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Pobres y desiguales. Me decía Daniel Mendonca –docente, abogado y escritor– en una entrevista en radio Cáritas que una de las notas inquietantes de esta democracia de pésima calidad es su vulnerabilidad social. «El 10% más rico se queda con el 40% de la riqueza. Y el 40% más pobre con apenas el 10%. Y la pobreza oscila entre el 20 y el 30% de acuerdo a los años de mejor o peor crecimiento económico».
Mendonca es autor del libro Paraguay. Las sombras de la democracia (2019), que recopila tres ensayos suyos publicados antes: Corrupción. Un estudio de la corrupción en Paraguay (2005), Pobres y desiguales. Notas sobre la pobreza y la desigualdad en Paraguay (2007) y Democracia vulnerable. Un estudio sobre el sistema político paraguayo (2010).
De acuerdo a Mendonca, el sistema social y político paraguayo se caracteriza por:
1. Poca eficiencia estatal y legitimidad con crisis recurrentes de gobernabilidad como la del marzo paraguayo en 1999, el juicio político a Lugo en 2012 o la fallida enmienda constitucional de marzo de 2017.
2. Extrema vulnerabilidad social. Tenemos 280 000 jóvenes que no estudian ni trabajan y 4 de cada 10 niños sobreviven en la pobreza.
3. Debilidad del régimen político y corrupción. En una escala de 1 a 10, el autor coloca a Paraguay con 2 en cuanto a debilidad del Estado de Derecho. Señala que no pasamos de una democracia electoral. Entre 2012 y 2018 se transfirieron a gobernaciones y municipios más de doscientos millones de dólares para infraestructura escolar. Y hoy tenemos 1 500 escuelas en situación de precariedad, 500 de ellas con serios riesgos para los estudiantes de acuerdo al Sindicato de Directores (ABC Color, Editorial del 10 de febrero de 2019, p. 14).
El autor agrega una cuarta característica: el narcotráfico en crecimiento con tentáculos en la política.
La cuestión de la vulnerabilidad planteada por el Dr. Mendonca cruza toda nuestra sociedad. Tenemos más de cien mil jóvenes fuera del sistema educativo. La tragedia aquí es mayúscula: 8 de 10 de los que están no entienden lo que leen, 9 de cada 10 no tienen nociones básicas de matemáticas y 8 de cada 10 no tienen competencias básicas en ciencias. 4 de cada 10 familias paraguayas sufren déficit habitacional (o no tienen vivienda o habitan en casas de mala calidad). Una parte importante del gasto de salud sale del bolsillo del ciudadano. Las grandes fincas de más de mil hectáreas acaparan cerca del 80% de la tierra (Última Hora, domingo 10 de marzo de 2019, p. 24). Somos uno de los países que más deforesta en el planeta. Estamos entre los 10 países con peor infraestructura, decía el ex ministro de Obras Públicas y Comunicaciones Ramón Jiménez Gaona. 2 de cada 3 hogares no llegan a fin de mes con su salario.
Y podemos seguir. Aunque esto basta para entender que a treinta años del golpe contra Stroessner tenemos robustos números en macroeconomía pero con una pavorosa deuda social.
Otro tema tratado a fondo en el libro es la anomia, la carencia de normas o de «patrones de comportamiento correcto y los modos establecidos de convivencia entre los miembros del grupo» (p. 295). Es entonces cuando en una sociedad «aparece una pérdida de credibilidad y la confianza entre las personas y una sensación difusa de falta de sentido de la vida de cada uno y de impotencia frente a una sociedad caótica» (p. 295). Es cuando todo da igual y se acepta cualquier cosa, incluidas la corrupción y la impunidad
Daniel Mendonca nos ofrece una radiografía que muestra que treinta años de democratización nos colocan apenas en una democracia electoral, con serias fallas, como se observó en los últimos comicios generales del año pasado.
Lejos de una República o de un Estado social y democrático de Derecho.
Daniel Mendonca Paraguay. Las sombras de la democracia Asunción, Intercontinental, 2019
carlosfmartini@gmail.com