El valor de las hipótesis

Cuando a Karl Popper, gran filósofo de la ciencia, lo invitaron unos estudiantes de filosofía de Cambridge a hablar sobre Metodología de la Investigación, el, que pasó toda su vida estudiando el tema, dijo “esta va a ser la clase mas corta porque sencillamente no existe tal cosa” y terminó la clase. El mensaje fue claro. Las interpretaciones sobre la metodología de la investigación son variadas y controversiales sobre todo hoy con el irracionalismo re-emergente del relativismo cultural.

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Antonio Cubilla

Un extremo de esta discusión afirma el fin de la ciencia y el otro la niega como compartimiento real del conocimiento. La mayoría la considera no diferente que la artesanía o que las creencias en la religión o los seres extraterrestres. Pero se debe aclarar que los científicos practicantes, salvo rarísimas excepciones, una fue Peter Medawar, no les interesa en lo más mínimo los métodos que utilizan para alcanzar sus verdades. Este es un concepto importante, porque es estudiando a estos científicos que los filósofos desarrollan sus ideas de los métodos y no al revés. Entonces no son los científicos quienes deberían embarcarse en estas discusiones, y mucho menos los estudiantes salvo como ejercicios de cultura. No conozco que los investigadores en ciencias biológicas hayan desarrollado su interés en las ciencias cursando Metodología de la Investigación. Tampoco creo que el conocimiento teórico de los métodos de investigación sea prerrequisito para iniciarse como investigador. Esta disciplina pertenece a la Filosofía. Intriga la nueva pasión en las universidad paraguayas para dictar cursos sobre Metodología de la Investigación. ¡Cuáles serían las motivaciones para estos estudios en universidades donde la investigación científica casi no existe, no es estimulada, no tiene mínimo apoyo administrativo y donde los investigadores son unos pocos entre miles de docentes! Llama la atención que exista tanto interés por estudiar los métodos de la ciencia. Porque no es en estos cursos donde se aprende a investigar. La investigación se la aprende en el campo de batalla, en el laboratorio, en el área de estudio, en las elucubraciones teóricas. Intuyo que lo que se busca en estos cursos no es solamente el conocimiento filosófico de los métodos y de la demarcación de los limites de la ciencia en el mundo del conocimiento sino herramientas practicas que le permitan a casi cualquiera desarrollar en el futuro proyectos de investigación. Esto podría darse mejor con el aprendizaje de la estructura de los diseños de estudio. Es decir la cáscara y no la pulpa. Pero se tiende a ignorar que como en el Arte la investigación le esta vedada a la mayoría. Algo como la búsqueda de recetas de cocina, aunque es sabido que la aplicación estricta de recetas raras veces produce el plato deseado. Decía Valery de Racine, “Acumulen en detalle todos los datos de la vida de Racine pero de ellos nunca construirán el arte de sus versos”.

Para aprender a investigar, mejor que participar en estos cursos es buscarse un mentor y empezar a realizar estudios investigativos con este mentor. Dice Cummings que “la elección de un mentor es sin duda la decisión más importante que debe tomar un investigador inexperto”. No se requiere de ningún conocimiento teórico previo para empezar a investigar, excepto dominar una disciplina, una técnica, poseer imaginación libre, espíritu critico y estar interesado en la búsqueda de nuevos conocimientos. Y encontrar un buen mentor.


Testabilidad de la hipótesis

Previo a considerar conceptos relacionados con la hipótesis sería importante realizar la gran pregunta: ¿cuándo una idea, hipótesis o teoría debería ser catalogada como científica? Esta discusión nos llevará al centro del problema que permite distinguir la ciencia de la seudo-ciencia. Porque la ciencia a menudo yerra y la seudo-ciencia a veces acierta, la gente las confunde y es importante distinguirlas. Tradicionalmente se ha creído que el componente empírico de la ciencia, es decir la experiencia sensorial, era al criterio demarcatario entre lo científico y lo no científico, pero hoy sabemos que esto no es suficiente. Clásicamente se mencionaba como el inicio del proceso científico a la observación del fenómeno y por inducción la inferencia de nuevo conocimiento de mayor generalidad (Bacon). Mucho de la astrología y otras supercherías como la lectura de los horóscopos se basa en montañas de datos observacionales pero sin ningún sentido de racionalidad y nulo valor predictivo, epítomes de la ciencia. Posteriormente a las comprobaciones empíricas de la teoría einsteniana de la relatividad que fuera inventada sin relación con la observación, fue Popper quien delineó el criterio de la testabilidad-refutabilidad como condición para la cientificidad de una idea, hipótesis o teoría. También existen otros enfoques diferentes a los de Popper aunque ninguno tan claro.

Mecanismos lógicos en el proceso de investigación

Entonces existirían dos vías o mecanismos en el proceso de investigación, el uno inductivo, cuya tradición es baconiana y el otro hipotético deductivo, ideado por Popper. En este último proceso, la idea, es decir la hipótesis, es apriorística y cabeza del proceso. A partir de esta idea, que es conjetural y sin rigor, deviene el análisis deductivo riguroso para demostrar su consistencia mediante su testabilidad observacional o experimental. Se debe en estos procesos entender claramente sobre lo temporal de las hipótesis y su persistencia está dada por la resistencia a la refutabilidad. Cuando aparece una hipótesis superior ésta la reemplaza. Este fenómeno está explicado en el libro “La estructura de las revoluciones científicas” de Thomas Kuhn quien habla de las hipótesis como paradigmas.

Qué es la hipótesis

¿Pero que es la hipótesis? La hipótesis es una idea apriorística, es decir no se impone como consecuencia de los hechos ni de los datos sino que es inventada. Decía Einstein, “las teorías no nacen de los datos de observación, son inventadas”.

Podemos ensayar una definición con Bunge de que una hipótesis es “una proposición fáctica general susceptible de ser testada o verificada”. Hay términos menos rigurosos relacionados con el concepto de hipótesis pero que no suelen ser punto de partida de la investigación y son las conjeturas, corazonadas, sospechas, suposiciones, presunciones. Estas generaciones pre-hipotéticas se diferencian de aquellas en su menor rigor y elaboración pero pueden y a menudo son el inicio del proceso que lleva a la consolidación de la hipótesis que requiere una estructuración conceptual mas sólida. Las hipótesis son ideas nuevas. Si están concatenadas con otras y esta suma es de mayor generalidad se convierte en una teoría y si esta a su vez se concatena con otras teorías siendo la suma de mayor generalidad se convierten en leyes científicas. Las hipótesis son nulas cuando predicen un resultado adverso, no direccionales cuando no se comprometen con un resultado y direccionales cuando predicen un resultado específico.

Hay un elemento esencial en la hipótesis y es su originalidad. Ella representa el intento del investigador de explicar un fenómeno anticipado prediciendo el resultado final del proceso de investigación. Es decir, en la hipótesis está contenida la posible respuesta de la pregunta de investigación. Generalmente la hipótesis presenta una predicción de resultados entre dos variables. Si las variables son múltiples las hipótesis son múltiples.

Características de las hipótesis

Las hipótesis deben ser enunciadas con claridad y ser breves, deben expresar la relación entre dos variables, y sobre todo ser sujetas de verificación o ser testables. Para diferenciarlas de las ideas triviales deben ser apoyadas por una racionalidad rigurosa derivada de la teoría, investigación o experiencia personal. Las predicciones científicas no ocurren en un vacío aislado de la experiencia, de teorías científicas o de la masa de conocimiento científico previo, del estado del Arte. Es un error frecuente de investigadores (o de seudo-investigadores) de enfocar un área sin la preparación debida. Fatalmente terminan repitiendo lo anterior sin realizar una contribución original. Las buenas hipótesis son pensamientos sistémicos apriorísticos. Pueden haber hipótesis a posteriori, tienen menor potencia, por inferencia del análisis de datos observacionales. Son típicas en los estudios epidemiológicos o luego de “surveys” o encuestas donde se manejan muchos datos. Las hipótesis además de ser novedosas deben ser relevantes es decir tener impacto social inmediato o abrir un camino para nuevos estudios.

Cómo inventar hipótesis

¿Existe una técnica para inventar hipótesis? Como puede el investigador profesional o el estudiante aprender a descubrir? ¿Existe, como el título del primer libro de Popper una lógica del descubrimiento científico, es decir, una lógica para generar hipótesis? Lastimosamente, la falibilidad de las hipótesis contradice esta posibilidad. No se pueden establecer recetas o reglas categóricas que garanticen el descubrimiento. Además, las hipótesis pueden provenir de razonamientos deductivos, inductivos o analógicos y esto depende del estilo del investigador. Sin embargo existen algunas características de las hipótesis que podrían eventualmente ayudar a generar hipótesis: El dominio de la disciplina y de su técnica, el conocimiento de su historia, la experiencia critica del conocimiento del presente y del pasado, el reordenamiento de datos conocidos, la focalización original, la supresión de factores imaginarios para descubrir otras variables, la reducción del campo para aislar variables, el cambio de representación para buscar analogías, el enfoque interdisciplinario, la imaginación y el espíritu crítico, la búsqueda de la discordancia o anomalías, el estudio de las asimetrías.

Niveles jerárquicos y etapas en la generación de las hipótesis

Dice Bunge que el proceso mental que conduce a la enunciación de las hipótesis científicas pueden estudiarse en distintos niveles: lógico, psicológico y sociológico. En el caso lógico, se interesará por la inferencia plausible entre las proposiciones particulares y generales, es decir la coherencia lógica en el análisis de las hipótesis en el proceso de verificación observacional, experimental o teórica.

Mucho se ha dicho sobre el aspecto psicológico del descubrimiento o creatividad; es clásico el auto estudio del gran matemático francés Poincare al respecto quien afirmó que el momento de la generación de hipótesis contempla aspectos estéticos e inconscientes y que en general la idea implica una totalidad sistémica: decía este sabio que sin poder resolver un problema de matemáticas estaba una mañana temprano caminando en la playa sin pensar en nada en particular cuando la idea le apareció como un relámpago, breve, bella, instantánea y completa. De estas observaciones se podría establecer etapas en el proceso de la creación científica como 1- Conciente y racional (la acumulación de datos y la experiencia y rigor) en la disciplina 2- Un largo tiempo de trabajo inconsciente de descanso (acumulación subconsciente de la información y procesamiento subliminal), 3- iluminación (aparición brusca de la idea o hipótesis) 4- verificación.

El componente sociológico tiene que ver con la relación de las hipótesis con su ambiente y de que manera este influye en la preferencia de unas sobre otras. Independientemente de los aspectos psicológicos en la generación de hipótesis podemos adelantar que es una actividad altamente gratificante para el investigador. Generalmente se progresa por etapas en el proceso y estas etapas son variables en su especificidad. Primero existe alguna intuición, experiencia o pensamiento que nos parece nuevo u original. Esta etapa es vaga y esta en el limite entre la racionalidad y la irracionalidad y su demarcación no es clara. La segunda etapa es la de incubación de las ideas que incluye la acumulación de datos con cierta informalidad así como la revisión de investigación o teorías previas relacionadas con nuestro pensamiento. La tercera y última etapa es cuando ya se nota una cristalización y podemos clara y racionalmente expresar nuestra idea predictiva.

Criterios de demarcación de las hipótesis

Una vez determinada una hipótesis con las características antes anotadas se debe determinar su viabilidad científica. De acuerdo a los criterios de Francisco Ayala existen cuatro actividades a ser realizadas al respecto. Primero, demostrar la consistencia interna de la hipótesis, es decir que su lógica interna sea coherente y clara. Segundo, se debe determinar el poder explicativo de la hipótesis, es decir si hace al fenómeno observado inteligible en algún sentido y si ayuda a comprender si el fenómeno ocurre realmente como se lo observa. Una hipótesis tautológica, es decir repetitiva y centrada en si misma no tiene valor porque no explica. Tercero, la hipótesis deber ser evaluada desde el punto de vista de su relación con el conocimiento existente, es decir debe ser consistente con otras hipótesis y teorías aceptadas en el momento y que estén relacionadas en el campo particular de estudio. Debe además determinarse si esta nueva hipótesis representa un avance sobre las alternativas ya existentes. Cuarto, esta actividad es la más importante y tiene que ver con la prueba a que debe someterse una hipótesis. Deben ser probadas empíricamente indagando si las predicciones del mundo de la experiencia derivadas como consecuencias lógicas de las hipótesis concuerdan con los datos observacionales. Este elemento diferencia a las hipótesis científicas empíricas de otras formas de conocimiento y tienen que ver con la posibilidad de refutabilidad que mencionamos antes en el concepto popperiano. Este es su concepto de demarcación de la ciencia empírica con otras formas del conocimiento y particularmente con la seudo-ciencia.


Generadores de hipótesis

Dice Wolpert en esa joya que es su librito “La naturaleza no natural de la ciencia” que en el mundo científico existen personas dotadas con la cualidad de poder generar hipótesis en mayor número que otras. Sus mecanismos de construir hipótesis son característicamente variados y heterodoxos.

Todo vale como dice Fayeraband. Estas personas son fácilmente reconocibles por que son mentalmente más rápidas, trabajan o estudian mas horas al día que otros, producen más trabajos científicos, su inteligencia es imaginativa y creativa, son hipercríticos, saben más, entienden más, hablan bien, escriben mejor, calculan mas rápido o poseen varios de estos atributos.

Inventar hipótesis es el componente mas importante en el proceso de investigación científica. Sin este componente no habrá ciencia nueva, ni avance del conocimiento, que al final es el objetivo de esta historia.
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