“Desafío”, de Maribel Barreto: la mirada del amor a través del arte

En una época en la que hablamos continuamente de bullying, intolerancia y el imperio de la belleza física como valor privilegiado, ¿qué aporta Desafío, de Maribel Barreto? La novela es una historia de amor y rebeldía. Trata de una pareja de enamorados cuyo entorno no les permite estar juntos. Ella es Mila, una muchacha inteligente, virtuosa e idealista. Una artista verdadera, pero con la desventaja de ser fea y deforme. Él es Fredy, un joven de clase alta, bello y proveniente de una familia burguesa bien posicionada.

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Los padres de ambos ven con ojos preocupantes esta unión. La madre de Mila se angustia por lo que su hija pueda sufrir, y la madre del muchacho, porque una joven pobre y de cuerpo malogrado no le llega a la altura. Fredy mirará a Mila con los ojos del romanticismo, verá en primer plano la capacidad artística de la joven y se enamorará del arte a través de ella.

La protagonista es especial en muchos sentidos. Es fina, educada y culta; en un año aprendió a leer y a escribir correctamente. Sabe de qué manera se puede calcular la edad de las tortugas. “Cuando se mira al espejo dibuja con su dedo índice el contorno de su boca, ansiosa por recibir los besos que espera”. Pinta cuadros y en estos la vida se ve hermosa, porque ese es el lado que escoge ver Mila. Es entonces cuando Fredy la ve. Y no se detiene a juzgarla de fea cuando Mila es deforme, cuando una mujer madura asoma en el cuerpo de una niña. Fredy también tiene los ojos del artista, por eso está capacitado para ver lo que los demás no pueden. La historia es, de alguna manera, el otro lado del espejo de Marianela, la novela realista de Benito Pérez Galdós. En Marianela, Pablo, el joven ciego, se enamora de ella porque no la ve. Fredy se enamora de Mila porque la ve de una manera idealizada. La perspectiva realista se rompe con Desafío al presentarla desde una visión idealista, pura y romántica.

Pero ¿es posible que un joven apuesto se enamore de una joven talentosísima y de un espíritu sublime, aunque sea deforme?

En Final de juego, de Cortázar, cuando el joven del tren se entera de que su enamorada es minusválida y deforme, la abandona inmediatamente. Pero Cortázar apela a la realidad, y es por eso que el joven pasajero del tren la abandona. En Desafío vence el idealismo. Fredy, que comprende la belleza del arte, ve más allá de Mila, y es por esto que puede enamorarse de ella.

Nos vemos reflejados en la presentación de los conflictos entre padres e hijos; hijos que no aceptan más las decisiones de los padres en sus vidas amorosas. Con esto se marca el sentir de las jóvenes generaciones actuales.

Podemos saber lo que los personajes piensan, por los cambios de voces narrativas; la polifonía nos permitirá “oír” la voz de cada personaje, a través de confidenciales monólogos internos.

Se puede decir que la novela es un inmenso poema, debido a que el lenguaje poético es el estilo del lenguaje de la voz omnisciente y de todos los demás personajes. No es una novela realista, sino romántica, porque prevalece la idealidad de los personajes protagónicos. El lenguaje de todos los personajes es muy culto y formal, de una configuración verbal también idílica. En cuanto al tratamiento, a pesar de que alude a la realidad actual paraguaya, mezcla el tuteo con el voseo: —Te equivocas, no es mi galán, es mi amigo muy querido, de galán no tiene nada. —¿No le amás, acaso? (pág. 150).

Interesante crítica al modelo educativo: “Mila rió y me dijo: es que tu profesor no conoce el poder de la imaginación, pues no sabe lo que es crear y para crear y para que puedan crear les debería dar libertad y no ajustar la tarea a modelos” (pág. 46). Esta alusión al sistema educativo es muy oportuna, ya que la educación, actualmente, está en tema de juicio. Y quién mejor que Maribel Barreto para señalarlo, en su faceta de docente y directora de un colegio.

Pero de pronto la autora rompe el contexto puro romántico ofreciéndonos, en el capítulo llamado “Traicionado por la vida”, la sorpresa de una escena erótica muy sugestiva: “La puerta estaba sin llave, la empujó y miró estupefacta al hombre desnudo tirado sobre la alfombra, no esperaba encontrarlo de ese modo, su mirada recorrió el rostro durmiente, fue bajando y delineó la forma de ese cuerpo perfecto echado boca arriba, no pudo evitar un fuerte sacudón en todo su cuerpo, se aproximó y luego se acostó a su lado, sintió ganas de tocarlo…” (pág. 108). Por cierto, escena logradísima y llamativa, y ojalá que la autora siga animándose a escribir así. Se nota que Maribel Barreto tiene todavía mucho que dar a la literatura.

Por otro lado encontramos una defensa de la libertad y una crítica social: “Yo comprendo porque siente asco de esa gente insaciable, avara, que como un gran vampiro succiona la vida y las fuerza de la gente, sí, eso es, expoliadores, que desafortunadamente son los dueños del mundo, reparten el pan en migajas, explotan el trabajo de los hambrientos, de los desvalidos y desamparados y los convierten en parias” (pág. 51).

La novela Desafío, de Maribel Barreto, aporta desde su contenido el foco de atención sobre lo que estamos mirando de las personas. Hace hincapié en que la belleza humana no siempre es física y que puede provenir de la manera bella de vivir la vida o de recrearla, y que el arte puede ser la compensación de los que sufren, porque no se les admite ser diferentes. Tema de gran actualidad social, tratado con delicadeza poética y sensibilidad humana.

irinarafols@hotmail.com

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