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Para conocer en su totalidad al gran arpista compatriota necesariamente hay que remitirse a este libro escrito con pasión, paciencia y perseverancia. O sea, como deben escribirse las biografías.Uno de los aciertos de la obra es la presencia permanente del contexto que rodeó al hombre y al artista. Muchas cosas no se entenderían, o no tendrían suficiente explicación, si no tuviésemos al personaje en el interior de las circunstancias que influyeron en su personalidad y modelaron su arte. Estas circunstancias son buscadas o fortuitas. En cualquiera de los casos, forman parte de su historia.
Es natural que Aída Lara fuese la talentosa autora de esta obra editada por Servilibro porque desde siempre ha tenido un singular compromiso con las expresiones musicales populares y con sus respectivos autores. Conocedora enciclopédica de la música folklórica, y entusiasta difusora de la misma, resulta coherente que se haya dado a la empresa de darnos un estudio tan acabado de un arpista singular cuyo arte prestigió el nombre de su país, el Paraguay, y el de su patria chica, Luque. Dicho sea de paso, la Junta Municipal luqueña distinguió, como no podía ser menos, con el título de Hija Dilecta de Luque a la autora del libro que contribuye grandemente a extender el prestigio de Digno García.
Hubo dos sitios en Asunción que albergaron no solamente a los músicos sino a un movimiento musical que se haría perenne: Loma Clavel y Pinozá. Por algún motivo estos barrios eran los preferidos por quienes acunaban el sueño del triunfo; por quienes venían del interior empujados por la esperanza de trascender con su arte. Digno García aterrizó en Pinozá. Aída nos cuenta quienes más anduvieron por ahí: Epifanio López, Luis Bordón, Isidro Caballero con su hijo Nicolasito, Aparicio González, Lorenzo Leguizamón, Cristino Báez Monges, Lorenzo González, Felipe Sánchez "y tantos otros cultores del instrumento de las 36 cuerdas".
"Dime con quién andas..."
Siendo aún muy joven 15 años nos dice Aída Digno García se codea con los grandes, o con quienes pronto lo serían: Demetrio Ortiz, Ignacio Melgarejo, Zoilo F. Cantero, Julián Rejala, Eulogia Ayala Recalde, Ramón Mendoza, Albino Quiñonez... y tantos otros con quienes se unió en el camino que a todos los conduciría al éxito, a la fama, a otros países.
En 1946 Digno García integra el conjunto Los guaireños, encabezado por Gumercindo Ayala Aquino. Lo componían también Patricia Ayala, Luis Osmer Meza (que sería después aplaudido como Luis Alberto del Paraná) y Humberto Barúa. Los guaireños visitan todos los países centroamericanos y el Caribe. Leemos en el libro que "En México tomaron contacto y actuaron en programas y conciertos de los más relevantes artistas de ese país. Debutaron en un festival organizado por Mario Moreno Cantinflas, quien actuó como maestro de ceremonia e hizo las presentaciones correspondientes del grupo paraguayo".
Alentados por el triunfo en México, Los guaireños elevaron sus pretensiones: actuar en los Estados Unidos. Pero finalmente no pudieron hacerlo con lo que "el percance causó una gran desilusión en los integrantes del grupo". Barúa, Meza y García decidieron el regreso hacia el Sur en contra de la voluntad de Ayala Aquino que no pudo convencerlos para continuar en el conjunto. La consecuencia: se formó otro grupo con el nombre de Trío Paraguayo, origen de lo que más tarde sería el universalmente aplaudido trío Los Paraguayos, con Luis Alberto del Paraná, Digno García y Agustín Barboza.
El otro acierto de Aída Lara es haber dado la palabra a quienes conocieron y trataron con Digno García. Es fácil imaginarse las dificultades que habría tenido la autora para dar con tantas personas que fueran a testimoniar, con solvencia, acerca de un personaje tan querido, admirado, y que se movía por el mundo sin descanso. Las entrevistas, breves o extensas, iluminan desde distintos ángulos la vida de un intérprete y creador excepcional. También la presencia del arpa paraguaya en Europa. Así sabemos que el primero en pulsarla fue Albino Quiñónez, con el Trío Olímpico, compuesto también por Emigdio Ayala Báez y Eladio Martínez. Fue en 1948. En 1952 pisó tierra europea Gerardo Servín con Los guaraníes, compuesto por Cristóbal Cáceres, Angel Sanabria y Francisco Marín; en 1954, Digno García con el Trío los Paraguayos.
Entre las muchas y autorizadas personas entrevistadas se encuentra el cantante Lucho Marín, que se había ido a Europa para integrar el conjunto de Digno García. Lucho se acuerda de Matías Ferreira Díaz y del Trío Paraná, y yo me acuerdo de Lucho, de Matías y del Trío Paraná. Me tocó ser el testigo privilegiado del nacimiento de un conjunto musical que dio mucho que hablar y aplaudir. En la casa de Matías, en la calle República Dominicana del barrio Jara, se ensayaba Resedá, una especie de zarzuela de primerizos. Era la primera dirección escénica de Matías, el primer libreto al que Neneco Norton le puso música, mi primer libreto, el debut escénico de Tito Ávalos, de Pochi Dosantos, en fin, todos nuevos. Fue durante uno de los ensayos que Matías se acordó de "unos muchachos muy buenos músicos, pero todavía desconocidos, creo que tenemos que darles una oportunidad". Fue así que participaron de los ensayos el Trío Paraná con Lucho Marín. La obra se estrenó en 1960, en el Cine Teatro Splendid, sobre la calle Estrella. Si mal no recuerdo, los debutantes músicos gustaron más que el libreto.
No es nueva la tarea de Aída Lara en la difusión de las actividades de los folkloristas compatriotas. En Radio Nacional del Paraguay, en los primeros años de la década del 70, crea y dirige programas como "Voces paraguayas", "La música paraguaya y sus intérpretes", "El correo del oyente", "Intérpretes paraguayos por el mundo". Estos programas le permitieron, además, conocer a los artistas cuyas entrevistas le servirían después para publicar Vidas, perfiles y recuerdos vivencias de músicos, poetas y cantores paraguayos en dos tomos, que son imprescindibles para conocer los muchos momentos de gloria que tuvieron la música y los músicos.
De "La tercera parte" del libro copio estos párrafos que ayudan a conocer mejor la trayectoria europea de Digno García:
" Fue adoptado en Bélgica como un hijo de esa tierra. Recibió honores, tuvo el gran orgullo de representar a este país llevando la música paraguaya para la restauración del Teatro de Viena, Austria, destrozado en un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial.
"La televisión belga le dio la oportunidad de presentar dos programas con Acuarelas paraguayas, donde convocó a otros artistas paraguayos para realizar ese cometido. Fue honrado en la Costa Brava, Cataluña, España, por la canción dedicada a este lugar de veraneo.
"Fue amigo de Salvador Dalí, con quien tuvo la oportunidad de compartir los veranos en Cadaqués.
"Fue recibido con aplausos en el Japón, donde le bautizaron con el sobrenombre de Mr. Cascada (nombre de su celebrada composición).
" Recorrió todo el mundo, menos Rusia e India. Grabó 57 discos de larga duración. Compuso alrededor de 127 canciones.
"Cuando salía de gira no volvía antes de los seis meses. Entonces Vera (la esposa) quedaba al frente de la familia.
"Cascada durante mucho tiempo fue la música característica de la Radio Vaticana para sus transmisiones en onda corta. Fue también esa emisora uno de los primeros medios donde actuó el Trío los Paraguayos".
Con Digno García, el arpista paraguayo universal, Aída Lara ubicó en su sitio exacto a uno de los mejores arpistas paraguayos de todos los tiempos, a más de gran creador como lo testimonian su más de centenar de piezas. También en este libro conocemos al hombre, una cascada de bondad y de talento.
Es natural que Aída Lara fuese la talentosa autora de esta obra editada por Servilibro porque desde siempre ha tenido un singular compromiso con las expresiones musicales populares y con sus respectivos autores. Conocedora enciclopédica de la música folklórica, y entusiasta difusora de la misma, resulta coherente que se haya dado a la empresa de darnos un estudio tan acabado de un arpista singular cuyo arte prestigió el nombre de su país, el Paraguay, y el de su patria chica, Luque. Dicho sea de paso, la Junta Municipal luqueña distinguió, como no podía ser menos, con el título de Hija Dilecta de Luque a la autora del libro que contribuye grandemente a extender el prestigio de Digno García.
Hubo dos sitios en Asunción que albergaron no solamente a los músicos sino a un movimiento musical que se haría perenne: Loma Clavel y Pinozá. Por algún motivo estos barrios eran los preferidos por quienes acunaban el sueño del triunfo; por quienes venían del interior empujados por la esperanza de trascender con su arte. Digno García aterrizó en Pinozá. Aída nos cuenta quienes más anduvieron por ahí: Epifanio López, Luis Bordón, Isidro Caballero con su hijo Nicolasito, Aparicio González, Lorenzo Leguizamón, Cristino Báez Monges, Lorenzo González, Felipe Sánchez "y tantos otros cultores del instrumento de las 36 cuerdas".
"Dime con quién andas..."
Siendo aún muy joven 15 años nos dice Aída Digno García se codea con los grandes, o con quienes pronto lo serían: Demetrio Ortiz, Ignacio Melgarejo, Zoilo F. Cantero, Julián Rejala, Eulogia Ayala Recalde, Ramón Mendoza, Albino Quiñonez... y tantos otros con quienes se unió en el camino que a todos los conduciría al éxito, a la fama, a otros países.
En 1946 Digno García integra el conjunto Los guaireños, encabezado por Gumercindo Ayala Aquino. Lo componían también Patricia Ayala, Luis Osmer Meza (que sería después aplaudido como Luis Alberto del Paraná) y Humberto Barúa. Los guaireños visitan todos los países centroamericanos y el Caribe. Leemos en el libro que "En México tomaron contacto y actuaron en programas y conciertos de los más relevantes artistas de ese país. Debutaron en un festival organizado por Mario Moreno Cantinflas, quien actuó como maestro de ceremonia e hizo las presentaciones correspondientes del grupo paraguayo".
Alentados por el triunfo en México, Los guaireños elevaron sus pretensiones: actuar en los Estados Unidos. Pero finalmente no pudieron hacerlo con lo que "el percance causó una gran desilusión en los integrantes del grupo". Barúa, Meza y García decidieron el regreso hacia el Sur en contra de la voluntad de Ayala Aquino que no pudo convencerlos para continuar en el conjunto. La consecuencia: se formó otro grupo con el nombre de Trío Paraguayo, origen de lo que más tarde sería el universalmente aplaudido trío Los Paraguayos, con Luis Alberto del Paraná, Digno García y Agustín Barboza.
El otro acierto de Aída Lara es haber dado la palabra a quienes conocieron y trataron con Digno García. Es fácil imaginarse las dificultades que habría tenido la autora para dar con tantas personas que fueran a testimoniar, con solvencia, acerca de un personaje tan querido, admirado, y que se movía por el mundo sin descanso. Las entrevistas, breves o extensas, iluminan desde distintos ángulos la vida de un intérprete y creador excepcional. También la presencia del arpa paraguaya en Europa. Así sabemos que el primero en pulsarla fue Albino Quiñónez, con el Trío Olímpico, compuesto también por Emigdio Ayala Báez y Eladio Martínez. Fue en 1948. En 1952 pisó tierra europea Gerardo Servín con Los guaraníes, compuesto por Cristóbal Cáceres, Angel Sanabria y Francisco Marín; en 1954, Digno García con el Trío los Paraguayos.
Entre las muchas y autorizadas personas entrevistadas se encuentra el cantante Lucho Marín, que se había ido a Europa para integrar el conjunto de Digno García. Lucho se acuerda de Matías Ferreira Díaz y del Trío Paraná, y yo me acuerdo de Lucho, de Matías y del Trío Paraná. Me tocó ser el testigo privilegiado del nacimiento de un conjunto musical que dio mucho que hablar y aplaudir. En la casa de Matías, en la calle República Dominicana del barrio Jara, se ensayaba Resedá, una especie de zarzuela de primerizos. Era la primera dirección escénica de Matías, el primer libreto al que Neneco Norton le puso música, mi primer libreto, el debut escénico de Tito Ávalos, de Pochi Dosantos, en fin, todos nuevos. Fue durante uno de los ensayos que Matías se acordó de "unos muchachos muy buenos músicos, pero todavía desconocidos, creo que tenemos que darles una oportunidad". Fue así que participaron de los ensayos el Trío Paraná con Lucho Marín. La obra se estrenó en 1960, en el Cine Teatro Splendid, sobre la calle Estrella. Si mal no recuerdo, los debutantes músicos gustaron más que el libreto.
No es nueva la tarea de Aída Lara en la difusión de las actividades de los folkloristas compatriotas. En Radio Nacional del Paraguay, en los primeros años de la década del 70, crea y dirige programas como "Voces paraguayas", "La música paraguaya y sus intérpretes", "El correo del oyente", "Intérpretes paraguayos por el mundo". Estos programas le permitieron, además, conocer a los artistas cuyas entrevistas le servirían después para publicar Vidas, perfiles y recuerdos vivencias de músicos, poetas y cantores paraguayos en dos tomos, que son imprescindibles para conocer los muchos momentos de gloria que tuvieron la música y los músicos.
De "La tercera parte" del libro copio estos párrafos que ayudan a conocer mejor la trayectoria europea de Digno García:
" Fue adoptado en Bélgica como un hijo de esa tierra. Recibió honores, tuvo el gran orgullo de representar a este país llevando la música paraguaya para la restauración del Teatro de Viena, Austria, destrozado en un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial.
"La televisión belga le dio la oportunidad de presentar dos programas con Acuarelas paraguayas, donde convocó a otros artistas paraguayos para realizar ese cometido. Fue honrado en la Costa Brava, Cataluña, España, por la canción dedicada a este lugar de veraneo.
"Fue amigo de Salvador Dalí, con quien tuvo la oportunidad de compartir los veranos en Cadaqués.
"Fue recibido con aplausos en el Japón, donde le bautizaron con el sobrenombre de Mr. Cascada (nombre de su celebrada composición).
" Recorrió todo el mundo, menos Rusia e India. Grabó 57 discos de larga duración. Compuso alrededor de 127 canciones.
"Cuando salía de gira no volvía antes de los seis meses. Entonces Vera (la esposa) quedaba al frente de la familia.
"Cascada durante mucho tiempo fue la música característica de la Radio Vaticana para sus transmisiones en onda corta. Fue también esa emisora uno de los primeros medios donde actuó el Trío los Paraguayos".
Con Digno García, el arpista paraguayo universal, Aída Lara ubicó en su sitio exacto a uno de los mejores arpistas paraguayos de todos los tiempos, a más de gran creador como lo testimonian su más de centenar de piezas. También en este libro conocemos al hombre, una cascada de bondad y de talento.