Es importante considerar que los poemas de este vate nacido en Asunción en el año 1933, sostienen un ritmo fácil (incluso dentro de su antología hay algún que otro soneto), que desplaza con facilidad la lectura.
La condición del ser humano privado de su libertad es el tema más frecuentado por Martínez en la Antología Poética recientemente publicada. Ella cubre, como es de esperar, las distintas etapas de su producción literaria. De interesantes recursos metafóricos y de imaginación saludable, sus versos gozan de mucha popularidad. Estamos ante la poesía hecha de una misma madera, la de la resistencia. Luis María Martínez, poeta y persona, son una sola obra.
Martínez, a diferencia de muchos, tiene el mérito de elegir las palabras precisas, y no las ordinarias muletillas, para llegar al endecasílabo, que luego se parte en el verso libre. Sus alejandrinos son logrados.
El autor de Armadura Fluvial, Ráfagas de la tierra, Desde abajo es el viento, El libro de las letanías y otras obras de elevado nivel, escribe lo que es elemental; no cae en el facilismo de las palabras escogidas al azar; antes bien, se nota que la voz le viene de adentro, como un soplo de vida, como la misma respiración, necesaria, claro está, para existir. Queda impresa en la letra la constancia de que conoce a fondo las intimidades del pueblo paraguayo, banquete (siempre) de los gobiernos saqueadores que le han caído encima. Una brisa de esperanza, no obstante, recorre su pluma.
Identificado desde la soledad de la historia con la generación del 27, canta a los poetas españoles Cernuda, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Nicolás Guillén y otros hombres de la España por la que corrió sangre cuando estalló la guerra civil.
Breve reseña del autor
Muy tempranamente se inició en la poesía social. Ha dictado conferencias en el Club Atlético Paraguayo y en el Centro Cultural Gral. San Martín de Buenos Aires, sobre el escritor de Córdoba (Argentina) y protagonista de acciones de lucha en pro de Latinoamérica como de la Reforma Universitaria: Deodoro Roca. Ha participado recientemente del 13 al 21 de junio del 2003 en el XIII Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia) representando al Paraguay, donde concurrieron 64 poetas de 46 países del mundo. Recogió en dos antologías (El trino soterrado I y II) la poesía de denuncia de varias generaciones de poetas de nuestro país. Recibió en 1972 la Medalla de Oro para poesía, de los Clubes del Libro del Paraguay. Muchos de sus poemas han sido traducidos al francés, inglés, portugués, etc.
Al muro ciudadano
Sólo al muro le está dado decir:
¡Abajo los tiranos!
porque nadie le puede
torcer, encarcelar las manos,
ni lentamente urdir
su muerte soberana.
El está en la semana
parado como un rígido soldado
cumpliendo una misión de fuerza y vida,
para decir que el pueblo no está helado,
que hay una juventud atenta y aguerrida
que al porvenir lo atisba en su ventana.
Muro propalador,
¡cuántas verdades propaga tu pintura cotidiana,
que el pueblo sabe entenderlo en tus mensajes
con rumores humanos de oleajes!
(Firme sigue en tu voz de piedra:
¡Abajo...!
cuya evidencia es casi sobrehumana...)
Luis María Martínez