Las reminiscencias del Capitán Bozzano y la otra historia del siglo XX

La «Gran Guerra», que aún no se llamaba la «Primera», había terminado con cualquier ilusión de grandeza épica antes de que la disputa por el Chaco Boreal desatara el mayor conflicto bélico del siglo XX en Sudamérica. Así lo entiende, lúcidamente, el capitán José Bozzano en sus memorias.

Pasaporte diplomático paraguayo del teniente de Marina José Bozzano, Asunción, 4 de diciembre de 1926
Pasaporte diplomático paraguayo del teniente de Marina José Bozzano, Asunción, 4 de diciembre de 1926gentileza

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La pugna entre Paraguay y Bolivia por el Chaco Boreal fue el mayor conflicto bélico del violento siglo XX en América del Sur. Entre quienes más activamente contribuyeron, primero, entre 1929 y 1932, a la preparación de Paraguay para la contienda, y luego, ya durante la Guerra del Chaco (1932 - 1935), a su defensa, estuvo el capitán de Navío de la Armada del Paraguay José Alfredo Bozzano Baglietto. Lo recordamos hoy porque, en medio de una especie de oleada de necrofilia estatal (1), su nombre está volviendo a aparecer en la prensa debido a un proyecto de ley que propone trasladar sus restos al Panteón Nacional de los Héroes (2).

José Bozzano nació en el barrio Loma San Jerónimo de Asunción el 7 de diciembre de 1895 (en algunas fuentes, el 17 de diciembre de 1894), hijo del armador naviero José Bozzano, italiano, de Varazze, Liguria, y de Benedicta Baglietto, argentina. Los Bozzano eran constructores navales y algunos vinieron a trabajar en su oficio ya en el siglo XIX. En sus Reminiscencias (1962), cuenta el capitán Bozzano que un tío abuelo suyo llegó en 1852, cuando comenzaba la efervescencia constructora del gobierno de Carlos Antonio López.

Fotografía de José Alfredo Bozzano Baglietto en su juventud compartida por el historiador Fabián Chamorro.
Fotografía de José Alfredo Bozzano Baglietto en su juventud (Archivo ABC Color)

El joven Bozzano entró en 1917 en la Armada como guardiamarina, en 1918 fue destinado a los Arsenales, diseñó allí embarcaciones y aparatos, el gobierno del presidente Montero lo envió en 1919 al Instituto Tecnológico de Massachusetts, egresó como arquitecto e ingeniero naval, con un posgrado en Ingeniería Aeronáutica, en 1924, siguió cursos en la Escuela de Guerra Naval, Connecticut, y en la Quinta Base Naval y Aérea, Hampton Roads, y volvió a Paraguay en 1925 como arquitecto e ingeniero naval, máster en Ingeniería Aeronáutica y piloto aviador naval.

Uno de los motivos de la relevancia histórica de la Guerra del Chaco es expuesto claramente por el capitán Bozzano en sus Reminiscencias (1962): «El enemigo nos trajo una guerra en la que el material, en todas sus formas, constituía el factor decisivo» (3). Una guerra moderna, industrial. «Aquella fue la primera guerra, en todas las Américas, donde las comunicaciones, el transporte mecánico, la aviación, la radio, el tanque, el lanzallamas y las minas entraban en acción como consecuencia de la mecánica industria» (4).

El periodo posterior a la Primera Guerra Mundial en Paraguay está marcado por luchas internas, protestas obreras y estudiantiles y avances de Bolivia en el Chaco, que cobran importancia en la agenda pública durante el breve gobierno provisional de Luis A. Riart. La inestabilidad política de esas décadas de guerras civiles afecta al Ejército (5), lo que también preocupa a Riart, seguido en esto por los presidentes posteriores. Su plan de adquirir armamento y equipos y reorganizar las Fuerzas Armadas comenzó a aplicarse bajo la presidencia de su sucesor, Eligio Ayala (1924 - 1928), con él, Riart, como ministro de Guerra y Marina. Comenzaron a impartirse cursos en la Escuela Superior de Guerra, se contrataron misiones militares de Francia y Argentina y en 1931 se incorporaron al Ejército paraguayo dos flamantes cañoneros: el Paraguay y el Humaitá, ambos creaciones de José Bozzano.

Juan Domingo Perón en la cañonera Paraguay, tras el golpe militar de 1955
Juan Domingo Perón en el cañonero Paraguay, tras el golpe militar de 1955

Cuenta Bozzano en sus Reminiscencias que entre 1928 y 1929, cuando era teniente segundo de Marina y espía en Londres, desde donde enviaba informes al gobierno paraguayo, averiguó «lo que los bolivianos habían comprado: artillería, cañones, obuses, aviones, ametralladoras livianas y pesadas, proyectiles para artillería y ametralladoras, gas mostaza en botellones y tanques de asalto livianos». «Nuestro torvo enemigo», escribe, «se nos vino al ataque con un concepto pleno de la guerra moderna».

La «Gran Guerra», que aún no se llamaba la «Primera», había terminado con cualquier ilusión de grandeza épica, y en la aterrada modernidad de aquel siglo todavía joven esas compras tuvieron que dejarle en claro a Bozzano que el enfrentamiento sería, como él escribe, una «guerra técnica moderna a base de armamento mecánico», lejos de todo ideal heroico: «era indudable que las acciones no se desarrollarían únicamente con bayonetas, sables, caballos y lanzas. La lucha sería moderna. El valor personal no sería (…) el factor decisivo de la contienda» (6).

Dada la importancia del río Paraguay en la defensa del Chaco y la consiguiente necesidad de la Armada paraguaya de dominar esa vía fluvial, no es raro que el entonces guardiamarina Bozzano llevara a Estados Unidos los planos de dos buques de guerra que había diseñado y que fueron eje de sus estudios de Arquitectura e Ingeniería Naval en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Cuando volvió en 1925, ante la cada vez más real posibilidad de guerra con Bolivia, el presidente Eligio Ayala y su ministro de Guerra y Marina, Luis A. Riart, aprobaron los planos y enviaron a su autor a Europa a concretar la fabricación.

El abogado de origen catalán (nacido en Corrientes, Argentina) Luis Alberto Riart, presidente de Paraguay del 17 de marzo de 1924 al 15 de agosto de 1924.
El abogado de origen catalán (nacido en Corrientes, Argentina) Luis Alberto Riart, presidente de Paraguay del 17 de marzo de 1924 al 15 de agosto de 1924.

Los buques fueron construidos en los famosos cantieri navali –los astilleros– de Nicolo Odero, en Génova, con la supervisión in situ de Bozzano. Una publicación del Boletín del Centro Naval de Argentina decía: «Son consideradas como las naves más modernas y perfectas en su género, pues tanto en su poder ofensivo como defensivo, han sido aplicados los adelantos últimos de la ingeniería naval» (7).

Las dos naves se hicieron a la mar desde el puerto de Génova, se adentraron en el océano, se perdieron poco a poco en lontananza, surcaron durante meses las aguas que separaban el viejo mundo del nuevo y llegaron a Asunción el 5 de mayo de 1931. Mucho después, un José Bozzano anciano ya, con cierta orgullosa nostalgia, escribiría que el Paraguay y el Humaitá «hubieran podido hacer frente a cualquier escuadrón naval de aquella época» (8).

Pero nuestra nostalgia, por supuesto, es –con todo respeto– de otra índole. Porque antes incluso de que estallara el conflicto armado, la atmósfera de la preguerra del Chaco inficionó todos los ámbitos con ideas patrióticas y belicistas, y la otra historia de Paraguay, una historia de luchas y victorias obreras, de grandes huelgas y duras conquistas, de gremios y sindicatos anarquistas, una historia que sacudió vigorosamente las primeras décadas del siglo XX, comenzó a desvanecerse, envenenada por un nacionalismo que hasta hoy corrompe el aire.

Y de esa otra historia hablaremos muy pronto.

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Notas

(1) Ver, por ejemplo: https://www.abc.com.py/nacionales/2024/08/29/nuevo-panteon-aprobado-por-el-senado-se-llamara-de-los-ilustres/

(2) Al parecer, hay disputas sobre el tema entre «historiadores», aunque en general son de ínfimo nivel. Ver, por ejemplo: https://www.abc.com.py/nacionales/2024/03/05/deben-ir-los-restos-del-contraalmirante-jose-bozzano-baglietto-al-panteon-nacional-de-los-heroes/

(3) José A. Bozzano (1962). Reminiscencias, Asunción, Casa Editorial Toledo, p. 43.

(4) Ídem.

(5) «…la estructura militar como el parque de guerra fueron desquiciados una y otra vez en las repetidas revoluciones y golpes militares que asolaron el país desde 1870 a 1922». Brezzo, L. (2010). El Paraguay a comienzos del siglo XX, 1900-1932, Asunción, El Lector, Colección La Gran Historia del Paraguay 9, p. 92.

(6) Bozzano, op. cit., p. 11

(7) Crónica Extranjera. Paraguay (1931). Boletín del Centro Naval, tomo XLVIII, n. 487, p. 833.

(8) Actuación de la Armada antes y durante la contienda chaqueña (1963). Revista de la Armada Nacional, Asunción, año XV, n. 81, p. 44.

Barlo, el felino tripulante del Cañonero Paraguay.
Barlo, el felino tripulante del cañonero Paraguay
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