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El encuentro con Ana Ribeiro fue en su casa, en un coqueto barrio privado en las afueras de Montevideo, casi como un búnker, cuya sala resguarda una importante biblioteca y numerosas artesanías "de mis visitas a tu país", dice. De fondo, una prodigiosa naturaleza y la presencia de un loro amazónico empecinado en convocarla invitaba al diálogo. Habló con elocuencia y conocimiento de nuestros países y sus orígenes fundacionales. LA HISTORIA ¿EN LA MIRA CONSTANTE?
La historia es un género de reescritura permanente, la historia revisa permanentemente, no hay un libro que se escriba de una vez y para siempre sobre una obra, sobre un tema ni sobre un personaje. Puede ser que haya libros muy importantes que compendian una cantidad de información que tienen un sesgo, un enfoque que durante años se imponen como la palabra más completa sobre un tema dado, pero aun esos que se convierten en clásicos tienen que ser revisados. ¿Por qué? porque la historia se escribe siempre desde el presente para dar respuesta sobre el pasado. Desde preguntas que surgen en el presente, por lo tanto las respuestas, aunque sean respuestas específicas, aunque sean de un siglo que ya pasó, van a tener alguna connotación para el presente desde el cual se pregunta. La historia como disciplina también cambia permanentemente. La historia durante mucho tiempo contó los hechos políticos como los más importantes, los que explicaban todo de una época o sucesos, luego se fueron descubriendo las estructuras, el valor de lo social, de los imaginarios, de los sin voz, de los pequeños hombres y mujeres anónimos... Cuando tú vas a reescribir lo escrito, los héroes (después de tanto tiempo de consagrados, de utilizados para explicar por sí solos o casi por sí solos todo el pasado) pesan más que los demás. El trabajo actual del historiador suele ser en contracorriente de esos grandes hombres omnipresentes en el relato de la nación.
ARTIGAS EN EL PARAGUAY
Sobre Artigas hay una historiografía documental muy importante, se va por el tomo número treinta y siete del archivo Artigas, gigantesca obra comenzada en la década del 40 y que sigue editando todo tipo de documentos. Cada uno de esos tomos promedia las mil páginas y reúne cada documento pequeño o grande, insignificante o gravitante que se generó en torno a Artigas, no solamente firmado por él, sino cualquier cosa que tuviera que ver con él, con su tropas, con sus huestes, con la época. Está todo compendiado allí, para lo cual se hizo un trabajo de rastreo documental en los archivos españoles, en los archivos argentinos, en todas las fuentes existentes, esa obra documental, que es monumental, sigue en pie y en vigencia. Es la que entre otras cosas avala a todos los que hemos escrito sobre el tema, sin dudas basados en una fuente documental seria, nunca se dejara de revisitar, no para de avanzarse. Yo te diría en mi caso específico lo que fue nuevo para mi país, fue que alguien escribiera un libro de seiscientas páginas sobre Artigas en el Paraguay ,porque lo que se hacía era reducir el período "Paraguay" a dos o tres páginas como mucho y a una culpa: que ese hombre (Artigas) se hubiera quedado hasta el final de su vida en Paraguay porque lo obligaban, pues de lo contrario él hubiera vuelto a su país. "Los paraguayos lo tuvieron preso", eso decía la historiografía uruguaya.
TRAS SUS HUELLAS: UNA NUEVA LECTURA
Una vez que llegué al Paraguay la primera cosa que descubrí fue "pero ¿cómo? Cuando nombro a Artigas y digo que estoy investigando para escribir sobre sus 30 años en Paraguay, desde el vendedor de chipa en la esquina del Archivo hasta el catedrático que me recibe en la universidad están orgullosos de haberle dado asilo en Paraguay. Algún cortocircuito entre la historiografía uruguaya y paraguaya hay. Esas seiscientas páginas de mi libro El caudillo y el dictador (PLANETA, 2003) están llenas no de documentos inéditos en cantidad, sino de relaciones minúsculas que permiten entender una mezcla de cosas que Artigas fue al Paraguay buscando el último apoyo militar, cosa que le permita dar vuelta la situación en su país, que confiaba en Yegros y Caballero, pero no podía saber que habían sido asesinados no era como ahora que pasó algo en Asunción y al segundo tú lo recibes por mail Le sucedió en 1820, que quedó entrampado en el propio camino. ¿Adónde iba ? Brasil estaba deshaciendo lo que quedaba de las Misiones , peinando y rastreando todo el territorio
Queda lo que le dijo al Dictador: "Yo me voy con los indios ". Francia entonces le permite entrar, pero con la prevención de desarmarlo algo que yo entendí, cuando me despojé de esos prejuicios de las historiografías nacionales. ¿Cómo no iba a vigilarlo, desconfiarlo, desarmarlo, cuando en la plenitud del poder Artigas lo invitó a formar parte de la Liga y Francia le dijo que no, entonces Artigas le confiscó armas e hizo un plan de una revolución con los que estaban dentro (Yegros, Caballero) para ver si lo derrocaba? Y dijo: "Yo entro por la cabeza del Dictador". Ese hombre Francia, como en un acto de clarividencia, ¿tenía que tratarlo como el futuro señor de la estatua en la Plaza Independencia, que algún día el Uruguay iba a construir, o tratarlo como lo que era ante sus ojos, alguien que hasta ese momento era por él desconfiado de ser aliado de Buenos Aires, encubierto, que en el momento en que lo ve derrotado y perseguido se da cuenta que no era el aliado de Buenos Aires? Pero, sin embargo, Francia sabe que Artigas puede causarle un factor de disturbio, sabe que es un poder que compite con el de él, al cual derrotado es gesto de grandeza darle protección, pero eso sí, cortándole todos los vínculos que podían convertirlo en lo que Artigas era: un hombre con una poderosa convocatoria. Era un caudillo carismático porque todavía derrotado, como cuenta Ramón de Cáceres, apenas con doscientos hombres de los siete mil que había llegado a tener en su mejor momento político, aun sabiendo que va huyendo y perseguido por la ley, los indios misioneros se van detrás de él y se alistan en la desarmada y destrozada fila. Te imaginas que Francia sabe que es peligroso, entonces ¿qué hace? Lo acoge, lo protege en un sitio que no sea letal, lo desarma, lo atiende muy bien, le da objetos refinados, cosa que en la historiografía uruguaya no se decía. Eso fue lo nuevo de mi libro para los paraguayos y uruguayos: decirles "Artigas no estuvo preso en Paraguay, es más complejo que eso, se lo amparó, se dio el lujo de morir de viejo en un país que llegó a amar profundamente".
PARAGUAY Y SU ADN DE INDEPENDENCIA
Francia es un hombre para bien o para mal ligado a la Independencia paraguaya, pero debe señalarse que elaboró esa independencia en base a una política de aislamiento, que tampoco la inventó él. Paraguay siempre fue una provincia muy despojada, de muy difícil acceso; el aislamiento es algo derivado de la etapa colonial que de alguna manera le dio ventajas. Luego Francia, viendo la experiencia jesuítica experiencia que no quería contaminar al indio con los problemas y la ambición de los blancos ante el caos que implica generó la revolución en todas las Provincias del Plata, aisló al Paraguay para preservarlo. Profundizó cosas que estaban en la historia, en el ADN del Paraguay.
Claro que para lograr esa independencia, Francia no hizo una revolución de fondo respecto al modo de vida ni a la economía que la colonia había instalado en Paraguay. Lo revolucionario fue decir "ya no pertenecemos a la Corona española y en lugar de ese poder omnipresente de un Borbón lo que está ahí soy yo", que no se convierte en dinastía porque todos sabemos que (sin ser célibe) tuvo una vida muy monástica, pero él se perpetuó todo lo que pudo en el poder. Pero no alteró la estructura social más que en aquellos puntos en que a él le favorecían para conservar el poder, dijo no a una elite ilustrada, no a una elite económica, comercial y militar vinculadas con los españoles y criollos blancos, obligó a profundizar un sistema de mestización que ya estaba en la forma en que Paraguay se había constituido y acentuó el proceso de mestizaje con la ley que prohibía el casamiento de españoles con españolas Esos son cambios profundos. Desarma la Iglesia, a la que mantiene como culto pero en aras del viejo patronato la convierte en algo que él controla completamente hasta el punto de tener a salario a los sacerdotes. Desarma el sistema educativo, pero esas medidas no son revoluciones; por ejemplo: lo revolucionario hubiera sido ampliar la base educativa para que emergiera una nueva clase social, que se le den poderes e ilustración a los sectores sumergidos. Pero no, él no hizo cambios de ese tipo. Los cambios que él introduce son cambios para eliminar todo aquello que podía ensombrecer su poder omnipotente. Ahora: no hay duda de que le deben la independencia. Es un personaje con los claroscuros de casi todos los héroes.
La historia es un género de reescritura permanente, la historia revisa permanentemente, no hay un libro que se escriba de una vez y para siempre sobre una obra, sobre un tema ni sobre un personaje. Puede ser que haya libros muy importantes que compendian una cantidad de información que tienen un sesgo, un enfoque que durante años se imponen como la palabra más completa sobre un tema dado, pero aun esos que se convierten en clásicos tienen que ser revisados. ¿Por qué? porque la historia se escribe siempre desde el presente para dar respuesta sobre el pasado. Desde preguntas que surgen en el presente, por lo tanto las respuestas, aunque sean respuestas específicas, aunque sean de un siglo que ya pasó, van a tener alguna connotación para el presente desde el cual se pregunta. La historia como disciplina también cambia permanentemente. La historia durante mucho tiempo contó los hechos políticos como los más importantes, los que explicaban todo de una época o sucesos, luego se fueron descubriendo las estructuras, el valor de lo social, de los imaginarios, de los sin voz, de los pequeños hombres y mujeres anónimos... Cuando tú vas a reescribir lo escrito, los héroes (después de tanto tiempo de consagrados, de utilizados para explicar por sí solos o casi por sí solos todo el pasado) pesan más que los demás. El trabajo actual del historiador suele ser en contracorriente de esos grandes hombres omnipresentes en el relato de la nación.
ARTIGAS EN EL PARAGUAY
Sobre Artigas hay una historiografía documental muy importante, se va por el tomo número treinta y siete del archivo Artigas, gigantesca obra comenzada en la década del 40 y que sigue editando todo tipo de documentos. Cada uno de esos tomos promedia las mil páginas y reúne cada documento pequeño o grande, insignificante o gravitante que se generó en torno a Artigas, no solamente firmado por él, sino cualquier cosa que tuviera que ver con él, con su tropas, con sus huestes, con la época. Está todo compendiado allí, para lo cual se hizo un trabajo de rastreo documental en los archivos españoles, en los archivos argentinos, en todas las fuentes existentes, esa obra documental, que es monumental, sigue en pie y en vigencia. Es la que entre otras cosas avala a todos los que hemos escrito sobre el tema, sin dudas basados en una fuente documental seria, nunca se dejara de revisitar, no para de avanzarse. Yo te diría en mi caso específico lo que fue nuevo para mi país, fue que alguien escribiera un libro de seiscientas páginas sobre Artigas en el Paraguay ,porque lo que se hacía era reducir el período "Paraguay" a dos o tres páginas como mucho y a una culpa: que ese hombre (Artigas) se hubiera quedado hasta el final de su vida en Paraguay porque lo obligaban, pues de lo contrario él hubiera vuelto a su país. "Los paraguayos lo tuvieron preso", eso decía la historiografía uruguaya.
TRAS SUS HUELLAS: UNA NUEVA LECTURA
Una vez que llegué al Paraguay la primera cosa que descubrí fue "pero ¿cómo? Cuando nombro a Artigas y digo que estoy investigando para escribir sobre sus 30 años en Paraguay, desde el vendedor de chipa en la esquina del Archivo hasta el catedrático que me recibe en la universidad están orgullosos de haberle dado asilo en Paraguay. Algún cortocircuito entre la historiografía uruguaya y paraguaya hay. Esas seiscientas páginas de mi libro El caudillo y el dictador (PLANETA, 2003) están llenas no de documentos inéditos en cantidad, sino de relaciones minúsculas que permiten entender una mezcla de cosas que Artigas fue al Paraguay buscando el último apoyo militar, cosa que le permita dar vuelta la situación en su país, que confiaba en Yegros y Caballero, pero no podía saber que habían sido asesinados no era como ahora que pasó algo en Asunción y al segundo tú lo recibes por mail Le sucedió en 1820, que quedó entrampado en el propio camino. ¿Adónde iba ? Brasil estaba deshaciendo lo que quedaba de las Misiones , peinando y rastreando todo el territorio
Queda lo que le dijo al Dictador: "Yo me voy con los indios ". Francia entonces le permite entrar, pero con la prevención de desarmarlo algo que yo entendí, cuando me despojé de esos prejuicios de las historiografías nacionales. ¿Cómo no iba a vigilarlo, desconfiarlo, desarmarlo, cuando en la plenitud del poder Artigas lo invitó a formar parte de la Liga y Francia le dijo que no, entonces Artigas le confiscó armas e hizo un plan de una revolución con los que estaban dentro (Yegros, Caballero) para ver si lo derrocaba? Y dijo: "Yo entro por la cabeza del Dictador". Ese hombre Francia, como en un acto de clarividencia, ¿tenía que tratarlo como el futuro señor de la estatua en la Plaza Independencia, que algún día el Uruguay iba a construir, o tratarlo como lo que era ante sus ojos, alguien que hasta ese momento era por él desconfiado de ser aliado de Buenos Aires, encubierto, que en el momento en que lo ve derrotado y perseguido se da cuenta que no era el aliado de Buenos Aires? Pero, sin embargo, Francia sabe que Artigas puede causarle un factor de disturbio, sabe que es un poder que compite con el de él, al cual derrotado es gesto de grandeza darle protección, pero eso sí, cortándole todos los vínculos que podían convertirlo en lo que Artigas era: un hombre con una poderosa convocatoria. Era un caudillo carismático porque todavía derrotado, como cuenta Ramón de Cáceres, apenas con doscientos hombres de los siete mil que había llegado a tener en su mejor momento político, aun sabiendo que va huyendo y perseguido por la ley, los indios misioneros se van detrás de él y se alistan en la desarmada y destrozada fila. Te imaginas que Francia sabe que es peligroso, entonces ¿qué hace? Lo acoge, lo protege en un sitio que no sea letal, lo desarma, lo atiende muy bien, le da objetos refinados, cosa que en la historiografía uruguaya no se decía. Eso fue lo nuevo de mi libro para los paraguayos y uruguayos: decirles "Artigas no estuvo preso en Paraguay, es más complejo que eso, se lo amparó, se dio el lujo de morir de viejo en un país que llegó a amar profundamente".
PARAGUAY Y SU ADN DE INDEPENDENCIA
Francia es un hombre para bien o para mal ligado a la Independencia paraguaya, pero debe señalarse que elaboró esa independencia en base a una política de aislamiento, que tampoco la inventó él. Paraguay siempre fue una provincia muy despojada, de muy difícil acceso; el aislamiento es algo derivado de la etapa colonial que de alguna manera le dio ventajas. Luego Francia, viendo la experiencia jesuítica experiencia que no quería contaminar al indio con los problemas y la ambición de los blancos ante el caos que implica generó la revolución en todas las Provincias del Plata, aisló al Paraguay para preservarlo. Profundizó cosas que estaban en la historia, en el ADN del Paraguay.
Claro que para lograr esa independencia, Francia no hizo una revolución de fondo respecto al modo de vida ni a la economía que la colonia había instalado en Paraguay. Lo revolucionario fue decir "ya no pertenecemos a la Corona española y en lugar de ese poder omnipresente de un Borbón lo que está ahí soy yo", que no se convierte en dinastía porque todos sabemos que (sin ser célibe) tuvo una vida muy monástica, pero él se perpetuó todo lo que pudo en el poder. Pero no alteró la estructura social más que en aquellos puntos en que a él le favorecían para conservar el poder, dijo no a una elite ilustrada, no a una elite económica, comercial y militar vinculadas con los españoles y criollos blancos, obligó a profundizar un sistema de mestización que ya estaba en la forma en que Paraguay se había constituido y acentuó el proceso de mestizaje con la ley que prohibía el casamiento de españoles con españolas Esos son cambios profundos. Desarma la Iglesia, a la que mantiene como culto pero en aras del viejo patronato la convierte en algo que él controla completamente hasta el punto de tener a salario a los sacerdotes. Desarma el sistema educativo, pero esas medidas no son revoluciones; por ejemplo: lo revolucionario hubiera sido ampliar la base educativa para que emergiera una nueva clase social, que se le den poderes e ilustración a los sectores sumergidos. Pero no, él no hizo cambios de ese tipo. Los cambios que él introduce son cambios para eliminar todo aquello que podía ensombrecer su poder omnipotente. Ahora: no hay duda de que le deben la independencia. Es un personaje con los claroscuros de casi todos los héroes.