensayista, ceramista, crítica de arte, pintora y periodista Josefina Plá ha escrito: “Poetisa por la gracia de Dios. Él le dio para la poesía muchas de sus divinas gracias y entre ellas una de las más difíciles, la sencillez en la profundidad”.

Por su parte, el monseñor Ismael Rolón Silvero emitió, el 30 de mayo de 1995, el siguiente concepto en relación a su labor literaria: “El corazón habla en prosa y también en versos. ¡Ojalá que el corazón de Gladys siga hablándonos!”.

Ramiro Domínguez escribió en 2009: “Allí el amor, como bien lo dices, recupera la aguja de marear y se abre al cielo, como cuando entre nosotros remanga la tormenta el esperado viento sur. Tus letanías, ensartadas en un bello poema, escandido y lustral, abren un ancho horizonte a quienes, como yo, nos confesamos catecúmenos y en los portales del orificio divino”.

MÁS POEMAS DE CARMAGNOLA

Recuerdo –tiempos idos–
cuando hablaba
a Aquel que yo ignoraba aún
cuánto me amaba:
“Ven así como estés –entonces le decía–
a este claro rincón donde mi amor te aguarda.

Hoy quisiera sentarme frente a ti;
hablarte cara a cara.

Y aunque hubiese querido apostrofarte
los motivos que escondo en la garganta,
transijo, quizás en aras de la paz,
y hablo de amor, de dicha, de esperanzas.

Pero dime que sí preguntarás
el porqué de esta lágrimas
impúdicas, tenaces,
que brotan hoy aquí, desenfrenadas,
y son casi un símbolo
del persistente afán de esta palabras
- apenas letra o sílaba del himno
que hace ya tanto tiempo el pueblo canta
sin permiso,
y que en todas las voces de mi patria
será un día la voz avasallante
definitivamente liberada.

¿Herejía quizá? ¿impertinencia?
Con algo de paciencia y caridad, solo ignorancia.

A medida que avanzo en este atajo
pendiente de Tu voz en la llamada
¿podrá impedirme alguien que pretenda
llegar a Ti sin dudas, sin mortaja,
si llevaré conmigo Tu nombre
en una voz que osó soñar
–hace ya tanto–
el eco de tus palabras?

¿Para qué pronunciar
siquiera esa minúscula palabra
con la que Te decía
no solo que Te amaba?:
El Puñal del Marino fue testigo
y su memoria nunca olvida nada.

Quizá la Cruz del Sur
que arriba parpadeaba
–la misma que hoy contemplo,
no ya en el pastizal aquel, tras la ventana–
recuerde aún la voz
con la que Te llamaba
desde esta misma boca
hoy plena del sabor de la nostalgia
de esa niña mimada del amor,
en canciones, hamacas,
que un día Te encontró en su corazón
envuelto en lágrimas
y entendió que la vida viene de Ti
y a Ti retorna. Que jamás descansas.

La bella poesía de Gladys Carmagnola merece ser leída. Mucho más aún en estos tiempos en los que son tantas las personas que por falta de cultura permanecen en la ignorancia. El Paraguay necesita mejores rumbos. Carmagnola ha escrito numerosos libros: Crónicas de Cualquierparte, Yo quiero ser, Poema de la celebración, Paseo - ¿Al zoo? - ¡Lógico! (Paseo al zoológico), Río Blanco y antiguo, Lunas de harina, Banderas y señales, Un verdadero hogar, Territorio esmeralda, Un sorbo de agua fresca, Depositaria infiel, Igual que en las capueras, A la intemperie, Lazo esencial, Piolín, Navidad, Ojitos negros.

POESÍA PARAGUAYA

SIRENA

Mónica Laneri

Me cantaste
sirena de mi alma
los dulces versos
con que me atrapas.
Y yo,
menos astuta
que Ulises,
no supe
resistirme.
Ahora me río
y lloro
al mismo tiempo.
Mientras
me cantas
siempre
me encantas.

delfina@abc.com.py


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