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Así, intentos de soluciones que no la consideren como un todo siempre serán “parches” que la remienden. No obstante, y debido a los condicionantes que nos llevan a efectuar cambios en ella, estos siempre estarán supeditados a decisiones políticas que la limitan en buena medida. Dentro de esas posibilidades de mejorarla existe un proyecto de ley QUE ESTABLECE EL AJEDREZ EN EL CURRICULUM DE LA EDUCACIÓN ESCOLAR BÁSICA Y MEDIA EN EL SISTEMA EDUCATIVO DEL PARAGUAY, en curso de tratamiento en el Congreso de la Nación desde el 13 de noviembre de 2012. En una primera instancia, en la Cámara de Diputados fue tratada en fecha 30 de abril y aprobada in totum. Así, en su primer artículo, se enuncia la voluntad de “establécese en el ámbito de la República del Paraguay la implementación del ajedrez pedagógico como materia curricular en los ciclos de la educación escolar básica y media”. Debemos recordar –y lo hemos hecho en cuatro artículos anteriores en este suplemento– que el ajedrez tiene un probado impacto –demostrado científicamente– en lo siguiente: A) desarrollo del pensamiento creativo; B) desarrollo de la memoria visual; C) desarrollo de aptitudes verbales; D) desarrollo del rendimiento en la lectura; E) desarrollo del intelecto en general; F) desarrollo de la autoestima; G) desarrollo del pensamiento crítico; H) desarrollo de la concentración; I) mejora el rendimiento académico, y J) la aceleración de la madurez intelectual. El ajedrez también es una excelente herramienta para educar y mejorar la inteligencia emocional de quienes lo practican. En una partida de ajedrez, necesariamente se dan dos resultados posibles: la victoria de uno de los bandos, o un empate o tablas entre ambos. No es posible atribuir, por ejemplo, la derrota a factores como la mala suerte, arbitrajes desfavorables o unas condiciones climáticas en contra; inexorablemente, el jugador es el único responsable de los resultados y, aunque puede resultar duro emocional y psicológicamente, contribuye al equilibrio personal. El control emocional es un factor clave para alcanzar la madurez y ni que decir un alto nivel de fuerza de juego, por ello es preciso en el niño situaciones que le exijan un gran control emocional, pues estas posibilitarán un mejor manejo de sus sentimientos de frustración ante la derrota o de excitación ante la victoria. El solo sumario de beneficios que da la práctica del ajedrez por sí solo prescribe que debería de incluírselo oficialmente al sistema de educación escolar básica en el Paraguay.
En sesión del 27 de junio de 2013, en la Cámara de Senadores, fue aprobada la misma ley pero con modificaciones en el artículo 1, que enuncia el imperativo para que sea “opcional”. Implementarlo como materia curricular, es decir, sea “obligatorio“, va a beneficiar a toda la población escolar del país, pues si no, solo las escuelas y los colegios que ya lo tienen gozarían de esta herramienta clave; en este sentido, debería de ser una política educativa “inclusiva”, es decir, para todos. Si fuese “opcional“, las personas a cargo de las instituciones educativas de la República podrían argüir que no hay obligación de implementarlo, y con este juego a partir de que la ley ordena “Establécese en el ámbito de la República del Paraguay la implementación del ajedrez pedagógico” no lo harán en ningún nivel. La ley, al llevar la cláusula de “opcional”, va en contra del sentido mismo de la naturaleza de las leyes en sentido general, que se enuncian en forma “imperativa“; sus enunciados ordenan en un sentido claro y directo, mas la permisión (en sentido lógico-deóntico) en este caso llevará a la contradicción misma de la “obligación” de la implementación del ajedrez escolar, y con ello se pierde una brillante oportunidad para mejorar la calidad educativa de los niños y también la posibilidad de preparar mejores ciudadanos para el futuro. En síntesis, al ser “opcional” ponen la posibilidad de que no se implemente en ningún nivel, y así la ley crea su propia contradicción –un oxímoron (callejón sin salida) a la razón–, es decir, es imperativa su implementación como materia, pero a paso siguiente se dictamina que es “opcional” su inclusión. El GM (gran maestro) internacional paraguayo Zenón Franco Ocampos comentó en el grupo abierto “Ajedrez Paraguay” del Facebook, en fecha 27 de junio de 2013, lo siguiente al respecto de tal instancia legislativa y la decisión de tal Cámara: “Parece claro que las modificaciones cambian por completo el proyecto de ley, especialmente el artículo 1. Al ser opcional pierde casi toda su fuerza”. Así también, comentó en el mismo grupo, en otro post del 2 de julio: “En las últimas dos notas estuve esperando para encabezarlas con la noticia de la implementación del ajedrez en nuestras escuelas; como explicó el Lic. Oxley, la ley sufrió modificaciones en el Senado, que la cambian sustancialmente, al pasar a ser opcional. Volvió a Diputados y es posible que la ley vuelva a su planteamiento original; es necesario tener 53 votos, no es sencillo, pero ojalá se consiga”. Uno de esos intentos de elevar la calidad de la educación paraguaya es la introducción de una computadora por niño –según un plan piloto en curso–. Según el informe del investigador Rodolfo Elías, hecho por el Instituto Desarrollo, no se han logrado los objetivos de este ambicioso y costoso proyecto, de mejorar los niveles de competencia lingüística y matemática de los niños involucrados en él. Debemos recordar y subrayar que las computadoras son un medio para la realización de ciertos fines y, por lo que se ve, esta herramienta no fue positiva para ello. Sin softwares apropiados, maestros que la exploten lúdicamente hasta el límite de sus posibilidades, no hay tecnología informática de ninguna clase que haga milagros por sí misma. Ahora, esta coyuntura nuevamente es la posibilidad de reimpulsarla con la integración del ajedrez en las escuelas y colegios del país. El ajedrez, a diferencia de las computadoras como medios, es un fin en sí mismo, de allí su potencial de que genere la elevación de competencias cognitivas y emocionales –todos esos resultados comprobados según la ciencia– en los niños quienes lo practican. Que mejor que integrar ajedrez y computadoras en las aulas. Que mejor que desarrollar competencias cognitivas y emocionales a través de la tecnología y el juego. Esta oportunidad es única y no hay que desperdiciarse. A sabiendas que “la familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de garantizar al niño su desarrollo armónico e integral [...]” (Artículo 54 de la Constitución Nacional); que “toda persona tiene derecho a la educación integral y permanente [...]” (Artículo 73 de la Constitución Nacional), que “el Estado promoverá los deportes, en especial los de carácter no profesional [...]” (Artículo 75 de la Constitución Nacional). También que “todo habitante de la República tiene derecho a una educación integral y permanente [...]” (Artículo 1 de la Ley 1264/98 GENERAL DE EDUCACIÓN), que “son fines del sistema educativo nacional: a) el pleno desarrollo de la personalidad del educando en todas sus dimensiones” (Artículo 9 de la Ley 1264/98 GENERAL DE EDUCACIÓN), que “la educación se ajustará, básicamente, a los siguientes principios: [...] e) la efectiva igualdad entre los sexos y el rechazo de todo tipo de discriminación; f) el desarrollo de las capacidades creativas y el espíritu crítico” (Artículo 10 de la Ley 1264/98 GENERAL DE EDUCACIÓN), a la vez tomando en consideración la Declaración del Parlamento Europeo del 15 de marzo de 2012, sobre la introducción del programa «Ajedrez en la Escuela» en los sistemas educativos de la Unión Europea, que afirma que “el ajedrez es un juego accesible para los niños de cualquier grupo social”, y partiendo de esta condición esta herramienta lúdica “podría mejorar la cohesión social y contribuir a los objetivos políticos, tales como la integración social, la lucha contra la discriminación, la reducción de las tasas de delincuencia e incluso la lucha contra diferentes adicciones”; se agrega también a la anterior razón que “considerando que, sea cual sea la edad del niño, el ajedrez puede mejorar su concentración, paciencia y persistencia y puede ayudarle a desarrollar el sentido de la creatividad, la intuición, la memoria y las competencias, tanto analíticas como de toma de decisiones; que el ajedrez enseña asimismo valores tales como la determinación, la motivación y la deportividad”, la sola practica del ajedrez justifica su estimulo socialmente, más el acto de incluirlo como factor obligatorio en el sistema educativo nacional lo hace una herramienta de bajo costo, cuya implementación obligatoria en todos los niveles de la educación nacional constituye un factor único que elevaría cuantitativa y cualitativamente la calidad de la educación en el Paraguay. La Unesco, en 1995, instó a todos los países miembros a incluir el ajedrez en sus respectivos currículos escolares tanto en primaria como en secundaria, de aquella fecha hasta estos días por lo menos 30 países han incluido el ajedrez en sus currículos educativos públicos. Así pues exhortamos a los legisladores tengan la meditada decisión de incluirla en el repertorio de herramientas que hacen a la calidad misma de la educación en el Paraguay y, desde ello, generar una nueva oportunidad de mejorar la sociedad a través de la posibilidad de estimular las competencias que harán realidad un país con una masa crítica ciudadana bien desarrollada y madura emocionalmente.
Editor: Alcibiades González Delvalle - alcibiades@abc.com.py
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