Carbón encendido

Porque es un lente privilegiado para observar la realidad, ya que pone de manifiesto todo lo que damos por sentado en ella, incluso lo absurdo, sostenemos que humor es cultura.

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Esta semana estuvo circulando por Whatsapp el texto larguísimo que toditos leyeron, disfrutaron y reenviaron, sin quejarse de su extensión, aplaudiendo cómo es que 15 hombres en un chat pueden armar un asado en casa del hombre que ya compró luego toda la carne y después se reparten el gasto. Rápido, simple, sin vueltas. Todos ponían «¡Listo!» «¡Listo!» «¡Listo!»

Mientras que en el chat de las mujeres, discutían qué tipo de carne comprar, qué tipo de ensalada hacer, quién haría, si habrá o no chorizos, qué van a tomar, qué día pueden todas, dónde va a ser, había sido una no puede porque a su hijo le lastimaron en el ojo y tiene que ocuparse de eso, de saber cómo fue, por qué. También se perdió un perrito, el agua hincha y al final el asado no se hace jamás.

Ahora bien, yo me pregunto: ¿Por qué lo que son tan capos los hombres para armar asados con los perros y toda esa capacidad logísitica, gastronómica, esa proactividad, entusiasmo, optimismo, solidaridad, capacidad de leer, atender, entender y responder con claridad se esfuma mágicamente cuando al hogar o familia o esposa o hijos se refiere?

Ya quiero leer yo un chat entre marido y mujer donde ella ponga «Amor, el martes Agustín rinde matemáticas, Sofi tiene prueba de vestuario de su competencia de patín y yo tengo otorrino».

Imaginen ustedes al marido respondiendo: «Yo al salir de la ofi estudio con Agustín, le pregunto a mamá si puede llevar a Sofi a probarse el traje, que ya pagué ayer, así te vas tranquila al otorrino y a la noche tengo asadito con los perros». «Gracias vida, cuando vayas al super a comprar tu bebida, ¿Podrías traer de paso pan, leche y huevos?». «¡Listo!»

¡Ayayayayayayay! Me hace suspirar. ¿Esto sucede en la vida real? ¿Son así de prácticos, solidarios, organizados, proactivos en sus propias casas, señores?

NO, NO, NO y NO. No son. Ustedes son amigos de sus amigos y enemigos nuestros. Cualquier cosa que les contamos sobre nuestra familia, ustedes leen como «Esta me está pidiendo ya otra vez un favor, para cagarme. Sabe pues que tengo asado con los perros y le pica. No quiere que me vaya. Igual me voy a ir, no me calienta».

Entonces la conversación en el chat se da así: 

Ella: Amor, el martes Agustín rinde matemáticas, Sofi tiene prueba de vestuario de su competencia de patín y yo tengo otorrino.

Él: ¿Y?

Ella: Y que no puedo estar en 3 lugares al mismo tiempo, o estudiás con Agus o le llevás a Sofi.

Él: ¿Y mi trabajo qué?

Ella: Yo también trabajo, pero aunque los dos trabajemos, Agus rinde y Sofi compite, y el mareo que tengo es algo del tímpano, del estrés, tengo que hacerme ver ya.

Él: Yo también estoy estresado.

Ella: Todos estamos estresados. Agus también está estresado, su profesora también está estresada, me puso en el cuaderno de avisos que repase por favor Adición y Sustracción con Fracciones. Ahí te mandé la foto de la notita de la profe.

Él: No se entiende nada. ¿Hetero qué dice? A la puta, ¿Hasta en la matemática meten esta mierda de la diversidad?

Ella: Fracciones Homogéneas y Heterogéneas.

Él: No sé todavía.

Ella: ¿Qué es lo que no sabes?

Él: Y no sé si voy a tener tiempo de estudiar con él.

Ella: Llevale a Sofi entonces a probarse su vestuario.

Él: ¿Y eso cubre ya la mensualidad verdad? ¿O nos van a querer enchufar aparte?

Ella: Hace 4 años que Sofi compite en patín, 4 años, y todas las veces te plagueas por lo mismo, basta na, la cuota es una cosa y el traje no tiene nada que ver.

Él: Entonces no es para su patinaje.

Ella: ¿Cómo que no es para su patinaje? ¿Y para qué va a ser? ¿Por qué no me atendés? Te estoy llamando.

Él: Y no tiene nada que ver pusiste. Y sí tiene que ver entonces. Sé más clara. Nos quieren enchufar.

Ella: ¿Y por qué no me atendés?

Él: Estoy en reunión ya te dije. No puedo hablar.

Ella: No, no me dijiste, no puedo adivinar. ¿Vas a estudiar con Agus o le vas a llevar a Sofi?

Él: Lo primero que te dije fue que no puedo hablar porque estoy en reunión. Vos tergiversás todo.

Ella: Me fui a leer hasta arriba y nunca me dijiste eso. Andá leé y mandame el screen si encontrás. ¿Qué elegís? ¿Matemáticas o Patín?

Él: A la gran puta. ¿Y por qué no estudió todo ya antes?

Ella: Porque le llevaste a la cancha. «Esos momentos históricos que tiene que vivir con su papá». ¿Te acordás? Yo le estuve ayudando a tu hermana con su mudanza y el único tiempo que tenía para estudiar con él, decidiste vos, que era más importante el ciclón. Encima todavía no te perdono que hayas comprado ese palco. Al pedísimo. ¿Sabés a dónde nos podíamos ir de viaje con esa plata?

Él: ¿Y Matemáticas era el cuaderno rojo, azul, verde? ¿Cómo voy a saber yo entre tantos cuadernos? Un kilombo ha de estar su mochila.

Ella: El único cuadriculado. Ese es.

Él: Bueno.

Ella: ¿Bueno qué?

Él: Y bueno, voy a estudiar con él, ya te dije 7 veces.

Ella: No. No me dijiste. Te tengo que suplicar y putear. Como si fuera que me hacés un favor a mí. Yo no inventé los exámenes. Tu hijo también es.

Él: Sí ya te dije.

Ella: En tu mente seguramente, porque a mí no me dijiste. ¿Y a Sofi, le podés llevar?

Él: ¿Cuánto sale ese traje? Nos van a abrir ya otra vez.

Ella: 180 000. ¿Y cuánto sale ese palco? ¿Que encima compraste al pedo? ¿Sin mi permiso? Encima nunca me invitás, te vas ahí a hacerte el machito con tus amigos, le meten fuerte al whiscacho y quién sabe cuántas bandidas les persiguen ahí, para eso nomás luego compraste, para mostrarte.

Él: Le voy a pedir a mamá que le lleve a Sofi.

Ella: ¿No le podés llevar vos? Tu mamá nunca les pone cinturón.

Él: No puedo todo solo. No puedo. Mamá le va a llevar y le voy a decir que le ponga cinturón. Listo.

Ella: ¿Y por qué no podés llevarle vos después de estudiar con Agus?

Él: Y porque ya hice un compromiso. No estoy al pedo yo.

Ella: ¿Y yo sí? ¿Yo estoy al pedo todo el día? ¿Qué compromiso lo que hiciste que es más importante que TU familia?

Él: La gran puta, no es nio así. Me comprometí a comprar yo la bebida para una reunión que tenemos hoy, con los muchachos, hace mucho que no hacemos nada y en ese tipo de reuniones lo que hay que estar, salen buenos datos para los negocios, hay que estar. O si no, no me van a invitar más después. Mamá le va a llevar, con cinturón.

Ella: Bueno. Gracias vida. Y cuando vayas al super a comprar tu bebida, ¿Podrías traer de paso pan, leche y huevos?

Él: Bueno.

¿Ven que si ustedes aplicaran sus súper habilidades de síntesis y practicidad con nosotras, la vida sería de otro color? Sabemos que de las 3 cosas que pedimos, una van a traer mal y de la otra se van a olvidar. Pero bueno, al menos se fueron al súper. Y no, no, no, no para hacernos un favor, sáquense ya de la cabeza de pelota de fútbol que tienen que nos hacen un favor, porque ustedes son los que comen pan, leche y huevos. Y nuestros hijos. Nosotras por ahora leche de almendras, cero trigo y huevo puede ser, pero solamente la clara.

¿Ustedes tienen los huevos rotos? Nosotras también. Qué lindo mañanero hubiesen tenido este domingo si en vez de ser proactivos con sus amigotes fueran también con nosotras. ¡Listo!

valentinacallado777@gmail.com

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