La célebre patrulla vidal y la maniobra de la Cañada del Carmen

Quiero recordar aquí, y dar a conocer públicamente a los lectores, un hecho ilustrativo y de profundo significado humano e histórico que ocurrió en nuestro país durante la Guerra del Chaco.

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En aquellos días de guerra, cuando era presidente del Paraguay don Eusebio Ayala, unos pocos combatientes decidieron la victoria sobre una poderosa fuerza enemiga en la Cañada del Carmen. Estaban entre ellos el teniente 1º de reserva Gerónimo A. Vidal, bravo entre bravos, del Décimo Regimiento de Infantería, «Sauce», y el que fuera llamado el jefe más joven, más inteligente y más valiente de la Guerra del Chaco: el entonces teniente 1º de ingeniería don Basiliano Caballero Irala, «As de Espadas» y «Mitã vale» de Estigarribia.

Lo que relato sucedió entre octubre y noviembre de 1934, y se conoce como la gloriosa victoria de la maniobra de El Carmen.

Antes de la Batalla de Boquerón, en la cual participó intensamente, una unidad de combate, bajo el mando del teniente 1º de ingeniería don Basiliano Caballero Irala, llegó a Isla Po’i. Cuando a su vez el teniente coronel don José Félix Estigarribia llegó al lugar, pidió a Caballero Irala que redactara un informe sobre la situación de la unidad de combate en Isla Po’i. Caballero Irala, escritor, poeta y militar excelente, lo hizo, y el escrito, refrendado por Estigarribia, fue remitido con carácter de urgencia al Poder Ejecutivo, que actuó en forma sobresaliente: el presidente, don Eusebio Ayala, y su gabinete interpretaron el mensaje en forma magistral e inteligente, calificando a Estigarribia de jefe honrado y honesto. José Félix Estigarribia, por su parte, consideró a Caballero Irala como superior a él, y lo trató con respeto y como su «As de Espadas» durante toda la Guerra del Chaco.

Las consecuencias tácticas y estratégicas de esta actuación del presidente y su gabinete fueron decisivas para nuestra historia, pues generaron una relación excelente entre el Poder Ejecutivo y las fuerzas combatientes, y así, por un lado, el Ejecutivo hizo un trabajo sostenido, incansable y digno de todo elogio, y, por otro, el teniente coronel José Félix Estigarribia nunca levantó la voz, sino que se dedicó a observar, conservando el respeto y la distancia, y elaboró un plan táctico y estratégico que triunfó gracias a la unidad surgida entre el Gobierno, el ejército combatiente y todo el pueblo paraguayo.

Y esta fue la base de la gloriosa victoria de la Guerra del Chaco.

Teniente 1º de Infantería (S/R)

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