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–Cine trans del bueno –me dice el tío Gervasio, sorbiendo de su guampa de tereré.
–Un hombre que pese a tenerlo, supuestamente –comento yo–, «todo», no se siente a gusto con su vida.
–Y pensar que lo tenía ciertamente todo –reflexiona en voz alta el tío, mientras sorbe otra vez de la guampa de tereré.
–…una familia… –agrego yo.
–… una profesión, era profesor de literatura… –sigue añadiendo el tío.
–… amigos… –prosigo con la lista.
–…una bella esposa… –enumera el tío, y suspira de pronto tras la barba cana.
–Eso. Y, por sobre todo: compañera. Porque hay que reconocer –le digo– que ella comenzó entendiéndolo y bancándolo hasta que, en un momento nomás, se quebró…
–Seeee, después nomás lo que ya no se entendieron más –concuerda él–. Como la mayoría trans, él se siente una persona atrapada dentro de un cuerpo ajeno a su género –manifiesta–.
–Su cuerpo físico y sus roles en la sociedad no están de acuerdo con la imagen femenina de sí mismo que tiene en su mente –aclaro–.
–Y de pronto decide… ¡Cambiar! –dice el barbudo.
–…mutar… –agrego yo.
–…convertirse…
–…metamorfosearse…
–Transformarse –concluye el tío.
–Y en esta metamorfosis es que el amor que se tienen él y su esposa se pondrá a prueba –apunto, sorbiendo a mí vez de la guampa de tereré.
–¿Cómo seguir preservado en el tiempo una relación cuando ambos miembros de la pareja cambian constantemente? Es más, ¿cómo mantener relaciones estables en un mundo donde todo cambia, comenzando por nosotros mismos y nuestros seres amados? Y ojo –cavila el tío–, estas preguntas nos las podríamos hacer cualquiera de nosotros, sin necesidad de ser trans, porque todos cambiamos a lo largo de la vida mucho más de lo que suponemos, y también nuestras circunstancias...
–Tal vez haya que decir que es una multipremiada película canadiense del 2012, escrita y dirigida por Xavier Dolan y cuyos protagonistas son Melvil Poupaud y Suzanne Clément –indico.
–Y que tal vez no sea casualidad que la historia comience en 1989, se desarrolle a lo largo de la década de 1990 y termine justo en el cambio de milenio, cuando Laurence, a punto de concluir su transformación, asume que la sociedad ya está preparada para aceptarle –añade el barbudo, pensativamente–. Es como si reflejara ese espíritu efímero tan del 2000, cuando pareció invadirnos a todos esa sensación general de optimismo por los nuevos avances de la medicina en la lucha contra el sida, la relativa aceptación de la homosexualidad, la caída del muro de Berlín…
–Ojalá todo hubiera cambiado para bien… –matizo, melancólico.
–Sí, ojalá, porque la verdad es que desde el 2000 vienen pasando cosas mayormente malas. No deja de ser curioso que ese optimismo se haya disipado sin dejarnos casi recuerdos de haberlo sentido –sentencia tajante el tío, sorbiendo de su guampa.
–La peli deja flotando también preguntas como hasta dónde estamos dispuestos a llegar por el otro… –apunto.
–…si estamos dispuestos a romper lo que nos define y encasilla…
–…y que sostiene todo un orden social y cultural basado en la complementariedad de lo masculino y lo femenino…
–No es para cualquiera –afirma él, categórico.
–No es para tránsfobos… –especificó yo.
–¿Te espero en el Mercadito? –concluye de pronto.
–Dale, cierro y voy.
Ficha técnica
Título original: Lawrence Anyways
Género: Drama
Dirección: Xavier Dolan
Guión: Xavier Dolan
Idioma: Francés
Fotografía: Yves Bélanger
Música: Noia
Reparto: Melvil Poupaud, Suzanne Clément, Nathalie Baye, Monia Chokri, Yves Jacques, Catherine Bégin, Sophie Faucher, Patricia Tulasne, Mario Geoffrey, Antoine-Olivier Pilon.
Productora: Lyla Films / MK2 Productions
Duración: 168 min.
País: Canadá
Año: 2012