Cargando...
Sin embargo, cuenta la buena gente que en los albores de la conquista, el arcabucero Schmidl, el aventurero Cabeza de Vaca o Nuflo de Chávez, nominan de manera muy confusa a un sinnúmero de tribus belicosas que habitaban las regiones del gran Chaco, en cuyos textos aparecen nombres que podrían asemejarse como Sucucusis, Samácosis, Zaramecosis y hasta Chomoco.
La incógnita fustigó mi curiosidad, poniéndome como objetivo buscar el origen y sentido a chamacoco, en bibliotecas y archivos, y a través de textos de cronistas y etnógrafos.
Mi sorpresa fue mayor al constatar que para los indígenas el nombre chamacoco nada quería decir y que el mismo nombre, según versiones de los mismos, fuera utilizado para nominar sólo a los ybytóso, quienes desde mediados del siglo XIX habían establecido permanentes contactos con los paraguayos y brasileños.
Los Tomárâho no eran considerados de la misma manera, pues siempre alejados de las riberas del río Paraguay, permanecían ocultos a la mirada de la sociedad nacional. El encuentro con el otro requiere primero una cierta atención de cómo se autodenomina el otro.
Aquí el trabajo se titula cosmografía chamacoco, como un intento de apelar esfuerzos múltiples y afirmar la vitalidad creativa de estos indígenas -Ybytóso, como Tomárâho- quienes, desde los años 1986, me ofrecieron la oportunidad y la paciencia de darme a conocer una dimensión cultural insospechable.
M
La investigación que se presenta aquí fue producto de momentos importantes que justifican su exposición. Primero, la intención de mi estudio apuntaba a establecer un catálogo de sabidurías orales a través de colectas sistemáticas y registros de la memoria cultural de los chamacoco.
La colecta de relatos orales se inició en febrero de 1986 hasta 1996, la cual posibilitó establecer un corpus de 1.200 relatos míticos compartidos, entre versiones de Tomárâho, y por el otro, versiones de los Ybytóso.
Muy a pesar de las diferencias dialectales, así como sutilezas expuestas por ambos grupos, la temática desarrollada por los relatos es de un mismo contenido.
Esta herencia oral, de gran riqueza y diversidad, que nos fuera presentada por varios informantes, niños, jóvenes, como adultos, interpelaba a un posicionamiento riguroso del estudio, pero también a una actitud flexible al paso transversal de datos, en donde la participación de indígenas sea confrontada a explicaciones cruzadas con las de la botánica o con la zoología occidental. Dinamizador de situaciones afectivas y prácticas, desechando toda argucia externa e inoperante a lo que algunos denominan programa de desarrollo.
En ese proceso de experiencias enriquecedoras, se sitúa este intento de exponer la cosmografía chamacoco, pues a la par de ejercer una intención primera en el conocimiento sobre la sabiduría en la oralidad, a través de la lengua y su denominación, condujo la investigación en apoyar otros procedimientos metódicos, que permitirían reunir, proyectar, conocer, más allá de una mera encuesta, basada esta en colectas de diseños gráficos.
Es de suponer que Nordensklöd dispondría de una colección más importante de diseños realizados por chaqueños Manjui y Nivacle, que los publicados en su libro, editado en 1929, en versión francesa: Les indiens du Chaco (Stockholm 1910).
Los diseños que se presentan en esta edición son diseños originales realizados por Ogwa Flores y Wulky, entre 1986 y 1996. La curiosidad me estimuló a plantear a los chamacoco un procedimiento lúdico: ¡A ver, dibuja cómo ves el mundo..!, fue la propuesta hecha a Wulky, chamán estelar Tomárâho, luego a otros miembros de su grupo.
Al poco tiempo, la propuesta fue hecha a los ybytóso, entre ellos a Ogwa Flores. Al correr del tiempo, los diseños realizados por los indígenas daban cuenta de figura y temáticas diversas, anudadas, sin embargo, a un mismo hilo conductor: el relato.
Tinta echada sobre papeles configuraría la idea sobre una representación y explicación del mundo chamacoco. En varios años fueron reunidas miles de planchas cuya labor se basó en un ordenamiento de la información, estimulando a la vez la redacción de un intento de diccionario cultural.
La selección de las planchas para su publicación aquí sugirió acompañarlas al texto, principalmente a algunos relatos míticos para exhibir el otro lado del espejo chamacoco.
Quiero señalar también mi gratitud a la comisión sueca de la Unesco y a Swedish International Development Agency por haber facilitado la financiación de la edición.
Asimismo, a Elisabet Haglund, del Boras Konstmuseum (Museo de Arte Moderno de Boras), quien pudo incidir sobre la importancia de dicho proyecto.
El agradecimiento expreso y reiterativo para los Tomárâho, para los Ybytóso, por iniciarme al reconocimiento de una cultura que se expone sin temores al proceso de construcción de la sociedad paraguaya. A esta, de comprender que su propia invención se afirma en la relación de interculturalidad, pero también en la dignidad y apoyo para aquellos indígenas chaqueños que, como los chamacoco, desean ser diferentes y así contribuir a afirmar el colorido patrimonio humano del Paraguay. ¡Los chamacoco, entonces, una cultura condenada a
Libro de calidad gráfica excepcional
Chamacoco cosmografía es el nombre de un libro de calidad gráfica excepcional, que fue presentado el jueves último en el auditorio Tom Jobim del Centro Cultural de la Embajada del Brasil.
El volumen, impreso en Suecia, es obra del investigador paraguayo Guillermo Sequera Netto, quien también es autor de las fotografías en colores que trae el libro. Esta publicación es el resultado de estudios etnográficos realizados en años anteriores (1986 y 1992) con comunidades culturales de las etnias Tomárâho e Ybytóso del Alto Paraguay. La particularidad de la edición acompaña la ilustración de relatos míticos por los artistas indígenas Wylky Dohoräta y Ogwa Flores Balbuena.
Este libro fue editado en Suecia, en dos idiomas: español e inglés, con el apoyo de la Unesco y el Borás Konstmuseum de Suecia.
El libro trae textos de Elisabet Haglund que se refieren a los dibujos de Flores y Dohoräta; mientras que Guillermo Sequera Netto se refiere a los orígenes del grupo conocido como chamacoco y luego un largo compendio de los mitos recogidos por este investigador en sus trabajos de campo.
Si bien el libro contiene fotografías en colores de muy buena calidad, hechas por Guillermo Sequera Netto, nos decidimos ilustrar el artículo con los dibujos de los artistas indígenas Ogwa Flores Balbuena y Wulky Dohoräta por estar nuestro suplemento impreso en blanco y negro.