El blanco visible

Sobre Irrupción (El Lector, 2022), el recientemente publicado libro del exministro de Salud Pública Julio Mazzoleni acerca de su gestión durante la pandemia del covid-19.

Libro Irrupción de Julio Mazzoleni
Libro Irrupción de Julio Mazzolenigentileza

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El libro Irrupción (El Lector, 2022), del exministro de Salud Pública Julio Mazzoleni, es para leerlo más de una vez. No por fanatismo, ni porque sea de lectura complicada; de hecho, está redactado de manera amena y dinámica; pasa por el hecho de que su lectura debe hacerse con ojo avizor para tratar de armar el rompecabezas de lo que es el relato de una experiencia personal, pero al mismo tiempo un intento de denuncia de los oscuros manejos dentro de un ente del Estado en el que diversos actores tratan de sacar ventaja de la calamidad colectiva que se cobró la vida de más de 16.000 paraguayos.

El título rima peligrosamente con corrupción, una palabra que ha sido ligada a su gestión al frente de la cartera de Estado encargada de liderar las estrategias de contingencia ante la pandemia por el covid-19.

Más allá de la provocación lingüística, intencional o no, Irrupción intenta referir cómo Mazzoleni, hijo de un exfuncionario de Puertos y una educadora, llegó al puesto de ministro de Salud sin habérselo propuesto, dice, y sin tener afiliación política.

Carecer públicamente de un «rótulo político» es su punto fuerte, y a la vez débil, para mantenerse en el cargo en un contexto en el que el manejo de las instituciones públicas es eminentemente político partidario –entiéndase el Partido Colorado y, más específicamente, el cartismo–.

Pero antes de llegar al punto de las seudo denuncias, el autor, declarado como alguien proveniente de una familia de clase media del barrio Sajonia, hace un recorrido por su vida desde adolescente, como exalumno del colegio San Andrés, y describe el llamado castrense que sintió desde muy temprana edad.

«Ante la inevitable pregunta de qué hacía yo en una institución que demandaba una enorme inversión de los recursos familiares, la respuesta llegó mucho más adelante: “Queríamos darte lo único que nadie pudiera quitarte en ninguna circunstancia: una buena educación”», declara Mazzoleni en su libro.

Estructura

Estructuralmente, el texto consta de cinco partes divididas en capítulos, algunas de cinco otras de siete y otras de tres. Son 211 páginas en las que el médico insiste en sus inclinaciones castrenses y también religiosas desde adolescente.

«Yo tenía vocación, sabía que me gustaba el servicio, y por eso pensaba en la carrera militar; consideré el sacerdocio también en algún momento, pero por un análisis un poco más racional me incliné por la medicina», dice en el capítulo «Adiós a las armas».

Una realidad inestable

Justamente en este apartado es en el que cuenta además el ninguneo del que fue objeto cuando trabajaba como profesional incorporado dentro de las filas de la Armada paraguaya. «En la Marina hacía consultorio, pero chocaba con una realidad inestable: En las Fuerzas Armadas los liderazgos son alternantes. Hay comandantes más abiertos y respetuosos de la formación profesional de carrera complementaria, y otros más cerrados (…)», dispara.

«A los pocos meses se dio el ascenso al Comando de la Armada de alguien con la segunda visión. Y había un blanco visible para él: un tal doctor Mazzoleni que volvió recién de los Estados Unidos, después de estudiar allá, que generaba recelo, sensación de privilegio. Al poco tiempo vestía de camuflado en la esquina del Hospital de Clínicas, fusil en mano. No fue casualidad: el siguiente par de años fueron más guardias militares que médicas», describe.

«(…) por esas ironías de la vida, gradualmente empecé a progresar en mi práctica privada, con la demanda creciente de pacientes de distintos estratos sociales por una especialidad escasa».

Luego de este y otros relatos que uno tiene la paciencia de leer para saber qué nos revelará la página siguiente, por fin llega la parte referida a la pandemia.

Aunque antes hay que volver al Capítulo 1, en el que ya intenta desmarcarse del escándalo de los USD 16 millones, que han sido mal utilizados y «tragados» por los «manguruyuses» de turno, en especial los que militan en las filas del Partido Colorado.

En esa primera referencia, Mazzoleni dispara: «Hoy miro atrás con la consciencia limpia, porque a mi paso por el MSP nunca mentí, nunca incurrí en actos de corrupción y sé que muchos se sienten defraudados con algunos resultados».

Un apartado especial está destinado al tema de vacunas, y en él Mazzoleni da su versión de los hechos y las negociaciones que se realizaron por fuera del mecanismo COVAX, que fue al que el Estado paraguayo se ciñó en un primer momento porque la ley no permitía otro tipo de tratativas en ese aspecto.

Además del grupo Harrison y Scavone, otros empresarios también corrían la carrera por la provisión de vacunas, como el grupo Wasmosy, además de diversos representantes de cámaras de comercio Paraguay-China Continental. Mazzoleni cuenta que por A, B o C motivo siempre «ya estaba todo listo» pero caían las negociaciones por faltar un último eslabón, pero no menciona cual.

En el capítulo «Pescadores de río revuelto» menciona una visita que tuvo a finales del 2020 «por parte de un parlasuriano argentino acompañado de una parlasuriana paraguaya. Preocupados supuestamente por el tema, intentaron a través de un mecanismo que finalmente después no se corroboró que existiera una negociación con varios proveedores; entre ellos el Gobierno ruso… el parlasuriano planteó una supuesta oportunidad de compra a precio conveniente, cuyo costo, finalmente resultó por lo menos el doble de lo que yo negociaba con el Fondo Ruso de Inversión».

Al corroborar ciertas supuestas ventajas resultó que nada de lo prometido era cierto y que en realidad esas personas estaban buscando sacar tajada económica de las compras. «Cosas como esas se repitieron a lo largo de todo el año: un sinnúmero de oportunistas, políticos, empresarios, todo tipo de figuras que se arrogaban la representación de varios de los fabricantes en el país cuando nosotros teníamos trato directo con los laboratorios».

También habla de un parlamentario ligado a otra empresa proveedora de vacunas cuya propuesta fue rechazada por el MSP y que el autor considera que fue el detonante para su salida.

De anécdotas como estas está lleno el libro de Mazzoleni, que, sin embargo, carece de sustancialidad por no dar nombres directos, salvo excepciones, para no comprometerse, al menos no de momento.

El autor insiste en que no renunció técnicamente, sino que lo sacaron. Aduce no haber presentado renuncia porque es un hombre de palabra y no abandona la misión. Eso lo detalla en el capítulo «Renuncia o destitución, ¿semántica?». Lo que sí deja en claro es ese gustito a victoria en el hecho de sugerir al presidente Mario Abdo Benítez quién sería su sucesor, el actual ministro Julio Borba, amigo de Mazzoleni. «No fue el cartismo», subraya.

Finalmente, la lectura del libro discurre de manera amena, un punto a favor de esta obra que ha sido escrita con el cuidado de enviar datos y señales sutiles pero no por ello carente de calidad técnica en el relato.

La parte útil y documental se encuentra al final del libro: una cronología de la pandemia, con datos útiles para quienes quieran tener un soporte físico de la memoria de cómo fueron sucediéndose los hechos desde el primer caso conocido en China hasta la salida de Mazzoleni al frente del MSP.

Pero, insistimos una vez más, el libro es demasiado sutil, no da nombre directos ni tampoco detalles de las cifras destinadas a tales o cuales iniciativas dentro de la contingencia de la pandemia.

Esto nos hace pensar que muy pronto vendrá una segunda parte, que no sabemos, como dice su propio prologuista, el Dr. Guillermo Sequera, si eximirá a su amigo de culpa y pena en este escándalo del mal manejo financiero de la pandemia tan publicado en numerosas páginas impresas y digitales de prensa paraguaya.

Así las cosas, Mazzoleni es y será por mucho tiempo el blanco visible de las acusaciones de corrupción en la crisis sanitaria más dura que ha vivido el Paraguay.

Julio Mazzoleni

Irrupción. Bitácora de un viaje por aguas turbulentas

Prólogo de Guillermo Sequera

Asunción, El Lector, 2022

211 pp.

mescurra@abc.com.py

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