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Este es el ranking –incompleto– de la mejor música del 2018, de abajo arriba.
3er Puesto: Beach House, Black Car
Un intenso viaje musical a través de las texturas del tiempo y la lejanía surcando la materia del espacio, palpando las sensaciones del paso irremediable de las cosas y las íntimas estructuras de lo que permanece, una elegante caída al espacio interior entre sonidos profundos, pero no invasivos, que se prolongan al fondo de la noche. Vale la pena seguir el enlace: https://youtu.be/Er0leZrMaqc
(Álbum: 7, Sub-pop)
2do Puesto: Paul McCartney, Come on to me
La frescura de volver a sentir que los verdaderos creadores no han desaparecido. En estos tiempos de sonidos e ídolos hechos en serie, de fandoms «empoderados», en los que hasta el gusto se programa, Paul –cuándo no– nos trae una brisa. La música ante todo, pero también la letra, y el videoclip con sus escenas simultáneas de soledades secretamente comunicadas entre sí por aislados entusiasmos compartidos, forman toda una celebración de los vínculos elementales que unen a las personas de manera espontánea. Sigan el enlace: https://youtu.be/mSU4O7FzrRU
(Álbum: Egypt Station, Capitol Records)
1er Puesto: Jon Hopkins, Feel First Life
Un crescendo constante que parte de la profunda tristeza de unos mínimos, sutiles, desoladores toques de piano para ir ascendiendo gradualmente, con mucho sentimiento, hasta un final voluptuosamente esperanzador. Hay que reconocer que en el videoclip la exquisita simbiosis audiovisual catapulta en gran medida los intrínsecos valores musicales de esta canción, al punto de que tal vez imagen y sonido, por la potenciación recíproca, sean inseparables. Las ricas texturas de sus capas de instrumentación impregnan el ambiente con un misterio que nos advierte de una posible belleza sin nuestra presencia. No se lo pierdan; sigan este enlace: https://youtu.be/rXNPbUyiI64
(Álbum: Singularity, Domino Records)
horaciobendlin@gmail.com