24 de octubre de 2004 - 09:10
El contexto de los "Caprichos"
Este artículo tiene 21 años de antigüedad A caballo entre dos siglos, el XVIII y el XIX, la obra de Goya asume el desafío central con que se topa la modernidad en el fondo mismo de su historia reciente: cómo conciliar la gran tradición clásica e ilustrada con las innovaciones que un tiempo nervioso comienza a urgir. Goya no es precisamente un conciliador, pero toda su obra se desarrolla, obsesiva, en torno a esta cuestión que nutre con fuerza, con furia a veces, el derrotero de una imagen perturbada por la tensión entre dos mundos adversarios.