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Lo primero a mencionar al comentar la última película del director griego Yorgos Lanthimos, Pobres criaturas (Poor Things en el inglés original), es el destacado espectáculo visual que el filme ofrece mediante una exuberante producción artística que incluye esmeradas escenografías, cuidadosos interiores, vestuarios exquisitos y una fotografía que hace un hábil uso del color y extiende nuestra perspectiva con el uso de cámaras provistas de lentes de gran angular. Este cuantioso arsenal de recursos, al servicio de los aspectos formales de la película, tiene por cometido crear y reflejar un mundo fantástico en el cual se desarrolla la peripecia de los protagonistas. Lanthimos encontró en la corriente literaria y artística del steampunk las nociones de la ucronía que exhibe, localizada en una época victoriana de fantasía.
La raíz literaria
El profuso preciosismo del que el metraje de 141 minutos de Poor Things se encuentra colmado encuentra su fuente de inspiración en un subgénero literario, el steampunk, nacido en la rica tradición literaria de ciencia ficción en idioma inglés en la década de 1980. El termino proviene de steam, vapor en inglés, en relación a la fuerza motriz e industrial y tecnológica dominante en los reinados de los monarcas del Reino Unido Victoria I (1837 a 1901) y Eduardo VII (1901 a 1910), tiempo del mayor esplendor de la primera Revolución Industrial y de máxima extensión del imperialismo colonial británico. Lo de punk, aunque hace alusión a la contracultura surgida alrededor del género musical y estético de mediados de los años 70, deriva, más precisamente, de un subgénero literario anterior de la literatura de ciencia ficción anglosajona, el ciberpunk, caracterizado por ficciones que transcurren en un distópico futuro más o menos cercano.
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Por el contrario, los autores de steampunk cultivan la ucronía y el retrofuturismo, situando la acción de sus relatos en una ficticia Inglaterra de finales del siglo XIX y principios del XX, conjugando elementos de la ficción especulativa, la fantasía, la ciencia ficción y la novela gótica. Autores relevantes del subgénero son Mervyn Peake y Michael Moorcock, entre otros muchos. Con los años, el steampunk se ha extendido como una estética con influencia en las artes decorativas, el diseño, la arquitectura y la moda.
En vista de los elementos y tiempo histórico en los que el subgénero pretende crear su universo y que son la materia prima artística que utiliza Lanthimos en su filme, Poor Things es pletórica en aspectos visuales y narrativos que encuentran su referencia en el Art Nouveau, en las pinturas prerrafaelistas, en las coloridas películas de Georges Méliès, en la obra literaria de Julio Verne y H. G. Wells (es imposible no pensar en el Dr. Moreau y su isla mientras se contemplan bestias mitad perro, mitad pato) y en la obra de Mary Shelley, autora de Frankenstein o el moderno Prometeo.
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Un autor que parece exceder con mucho los estrechos márgenes del steampunk es el escocés Alasdair James Gray (1934-2019), artista plástico y escritor que publicó novelas, cuentos, obras de teatro, poesías, así como trabajos dedicados a la política e historia tanto inglesa como escocesa. Hombre de izquierdas, se definía a si mismo como republicano y nacionalista escocés. Gray publicó en 1992 su novela de fantasía Poor Things, ambientada en el Glasgow del siglo XIX (no en Londres). La novela, que espero leer en el futuro, fue la más exitosa comercialmente del escritor.
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Bella Baxter
La película nos cuenta la historia de Bella Baxter (Emma Stone), una mujer que se comporta como una niña. En realidad, Bella es el resultado de un truculento experimento del excéntrico cirujano Godwin «God» Baxter (Willem Dafoe), quien, luego de rescatar el cuerpo de una suicida que se arrojó al Támesis, comprobó que la mujer estaba embarazada y procedió a trasplantar el cerebro del feto no nato al cuerpo de la mujer. El estudiante de medicina y ayudante de Baxter Max McCandles (Ramy Youssef), a instancias de su maestro, se convierte en el prometido de Bella. La protagonista, sin embargo, tiene curiosidad por el mundo exterior, y antes de la boda huye para viajar por varios países acompañada por el libertino abogado Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo).
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Partiendo de estas premisas, el guionista Tony McNamara nos presenta un relato de crecimiento individual, liberación, madurez intelectual y ética, con toques de comedia y cuento filosófico volteriano. El autoconocimiento erótico y sexual de la protagonista están muy presentes en la historia; de allí que, señal de los tiempos presentes, se interprete Poor Things como una película «feminista». Particularmente, soy de la opinión de que la excéntrica historia de Bella Baxter supera ese encasillamiento y de que clasificarla con ese rótulo no le hace justicia. El filme, por su propuesta visual, es agradable de ver, y sus más de dos horas de duración transcurren gratamente. Comprendo que para algunos la película resulte excesivamente barroca, efectista y ampulosa; yo, por el contrario, rescato como lo valioso del filme su espléndida producción y diseño artístico.
POBRES CRIATURAS / Ficha técnica
Título original: Poor Things
Dirección: Yorgos Lanthimos
Guión: Tony McNamara / Basado en la novela Poor Things (1992), del escritor escocés Alasdair Gray
Elenco: Emma Stone / Mark Ruffalo / Willem Dafoe / Ramy Youssef / Jack Barton / Hanna Schygulla / Tom Stourton / Christopher Abbott / Kathryn Hunter / Jerrod Charmichael / Margaret Qualley / Vicki Pepperdine / Suzy Bemba / Miles Jovian
Banda sonora: Jerskin Fendrix
Fotografía: Robbie Ryan
Edición: Yorgos Mavropsaridis
Producción: Yorgos Lanthimos / Ed Guiney / Andrew Lowe / Emma Stone
País: Reino Unido / Estados Unidos / Irlanda
Duración: 141 minutos
Idioma: Inglés
Año:: 2023