El alegre clarín del triunfo

Dibujos de Juan Moreno para el libro “Héroes, batallas y milagros”, de María Eugenia Garay.
Dibujos de Juan Moreno para el libro “Héroes, batallas y milagros”, de María Eugenia Garay.

Cargando...

Los cuentos infantiles ponen el énfasis en narraciones plenas de fantasía para entusiasmar al pequeño lector a explorar ese universo mágico encapsulado en un libro, donde, cuando el relato los guía como hilo conductor a hechos de la historia de su patria, se vuelve un material didáctico sumamente valioso.

La vibrante diana de Cándido Silva sesgó aquella tarde festiva con su voz ronca y metálica. Anunciaba el triunfo de Curupayty. Mientras el general José Eduvigis Díaz recorría a caballo la línea de trincheras, ovacionado por sus tropas y dando vivas al Paraguay. La bandita Para-Paraí, que acompañaba a Díaz aún en medio de las batallas, irrumpió con festivas melodías y la tropa, exultante de júbilo, festejó emocionada la victoria. Era el 22 de setiembre de 1866, en plena guerra contra tres países: Brasil, Argentina y Uruguay.

El mito fundacional

La literatura enseña historia a través de la ficción. El conocimiento del pasado de un pueblo se vuelve así un cuento atrayente que acumula lectores. En el remoto ayer tenemos la epopeya de Gilgamesh y su búsqueda de la vida eterna, donde también se menciona el gran diluvio. En Grecia están La Iliada, que narra la guerra de Troya, y La Odisea que relata los increíbles viajes de Odiseo o Ulises. Las leyendas del Minotauro y su laberinto, de Ícaro y sus alas, o del rey Midas, quien convertía en oro todo lo que tocaba. Las tragedias de Edipo y Antígona. La Roma eterna fue fundada por Rómulo y Remo, gemelos huérfanos que fueron amamantados por una loba. En Inglaterra está el rey Arturo, monarca de la mítica Camelot, acompañado por sus caballeros de la mesa redonda, donde la búsqueda del Grial compite en vicisitudes con El Cantar del Mío Cid, que describe en versos los épicos orígenes de Castilla, ese reino que mas adelante contrata a Colón para un viaje revelador de otro mundo desconocido, después llamado América. Hallamos las leyendas de los Nibelungos en Alemania, en las cuales sobresale Sigfrido, cazador de dragones. La canción de Roland en Francia. En Paraguay debemos usar el mismo método para mostrar un rico pretérito, cuidadosamente hilvanado por héroes y próceres, que, además de valientes, eran también inteligentes. Nada mejor que la gran Batalla de Curupayty, victoria que se encadena directamente con la derrota de Tuyutí (24/05/66), donde murieron los mejores jóvenes del país. Después de aquel desastre, los Aliados tenían que tratar de concluir la guerra, arrasando la inexpugnable fortaleza de Humaitá, situada a ocho kilómetros de Curupayty.

Curupayty, el resonante triunfo paraguayo

«Bajo la sutil bruma de los recuerdos, irán surgiendo fascinantes relatos, los cuales, desde la transparencia de la fantasía, cobrarán formas y colores, adentrándonos al muchas veces desconocido ámbito de la recuperación de una identidad que nos pertenece».

Los estrategas paraguayos se valieron de un recodo del río Paraguay para construir unas obras defensivas contra las cuales chocarían los soldados de los países invasores. Las trincheras, de dos mil metros de extensión, iban desde el río Paraguay hasta la laguna López; el foso principal tenía cuatro metros de ancho por dos de profundidad. Como los trabajos no estaban todavía concluidos a mediados de setiembre y los Aliados ya se preparaban para el ataque, el mariscal López realiza una maniobra diplomática con la Cumbre de Yataity Corá, el día 16, donde explora la posibilidad de un acuerdo que ponga fin a la guerra. El comandante aliado Bartolomé Mitre encontró la idea interesante, pero no así el Emperador, quien exigía una rendición incondicional del mariscal y su exilio en Europa. La estratagema resultó exitosa, pues la infraestructura defensiva pronto estuvo concluida a pesar de la copiosa lluvia, y los cinco mil paraguayos que habían cavado las trincheras, al mando de José Eduvigis Díaz, se aprestaron a esperar el ataque, que se produjo aquel amanecer del 22 de setiembre, cuando, a las 7 de la mañana, el almirante Tamandaré, con 22 buques, de los cuales 5 eran acorazados, inició un furioso bombardeo sobre el bastión lanzando cinco mil proyectiles, desde 101 bocas de fuego, en un inútil intento de avasallarlos, mientras las fuerzas terrestres, mandadas por el generalísimo Bartolomé Mitre, formadas por nueve mil argentinos al mando de Wenceslao Paunero y Emilio Mitre, y diez mil brasileños conducidos por Manuel Marques de Sousa, avanzaron, seguros del fácil triunfo, al son de tambores y trompetas.

Las letales trincheras

Se produce entonces el mayor desastre aliado, cuando los que avanzaban caen en el foso cubierto con vegetación y anegado por el agua, en cuyo fondo había una doble hilera de troncos puntiagudos y estacas, donde se ensartaron los millares de atacantes. A las 4 de la tarde, Mitre ordena la retirada. En aquel sitio los invasores quedaron con unos diez mil hombres fuera de combate, entre muertos y heridos. Los paraguayos sufrieron la muerte de 4 oficiales y 19 de tropa. La guerra se suspende por diez meses. Se producen graves descontentos políticos en Brasil y Argentina, donde comienza una insurrección interna. El Consejo de Gobierno argentino elaboró un acuerdo que autorizaba a Mitre a tratar una fórmula de Paz con el gobierno del Paraguay. La paz no se firmó, porque el Emperador del Brasil se empecinó en no tratar con López ni con nadie que pudiera «considerarse hechura de él, o subordinado a su influencia», y no lo permitió. Venancio Flores abandonó el teatro de operaciones y retornó a Montevideo, pero dejó en el frente unos setecientos hombres.

La historia en un libro de cuentos infantiles

Las páginas de un libro de cuentos, profusamente ilustrado a todo color, se vuelven una herramienta perfecta para transmitir a los niños valores, sentido de identidad y pertenencia a un país, a una tradición, a una cultura, respeto a la naturaleza y amor a la Patria. Basada en estos delineamientos, escribí Héroes, batallas y milagros-Guerra de la Triple Alianza-Curupayty con hermosas ilustraciones a todo color, hechas por el talentoso Juan Moreno, y publicado por el Centro Cultural Cabildo y Servilibro.

Para un mundo que está sufriendo devastadores efectos medioambientales, descalabros económicos, y donde las personas se debaten en inútiles angustias, porque las grandes y efectivas soluciones no están a su alcance, es bueno volver la mirada a cuanto nuestros antepasados debieron hacer para sobreponerse a circunstancias realmente aciagas.

Los cuentos son sumamente antiguos, ya que la costumbre de narrar historias o hechos fantásticos se remonta muy lejana y se pierde en los recodos del tiempo. Así, de padres a hijos y de generación en generación, se fueron transmitiendo hazañas guerreras o casos curiosos sucedidos en alguna aldea, o poblado, tamizado con los valores y principios que esa gente en particular consideraba eran dignos de resaltar. Exaltaban las gestas heroicas de sus guerreros, con las cuales, entrelazada la historia a la fantasía, cautivaban a la audiencia y de paso, tamizadas por mitos y leyendas, sembraban las semillas de las cualidades que los niños y los jóvenes debían poseer en esa comunidad. De la tradición oral, se pasó a la escrita. Y ahora se ha incorporado cuanto brinda la tecnología digital, como videos, audios, cuentos grabados en CD, que reproducen imágenes y voz del narrador, apenas se los inserta en la computadora.

El antiguo arte de narrar y la magia de las ilustraciones

La literatura escrita para niños favorece su imaginación, además de desplegar ante el pequeño una visión de cuanto lo rodea, el entorno, identificarse con el héroe o la heroína y tener así un ejemplo a seguir para salvar las dificultades cuando éstas se presenten. Con tanto tiempo libre, al tener que quedarse en casa, los padres pueden leerles cuentos a los niños y luego hacer que los pequeños dibujen y pinten a los personajes de las narraciones. Otra opción sumamente divertida es disfrazarse de alguno de los protagonistas. A los chicos les gusta mucho hacerlo, y para eso pueden usar ropas viejas, accesorios, y realizar una improvisada función teatralizando la obra. A través de historias maravillosas, plenas de optimismo, de magia, de alegría, podemos ir enseñando a los niños formas positivas de relacionarse con los demás seres humanos y a desarrollar la tan mentada resiliencia cuando se trate de salvar los escollos que se les presenten en sus vidas. Leer conduce a reflexionar y en los niños forja las bases emocionales, desarrolla la empatía.

Utilizando un lenguaje claro, lo narrado debe llegar hasta la incipiente capacidad de comprensión del niño, atrapar su interés con un relato pleno de aventuras, incentivar su imaginación con unas oportunas pinceladas de fantasía, donde pueden aparecer personajes o lugares irreales, para lograr que a través de la creatividad del escritor el niño se divierta, se entretenga y comience a amar la lectura, que le ayudará a ampliar su lenguaje.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...