Carmen Soler, poeta de combate

En un artículo de 1960, Augusto Roa Bastos saluda «la vigorosa personalidad de Carmen Soler», que «representa por primera vez en la poesía paraguaya la irrupción de la mujer como poeta de combate».

Ficha policial de Carmen Soler, 1955. Centro de Documentación y Archivo, Museo de la Justicia, Paraguay.
Ficha policial de Carmen Soler, 1955. Centro de Documentación y Archivo, Museo de la Justicia, Paraguay.

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Desde 1935 hasta 1992 se publicó la Revista Universidad, de la Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina. El número 44 (abril-junio, 1960) incluyó un artículo de Augusto Roa Bastos sobre la literatura paraguaya. Reproducimos el final, en el que saluda la aparición de Carmen Soler.

De «Pasión y expresión de la literatura paraguaya», por Augusto Roa Bastos

[…]

«El movimiento de innovación que ha puesto a la poesía paraguaya a tono con la de los demás países de América, contó también entre sus iniciadores más importantes a Josefina Plá. Nacida en las Islas Canarias vino de corta, edad al Paraguay, donde despertó muy pronto su vocación hacia las letras. Es también una extraordinaria ceramista. A Josefina Plá deben las más nuevas promociones de escritores y poetas mucho de su formación, pues ella ha trabajado incansablemente para superar y esclarecer la penumbra de aislamiento cultural de que hablábamos al comienzo. La influencia de su obra, en este sentido, es considerable. Toda ella condensa un llamado a la sinceridad, a una autenticidad esencial. Situada en un plano distinto a la de Campos Cervera y con tono y acento muy diferente, la lírica de Josefina Plá coincide no obstante con él en su planteo estético. Ella también reconoce que el poeta, no está exento de la obligación básica y universalmente humana de servir a la humanidad. Pero precisa que “un poeta no puede servir a sus semejantes sino como poeta. Su obra debe realizarse dentro de los términos propios y esenciales de su condición lírica, cuyos límites no por vastos son menos sustancialmente insalvables: la poesía rehúsa por naturaleza, los denominadores comunes implícitos en toda definición ideológica. En otros términos, el poeta no puede aliarse conscientemente con la historia, porque sucede precisamente que es la historia la que sigue el cauce mágico de la poesía”. Este credo estético de Josefina Plá refleja la naturaleza de su lírica de una macerada tesitura personal, descarnada y ardiente. Inédita la mayor parte de su numerosa producción, ella encierra sin duda, uno de los aportes más importantes a la lírica sudamericana.

Carmen Soler en Estocolmo, 1976. Archivo de Luis Casabianca. (Fuente: https://carmensolerpy.com/)
Carmen Soler en Estocolmo, 1976. Archivo de Luis Casabianca. (Fuente: https://carmensolerpy.com/)

»Elvio Romero encabeza la generación posterior integrada por poetas y escritores entre los 25 y 30 años. Abatidas por la muerte las señeras presencias de Julio Correa y Hérib Campos Cervera, esos huecos tendían a cubrirse con las nuevas promociones bajo el signo instaurado por aquellos. Elvio Romero publica en el destierro cuatro libros cuya poesía de fuerte acento civil y testimonial representa, una auténtica voluntad de lucha.

»Posteriores a Elvio Romero son Rubén Bareiro Saguier (1930), Carlos Villagra Marsal (1932), Rodrigo Díaz Pérez (1924), Julio César Troche (1928), José Luis Appleyard (1927), José María Gómez Sanjurjo (1928), Ramiro Domínguez (1924), Ricardo Mazó (1927), entre otros, sobresaliendo entre ellos por la fuerza de su inspiración y la amplitud de su registro temático, Carlos Villagra Marsal, cuya Carta a Simón Bolívar, premiada en un concurso de poesía, en 1955, situó de golpe su nombre entre los primeros poetas paraguayos de la actualidad

»Últimamente ha surgido entre los nuevos la vigorosa personalidad de Carmen Soler. Ubicada en la línea social y popular inaugurada por Julio Correa, Carmen Soler representa por primera vez en la poesía paraguaya la irrupción de la mujer como poeta de combate. En sus poemas breves pero intensos, casi todos ellos en el ritmo del romance, se combinan el acento popular con una rigurosa intuición poética, acaso bajo la influencia del cubano Nicolás Guillén con quien se muestra emparentada espiritual e ideológicamente, más que formalmente.

»Los nuevos poetas y escritores han definido rotundamente su actitud al asociar su obra a las luchas de su pueblo y expresar con ella sus anhelos más intensos. Por caminos dispares, con vibraciones y fisonomías diferentes, unos y otros coinciden en colocar su trabajo, denodadamente y sin concesiones, en el punto mismo de convergencia de las necesidades y aspiraciones más urgentes de su colectividad, que es como decir sobre su foco mismo de calor y energía espiritual.

»Ante el espectáculo de los males que afligen a la patria, en verdad resulta difícil a sus escritores y poetas mantener la necesaria mesura artística. Sería absurdo reclamarles una producción literaria para el simple disfrute de minorías cultas.

»He aquí en cierto modo explicado por qué la literatura paraguaya del presente expresa el drama de su pasión con cálido acento vindicativo y testimonial.

Buenos Aires, 1966. Carmen Soler y Luis Casabianca en el exilio. Archivo de Luis Casabianca
Buenos Aires, 1966. Carmen Soler y Luis Casabianca en el exilio. Archivo de Luis Casabianca (https://carmensolerpy.com/).

»Abrazados estrechamente con su época y con su pueblo, los escritores paraguayos de hoy producen sus obras como esos actos de coraje, de patriotismo y de sinceridad, de que hablaba Alberdi. Escriben con el pulso y con la sangre. Son astillas vivas de un pueblo hachado por el infortunio, un pueblo enclavado como el quebracho secular de sus selvas, en el corazón de nuestra América. Un árbol de férrea corteza, de núcleo invulnerable, cuyas raíces conocen el viejo sueño de la tierra, abonada con la sangre de sus mártires.

»Lucidez, coraje y pasión, esperanza en el Hombre, son las armas de estos escritores y poetas contra la desesperación y la incertidumbre. Y de estos sentimientos ahondados en la fraternidad con sus semejantes, es de donde sacan su clarividencia de artistas, la posibilidad de acertar con la gran ley bajo cuyo signo, en el dominio del mundo y del hombre, la necesidad se aúna con la libertad».

*Augusto Roa Bastos: «Pasión y expresión de la literatura paraguaya» [fragmento]. Publicado originalmente en: Revista Universidad, n. 44, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, Argentina, abril-junio de 1960. Disponible en: https://bibliotecavirtual.unl.edu.ar:8443/bitstream/handle/11185/4049/RU044_10_A008.pdf

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