Los Bros Hernández

The Hernández Brothers, también conocidos como Los Bros Hernández, son los tres autores de cómic Mario (1953), Beto (1957) y Jaime Hernández (1959), creadores a comienzos de la década de los ochenta de la mítica revista Love & Rockets, decisiva en la escena del cómic alternativo, cuya estética han marcado con la impronta gráfica y narrativa del mundo callejero del punk rock y la cultura chicana.

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Jaime Hernández es actualmente uno de los más importantes creadores dentro de la rica escena del cómic indie norteamericano y mundial. Es el fundador, junto con sus hermanos Beto (sobrenombre de Gilbert) y Mario (que luego se desvinculó del proyecto, aunque volvió, más recientemente, a participar en la segunda época), de la mítica revista Love & Rockets.

En ese soporte periódico, Jaime ha ido desarrollando, a lo largo de tres décadas de intensa producción, un universo fascinante que gira alrededor de diversas vidas, pero sobre todo de las vidas de Maggie Chascarrillo (cuyo verdadero nombre es Margarita Luisa Chascarrillo, pero a la que unos chicos negros apodaron Maggie y que, tras el divorcio de sus padres, habitaba con su tía Vicki en la pequeña ciudad de Huerta, California, coloquialmente conocida también como «Hoppers») y de Hopey Glass (cuyo verdadero nombre es Esperanza Leticia Glass, y con quien Maggie se mudará después para compartir alquiler), sus dos personajes principales.

Otros personajes de esta saga son Penny Century (sobrenombre de Beatriz García), Izzy (que en realidad se llama Isabel) Reubens, Daffy (nacida Daphne Matsumoto), Ray Domínguez, Speedy (Eulalio Ortiz) y Frogmouth (Vivian Solís), por citar algunos de los caracteres creados por Jaime Hernández como parte de la saga Locas, personajes claramente pertenecientes a lo mejor de la estética del comic indie, una estética hecha de ahondamiento en temas cotidianos, atmósferas y enfoques intimistas y simpatía por los personajes marginales.

Jaime Hernández nació en 1959 en Oxnard, California, Estados Unidos, hijo de padre mexicano y de madre nacida en Texas, y creció, junto con su hermana y sus hermanos, en el seno de una familia de inmigrantes mexicanos. El interés por el cómic le fue transmitido por la afición a la lectura de su madre, gracias a quien conoció las obras de autores clásicos como Jack Kirby (Los Cuatro Fantásticos, entre otros) o Steve Ditko (El Hombre Araña, etcétera), y se hizo adicto a las tiras publicadas en la prensa diaria, como Archie, Dennis the Menace (Daniel el Travieso), de Hank Ketcham, y Peanuts, de Charles M. Schulz.

A Jaime, la revista Mad le reveló el lado satírico de la historieta, pero la verdadera revolución llegó para él cuando uno de sus hermanos, Mario, llevó a la casa familiar un ejemplar de Zap Comix, la revista legendaria de la contracultura estadounidense de los sesenta, en la que aparecía el trabajo del gran pionero del comic underground Robert Crumb, además del de otros autores, como S. Clay Wilson, Robert Williams, «Spain Rodriguez» y Gilbert Shelton.

A la atracción de Jaime por el cómic under se sumó la eclosión, en Los Ángeles, a fines de los años setenta, de una animada escena local de música y cultura hardcore y punk (tanto Jaime como Beto crearon ilustraciones para discos de grupos de rock locales –los estupendos dibujos del disco de 1996 Limbo, de la banda Throwing Muses, son obra de Beto–), que impregnó sus guiones y sus dibujos de ideales vaga pero vitalmente anarquistas, de referencias a la cultura pop y de ruido callejero que se incorporaron a un microcosmos poblado por personajes cuyo realismo desafió desde el comienzo cualquier cliché.

Fue exactamente en el año 1981 cuando Jaime, junto con sus hermanos Beto (Gilbert) y Mario, fundó la arriba nombrada revista Love & Rockets, que al año siguiente pasó a formar parte del catálogo de la editorial Fantagraphics Books.

Love and Rockets (a menudo abreviado como L&R) forma una serie de comic books, de novelas gráficas que son en su mayoría obra de Jaime y de su hermano Beto –su hermano Mario también ha colaborado, pero más esporádicamente–, con frecuencia firmadas de forma conjunta por Los Bros Hernández.

Desde entonces, a lo largo de tres fecundas décadas, Jaime Hernández –y los Bros Hernández– han seguido desarrollando sus universos ficcionales, y también cosechando premios (Jaime ha ganado, entre otros, el Harvey Award 2013 y el Eisner Award 2014, y hace algunos meses ha recibido el premio Los Angeles Times Book Prize 2015 a la mejor novela gráfica del año por The Love Bunglers (Chapuzas de amor) en todo el mundo.

En castellano, el sello español La Cúpula ha editado gran parte de Locas, nombre con el que se suele englobar la faceta más conocida de la obra de Jaime Hernández en nuestro idioma, y de Palomar (un pueblo mexicano imaginario lleno de historias de una niñez igualmente imaginaria, si consideramos que los Bros Hernández se criaron en California, y de personajes como Luba, Tonantzín Villaseñor, Errata Stigmata, el desfasado Israel, que perdió a su hermana gemela en una noche de luna llena, el atribulado profesor y su fiera esposa, etcétera), que es el correspondiente nombre que reúne la de su hermano Beto.

Sin embargo, es justo apuntar aquí que, para el lector español, la primera aparición de las creaciones de los Bros Hernández se remonta al año 1986 y a las páginas del número 78 del atrevido y maleducado fanzine underground El Víbora.

La saga Locas, hoy una de las obras más importantes del cómic alternativo internacional, que, como decíamos, Jaime está desarrollando desde principios de la década de los ochenta en los números de Love & Rockets, narra las vidas de dos chicas de entornos normales y caracteres complejos, independientes y a veces insoportables de un modo tan penetrante y tan real que se ha convertido en el gran cronista de un universo de mujeres aguerridas y autónomas, cubiertas de cicatrices de las malas experiencias y de los constantes choques contra la incomprensión.

The Love Bunglers (traducida como Chapuzas de amor) fue publicada inicialmente en el 2011 en los números 3 y 4 de Love and Rockets: New Stories (Fantagraphics), antes de ser editada este año en español por La Cúpula.

Es que la última encarnación de la mítica Love & Rockets es New Stories, que ha comenzado a aparecer en el 2008, a razón de un tomo anual de cien páginas, la mitad de Beto (Gilbert) y la mitad de Jaime, y, en esta nueva encarnación, Jaime Hernández ha elegido seguir profundizando en su historia, esa historia que lleva treinta años contando, esa historia que comienza en las calles y los pubs del under suburbano y sucio de los ochenta, esa pequeña historia común de gente común traspasada de secretos, la historia de Maggie y de Hopey Glass.

Para los que aún no la han leído, este es un buen momento para aprovechar y conocer el que sin duda quedará como uno de los relatos memorables de nuestra era; para los que ya tienen el placer de conocer la saga, esta nueva entrega en su versión castellana, Chapuzas de amor, será la oportunidad de saber cómo le ha ido a su vieja amiga Maggie Chascarrillo (aka Perla, aka The Magpie, aka Maggot) y conocer la madurez atípica de la otrora alocada rockera punk.

juliansorel20@gmail.com

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