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Desde sus primeros trabajos hasta –como tendremos la oportunidad de confirmar en la muestra que se inaugura el inminente martes próximo– el juego de palabras del título de esta muestra –juego que invita a dar un salto cualitativo desde el viejo, conocido, restrictivo Less is more («menos es más») hasta la alternativa del divertido y virtualmente ilimitado Mess is More («desastre es más»)–, el móvil y barroco, fresco y fecundo imaginario de Sebastián Boesmi (Salta, Argentina, 1980) anima un universo en constante expansión con la diversidad y la elocuencia de los signos en movimiento, los criptogramas vivientes, las líneas y los grafismos palpitantes y los colores cargados de sentidos oscuros y profundos y de pulsos musicales.
Todo esto y más esperamos encontrar en los cuadros y las instalaciones con luces de neón y con agua en los que trabaja últimamente el espíritu lúdico e irónico característico de este joven artista cuya vigorosa expresividad parece dar voz a los misterios vitales de la materia. Misterios lanzados en despliegue autónomo, como si el trazo un gesto mediúmnico a través del cual la vida encontrara su propio e inesperado discurso arrollador. Un discurso sin codificar, lleno de la gracia del caos, de la libertad, del desastre: Mess is More, y cuanto more, mejor. Sin límites y sin miedo, los garabatos certeros y potentes, el esplendor orgánico, enigmático, de la fisicidad transfigurada, que sigue desarrollando en su carrera este artista, son la promesa que nos espera este martes en una muestra que apostamos doble o nada a que será, cuando menos, memorable –y que permanecerá abierta al público durante todo el mes de diciembre en la galería Fábrica, con acceso libre y gratuito–.
La ebullición del magma nuclear de la materia en la búsqueda del despliegue y la definición de sus formas intrínsecas, en la batalla por la eclosión de sus identidades, aun amorfas y larvadas, dan su tensión sustancial a las composiciones de Boesmi, que nunca retrocede ante los riesgos ni elude el descontrol en la vida ni en el arte, y que desafía con ello la mirada rutinaria y la forma cuajada por el hábito en pos de liberar la línea y la mancha, de palpar la secreta música del ser, que pugna por encarnar su informe hondura a través de apariciones a lo largo de una trayectoria creativa que se presenta cada vez más torrencial, diversa y fascinante.
La disciplina de lo impredecible, la persistencia en el azar, el bárbaro y loco camino iniciático del aprendizaje de la libertad son, desde el disparo de salida hasta hoy, su sello. Como lo son, igualmente, el frecuente cromatismo hondo, sonoro y espeso, o la desenfadada exposición del compromiso afectuoso con cierto personal bestiario, con una cierta iconografía recurrente, o la sensibilidad para los ritmos del tiempo y los sístoles y diástoles del corazón de la luz –y de las tinieblas–, o la intuición cosmogónica de las grandes fuerzas estéticas que gobiernan los elementos y transforman los espacios. En pocas palabras, la lealtad al ímpetu.
MESS IS MORE
Últimas obras de Sebastián Boesmi
El lugar: Fábrica Galería - Club de Arte (Sargento Martínez 271 entre Telmo Aquino y Abente Haedo)
El día: Martes 1º de diciembre del 2015
La hora: 19:30
La entrada: Libre y gratuita
Los invitados: Todos
montserrat.alvarez@abc.com.py