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El lector apreciará fotos de una época que se remonta a la Guerra contra la Triple Alianza. Ha de saberse que para Uruguay, Brasil y Argentina la denominación era la Guerra del Paraguay.
Muy acertadamente se va trazando una ruta de historia en algunas páginas de la selecta colección para que la lectura se ajuste a las pretensiones del libro.
Estas fotografías ahora expuestas pertenecen a la casa Bate & Cía. y tienen un valor histórico muy relevante.
En una parte del material se lee: “En más de una década, el propietario logró reunir 18 cartones numerados, o sea, páginas correspondientes a un álbum de la Guerra de la Triple Alianza que se dispersó para ser comercializado por hojas separadas en Argentina, Brasil y Paraguay. Dos fueron encontrados en Río de Janeiro, dos en Asunción y catorce en Buenos Aires”.
Hay una foto expresiva que eterniza la misa realizada en Paso de la Patria.
La misma está hecha en albúmina y corresponde al año 1866.
También hay otra, tomada por los trabajadores de Bate & Cía., que trae a la memoria un retazo de la tecnología de la época y guarda relación con la estación telegráfica de Paso de la Patria.
Imágenes tan expresivas como guardianas de testimonios desfilan ante los ojos despertando un tiempo ido. Algunas que muestran a los indios pampas, al campamento general argentino y a la vista general del frente enemigo (líneas paraguayas) poseen suficiente relevancia y dan cuenta del alto valor documental de la colección.
El Palacio de López, de cuya planificación se ocupó el ingeniero húngaro Francisco Wisner de Morgenstern, no fue ocupado por el Mariscal, quien al iniciarse la contienda abandonó la capital y se instaló en el territorio de Ñeembucú.
Esta obra de fina como exquisita arquitectura, con el cielo raso adornado con motivos florales y pinturas, y donde abundaban las piezas decorativas, en una fotografía atribuida a Manuel de San Martín, deja al descubierto una de las torrecillas que fue alcanzada por las bombas lanzadas por los acorazados aliados desde la bahía de Asunción.
El Mariscal Francisco Solano López, tras los combates de Itá Ybaté, Lomas Valentinas, Acosta Ñu y Piribebuy, tuvo que trasladarse con su diezmado ejército hasta Cerro Corá. Herido de lanza y con un sablazo en la frente, recibió intimación por parte del General Correa da Cámara a rendirse.
Trágico final
Aún la historia no sabe a ciencia cierta cuál fue su última frase: “Muero por mi patria” o “Muero con la patria”.
“Negándose a entregar su espada, fue herido por otro soldado que lo ultimó de un tiro al corazón”, se lee en el material.
En una imagen captada por un fotógrafo desconocido se observa gallardo y joven al Mariscal. Vestido con su uniforme de gala y con la mirada desafiante, este hombre, que marcó en gran manera el destino del Paraguay, nos observa desde su lugar en la historia.